Germán Cano, el goleador de la Copa Libertadores, abrió el marcador a los 36 minutos del primer tiempo para poner el partido 1-0 en favor de Fluminense, en la final contra Boca.
El argentino coronó una buena jugada colectiva del equipo que vino desde la banda derecha.
Se desmarcó dentro del área, recibió un centro atrás de Keno, a la altura del punto penal, y le dio un certero derechazo de primera, abajo rasante, inatajable para Sergio Romero.