De las once finales de la Copa Libertadores de América que jugó a lo largo de su historia, Boca debió definir seis de ellas ante rivales brasileños. Y por lo general, le ha ido muy bien: ganó cuatro (1977 a Cruzeiro, 2000 a Palmeiras, 2003 a Santos y 2007 a Gremio) y perdió sólo dos: la primera en 1963 frente al Santos de Pelé y la última en 2012 ante Corinthians. En tres ocasiones (2000, 2003 y 2007) alzó la copa en condición de visitante. Por lo que los antecedentes le dan rienda suelta a la ilusión para la finalísima de este sábado en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
1963: Boca-Santos
El legendario presidente de Boca, Alberto J. Armando, vio más lejos que nadie y le dedicó a la Copa de 1963 más atención, dinero y energías que ningún otro equipo argentino hasta allí. Tanto que para ganarla le compró a San Lorenzo en 25 millones de pesos a José Francisco Sanfilippo, el máximo goleador de las últimas cinco temporadas. Tras eliminar a Peñarol en la semifinal, Boca llegó a la final ante el Santos de Pelé que defendía el título continental ganado un año antes ante los aurinegros uruguayos en el piso polvoriento del estadio Monumental.
En la ida jugada el miércoles 4 de septiembre en el Maracaná, Santos empezó ganando cómodo 3 a 0 con dos goles de Coutinho y uno de Lima antes de la primera media hora. Pero Boca descontó con dos de Sanfilippo, perdió 3 a 2 y quedó a tiro para la vuelta de una semana más tarde en una Bombonera explotada de público y fervor. Boca arrancó ganando 1 a 0 con otro impacto del implacable Sanfilippo en el segundo tiempo. Si retenía la victoria, iba a tercer partido a las 72 horas en el estadio Centenario de Montevideo. Pero Pelé se puso la final al hombro y la sacó a flote. Un gol de Coutinho y otro suyo le dieron la victoria por 2 a 1 y le permitieron seguir siendo el campeón de América. Boca se quedó en silencio. Y debió esperar catorce años para poder alzar la Copa.
1977: Boca-Cruzeiro
El equipo que dirigía Juan Carlos Lorenzo picó en punta en la primera final jugada el martes 6 de septiembre en la Boca. Un gol tempranero de Carlos Veglio a los cuatro minutos del primer tiempo le dió una estrecha victoria 1 a 0 ante Cruzeiro de Belo Horizonte. Con el empate, el domingo 11 en el Mineirao era campeón. Pero a trece minutos del cierre, un sensacional tiro libre del lateral derecho Nelinho le dió el triunfo a los brasileños y mandó la final a Montevideo.
El partido debió haberse jugado el martes 13. Pero Lorenzo, cabulero como él solo, adujo que no se podía por la niebla y logró la suspensión por 24 horas. La verdad se supo con el tiempo. Había pedido cambiar las camisetas amarillas con bolsillo azul con las que Boca perdió en Brasil y las blancas de reemplazo le llegaron recién el miércoles a la tarde. La igualdad en cero sobre un piso barroso recién pudo romperse en los penales luego de 120 minutos de partido y alargue. Mouzo, Tesare, Zanabria, Pernía y Felman anotaron para Boca. Y como Hugo Gatti le detuvo el último tiro a Vanderlei, la Libertadores se quedó por primera vez entre los millones de brazos boquenses. El sueño se había cumplido.
2000: Boca-Palmeiras
El primer título internacional del glorioso ciclo de Carlos Bianchi llegó con sufrimiento. Palmeiras no se achicó en la Bombonera y sacó un empate 2 a 2 que parecía complicar las chances xeneizes. Pero Boca tampoco se achico en el Morumbí de San Pablo. El 21 de junio sacó el 0 a 0 que necesitaba y en los penales, hizo la diferencia. Oscar Córdoba le atajó dos remates a su compatriota Faustino Asprilla y a Roque Junior. Y en las ejecuciones. el mellizo Guillermo, Riquelme, Palermo y Bermúdez no fallaron. Boca ganó 4 a 2 y 22 años después de la consagración anterior, levantó por primera vez la Copa en pleno Brasil.
2003: Boca-Santos
Pocas veces en la historia de la Libertadores, un equipo fue tan superior a otro en una final. Boca ganó y gustó de ida y de vuelta. Acaso fue el mejor campeón de la era Bianchi, que había vuelto ese año después de haberse ido en 2002. Dos goles de Marcelo Delgado le dieron la victoria por 2 a 0 el 25 de junio en la Bombonera. Y en el Morumbí, el 2 de julio, un golazo de Carlitos Tevez, otro de Delgado y el restante de Rolando Schiavi de penal redondearon un 3 a 1 brillante. Boca levantó a lo grande y en pleno Brasil su tercera Copa en cuatro años, la quinta de su historia. Mejor imposible.
2007: Boca-Gremio
Juan Román Riquelme ese año se sentía capaz de todo. Y llevó de la mano al equipo que dirigía Miguel Angel Russo a otra Copa en la que ganó los dos juegos de la final. En la Bombonera, el 13 de junio arrasó 3 a 0 con un gol de Rodrigo Palacio, otro de Román y el tercero de Patricio en contra. Y en Porto Alegre una semana más tarde, dos goles de un Riquelme supremo dibujaron un 2 a 0 que pudo haber sido mayor si Palermo no hubiera errado un penal sobre el final. Fue la sexta Copa boquense que elevó todavía más a la gloria a un jugador superior.
2012: Boca-Corinthians
La final más triste. Y no solo por haberla perdido. El 27 de junio en la Bombonera y con Riquelme de nuevo como máxima estrella, el equipo que dirigía Julio Falcioni vencía 1 a 0 con un gol de Facundo Roncaglia y a cinco minutos del cierre, una escapada de Romarinho le dio el empate a Corinthians. En San Pablo, la previa quedó marcada por la noticia que Riquelme dejaría el club tras el partido enfrentado con Falcioni y el presidente Daniel Angelici. Y el 4 de julio en el estadio Pacaembú, Boca fue una lágrima.
Como si no se hubiera podido sobreponer a la partida del ídolo mayor, jugó muy mal y perdió 2 a 0 con dos goles de Emerson. La confirmación en los vestuarios de que Román no estaría más fue el cierre de una noche penosa en la que Boca no fue Boca, sino un equipo vaciado, sin espíritu, entregado a la derrota.