La Justicia estadounidense condenó este viernes a uno de los asaltantes del Capitolio, hecho ocurrido el 6 de enero de 2021. El golpista, que entró con una turba cuando se certificaba la victoria de Joe Biden sobre Donald Trump, es Federico Klein, hijo de padre argentino, que deberá purgar 70 meses de cárcel: cinco años y diez meses. Más una multa de 5 mil dólares. Se trata del sobrino de Guillermo Walter Klein, mano derecha de José Alfredo Martínez de Hoz en el ministerio de Economía durante la dictadura.
Conocido como Freddie, el ahora condenado tiene 46 años, es veterano del Ejército y trabajaba en el Departamento de Estado. Trumpista fanático, Klein se sumó a la cruzada del magnate republicano en su denuncia de fraude en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020. Es el primer funcionario condenado por lo sucedido en una jornada negra para la democracia en el país.
Los adherentes a Trump asaltaron el Congreso durante la sesión conjunta de ambas cámaras, en la que se proclamó la victoria de Biden. Los hechos de violencia dejaron cinco muertos y un segundo juicio político contra Trump. El anterior, del que había salido absuelto un año antes, fue el de la trama rusa.
Klein fue identificado por las cámaras de seguridad y detenido en marzo de 2021. En julio pasado lo hallaron culpable de ocho delitos graves. La Fiscalía había pedido diez años de condena. La sentencia llegó en las últimas horas. Klein no habló en el juicio ni tampoco quiso hacer uso de la palabra antes de la condena.
El condenado nació en Estados Unidos en 1978, mientras su tío era secretario de Estado de Programación y Coordinación Económica de la dictadura de Jorge Rafael Videla. Su padre, ya fallecido, también se llamaba Federico. Cuando cayó detenido, se recabaron datos como su admiración hacía el régimen más siniestro de la historia argentina.
Al respecto, su madre declaró lo siguiente al ser consultada tras la detención en relación a comentarios reivindicadores por parte de Freddie: “Podrían investigar al gobierno anterior a Videla antes de sacar de contexto cualquier comentario que alguien pudiera haber hecho. Hubo una insurrección armada en las calles antes de que intervinieran los militares. Los cuerpos se amontonaban, la economía estaba en el fondo. Espero que, si alguna vez llegamos a ese punto, alguien piense en cosas nuevas".
Un excompañero en el Departamento de Estado lo sintetizó de esta manera cuando Klein fue arrestado: "Cuando vi la noticia de que estaba involucrado en los hechos del 6 de enero, no me sorprendió en absoluto".