El Senado dio sanción definitiva, con sólo 8 votos en contra, al Presupuesto 2017 que prevé una inflación anual del 17 por ciento, un crecimiento de la economía del orden del 3,5 por ciento del PBI, un dólar a 20 pesos y un déficit fiscal del 4,2 por ciento. Los votos en contra fueron del senador de Proyecto Sur Fernando Pino Solanas y siete senadoras kirchneristas.
El senador del FPV y presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Juan Manuel Abal Medina, fue uno de los integrantes del bloque que votó a favor del proyecto tal como impulsó el presidente del bloque Miguel Ángel Pichetto. Abal Medina dijo que votaba favorablemente por "la responsabilidad" de no dejar sin presupuesto al país, pero ensayó una crítica respecto de lo que consideró los "lineamientos claramente incorrectos".
Según Abal Medina, la estimación de gastos y recursos nacional "supone un ajuste de una economía que nosotros entendemos como excesivo" y cuestionó el nivel de endeudamiento que contempla porque precisó "nos hablan de una colocación en moneda extranjera de 834 mil millones de pesos". Sin embargo, se sumó a los 59 votos positivos.
Pichetto, que alineó el voto positivo de acuerdo al pedido de los gobernadores peronistas, remarcó paradójicamente que "el 43 por ciento de los fondos" en obras públicas están destinados "a los estados de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires" y dijo que "centraliza un modelo casi del puerto".
Por su parte, el jefe interino del inter-bloque Cambiemos, el macrista correntino Pedro Braillard Poccard, opinó que "este instrumento va a ser convenientemente utilizado" por el gobierno y aseveró que "para las provincias suena a música para los oídos ver que se van a ir concretando obras fundamentales", para luego indicar que hasta ahora su provincia venía "siendo profundamente discriminada" pero ahora "comenzamos a recibir los que nos corresponde".
La puntana Liliana Negre de Alonso (Compromiso Federal) también dio su voto por "responsabilidad", pero discrepó de las cifras que contiene y, en su calidad de presidenta de la comisión de Educación indicó que el presupuesto educativo "representa el 65 por ciento de lo destinado al servicio de la deuda pública".
Por su parte, la camporista Marilín Sacnún, que votó en contra, aseguró que "desde la asunción del presidente Mauricio Macri" se advierte "una enorme transferencia de recursos de los sectores trabajadores al sector de la economía más concentrada".
Tras la votación por el presupuesto, la Cámara alta aprobó por unanimidad la creación de una Oficina de Presupuesto del Congreso Nacional y, con 60 votos a favor, la reforma de la ley de Administración Financiera, que restringe de forma gradual la facultad del Jefe de Gabinete de reasignar partidas presupuestarias.
Este último punto trata de una reforma del artículo 37 de la ley de Administración Financiera, que apunta a hacer un recorte gradual de las atribuciones del jefe de Gabinete para la reasignación de partidas que van del 7,5 por ciento, en el año próximo, y del 5 por ciento en 2018, así como un tope del 15 por ciento de las reasignaciones que impliquen una transferencia de gastos de capital a gastos corrientes.