La sensibilidad compartida entre Julia Pistono (voz) y Mati Vant (voz y guitarra) hace que la música de La Perilla, en su despliegue de sonoridades latinoamericanas, sea una invitación seductora. Los arreglos y la musicalidad de sus voces componen un entramado de canciones que ramifican y encuentran con el segundo álbum una confianza ganada, a partir de composiciones propias. Dúo La Perilla presenta La Perilla y la Caja de los Objetos Perdidos esta noche a las 20.30 en Sala Lavardén (Mendoza y Sarmiento).

“Luego del primer disco -Quinta Pata (2018), elegido Mejor Disco de Folclore en los premios Rosario Edita-, tuvimos dos lanzamientos. Por un lado, una live session, que fue casi como un recital, grabando en una sola toma y con cuatro canciones; y por otro lado, hay un single -"Tan Literal"- que tiene un videoclip; y para mí tienen un poco que ver con lo que nos ha venido sucediendo, que es empezar a hacer cada vez más canciones nuestras. En Quinta Pata hay más covers, pero en La Perilla y la Caja de los Objetos Perdidos sucede lo contrario, son canciones propias, y esa línea tiene que ver con una decisión. Esos lanzamientos previos ya iban por ese lado, porque fueron canciones que movimos mucho y tienen una lógica de búsqueda. Todo eso nos posicionó dentro de un lugar, el de la canción propia, para llegar a este resultado, que no es el de una canción estrictamente latinoamericana o folklórica, porque no hablamos de un repertorio popular tradicional. Creo que la mutación de La Perilla está atravesada por el repertorio, y en este caso, en particular, mantenemos un sonido de banda, cuyos músicos ya son parte de La Perilla”, comenta Mati Vant a Rosario/12.

-Un cover implica una apropiación, pero elegir canciones propias es una confianza ganada.

-En ese sentido, yo pongo lo mío tanto como Juli lo suyo. En mi caso, si bien comencé a componer hace mucho, fue cuando Juli empezó a cantar mis canciones que empecé a sentirme más confiado. Y el dúo se hizo fuerte. Que el repertorio tenga más canciones mías tiene que ver con tener al lado a alguien como ella.

-Al escuchar el disco, se aprecia una variedad rítmica pero también una conexión íntima entre las canciones; a fin de cuentas, hay una hermandad latinoamericana que las atraviesa.

-En algún momento nos hemos preguntado si no estábamos haciendo "mucho folklore", quizás como una cuestión de atajarse antes de tiempo, y no hacía falta. Al escuchar el disco, te das cuenta de que todo tiene rítmica latinoamericana. La primera canción -“A mí como a vos”- tiene un ritmo que, si se quiere, está entre la chacarera y algo medio venezolano; a la siguiente -“Reflejos”- la compuse desde un lado más de vidala; y luego hay una samba -“Mis amores”-. Todo termina siendo latinoamericano, salvo “Estaciones”, que es la que tiene como referencia a Norah Jones (risas); pero el resto es bien latino y tiene muchas sonoridades de canción popular.

Los músicos que integran la banda, junto con Pistono y Vant, son Julia Martínez (contrabajo y bajo), Tomás Bozzano (piano y teclados) y Ana Vélez (batería y percusión). Como dice el músico, “la base de La Perilla es la banda y eso ya hermana absolutamente todo. Es muy cómodo cuando trabajás con gente así, que puede manejar las sonoridades que uno pide”. El disco, además, suma invitados en algunas canciones: Franco Luciani (armónica), Carlos Aguirre (acordeón), Pablo Devader (clarinete), Emiliano Zamora (flauta y flautín), y los arreglos y dirección de Lucas Querini para las participaciones de Simón Lagier (violín), Milena Di Giorgio (viola) y Romina Vega (violonchelo). “En cuanto a los invitados, creo que tuvimos la idea de salir hacia distintos lugares, pero desde un núcleo, pensando en a quién pedir la colaboración. En cuanto a las cuerdas, si bien empezamos a hacer algún arreglo, fue mejor dejarlo en manos de alguien que supiera hacerlos, como Lucas Querini, y el resultado es increíble”.

-Ustedes dicen tener referentes como Duratierra, Julián Venegas y Dani Lesté; algo que también implica una filiación.

-Las referencias son gustos antes que una necesidad de categorizar algo, se trata de gente que uno admira. Nos referenciamos en ellos y tratamos de nutrirnos de lo que hacen. Duratierra fue muy importante para este disco, porque queríamos que fuera un sonido propio, de banda, y no el de una banda que repita géneros. Ellos son un gran ejemplo, de una sonoridad distintiva. Así como Aca Seca, Julián Venegas o Dani Lesté, gente que nos fue nutriendo al escuchar su obra o ellos escuchando la nuestra, porque también era compartir con quienes, por suerte, podemos hacerlo. Por eso también el disco se llama La caja de los objetos perdidos, porque hay mucha cosa que fue dejando la gente que tuvo algo que ver con este disco. Ya sea nosotres, pero después toda la gente que nos escuchó, nos comentó y nos hizo escuchar. Creo que la música es una gran caja de objetos perdidos, y esto es como una representación de este momento de La Perilla, en donde se nutre de gente que admira, de amigues y de familia. Y me parece que llama la atención que haya un sonido o lugar encontrado, y que es la sumatoria de todas las cosas que fuimos dejando o se fueron dejando en esa caja.

En cuanto a la presentación de esta noche, con la banda y la presencia de muchos de los invitados: “Vamos a tocar el disco entero y luego agregaremos otras cosas; lo estamos preparando con un montón de gente, en cuanto a luces, sonido y demás. No quiero decir mucho para no spoilear, pero queremos lograr un show que tenga un guion, que nos vaya llevando por los lugares donde la caja nos deje, o nos vaya mostrando algunas cosas más”.