El acuerdo Macri-Milei dinamitó el mapa del Congreso que había surgido de las urnas el 22 de octubre. La fractura de Juntos por el Cambio -de hecho, aunque aún no oficializada- comenzó a rediseñar el tablero de las dos cámaras, que el 11 de diciembre pasarán a tener nueva composición. En la Cámara de Diputados, más que un escenario de caótica fragmentación, lo que se observa ahora es una bifurcación entre dos grandes conglomerados: uno de centro, integrado por radicales, "palomas" PRO, lilitos y fuerzas provinciales, que será el principal actor de negociación con Sergio Massa en el caso de que fuera electo presidente; y otro de derecha, más compacto pero más afianzado, compuesta por el macrismo y 38 legisladores de La Libertad Avanza. En el Senado, mientras tanto, se produce un fenómeno similar aunque con menor impacto debido a lo cerca que Unión por la Patria quedó de la mayoría. 

Es, sin embargo, un escenario en constante movimiento y no se tendrá una radiografía final hasta el domingo 19, cuando se sepa quién es el próximo presidente. No solo por la forma final que tendrá el interbloque de JxC, sino por el flamante bloque "libertario", de cuya supervivencia nadie está del todo seguro. 

Diputados

El día después de las elecciones generales, el mapa estaba claro: Unión por la Patria había logrado conservar la primera minoría en la Cámara de Diputados con 105 legisladores propios más otros 4 del Frente de la Concordia misionero. Por su lado, Juntos por el Cambio había quedado debilitado con 94 escaños; y La Libertad Avanza había irrumpido con una inédita bancada de 38 legisladores. Aparte, las 5 bancas de la izquierda y otras 12 de fuerzas provinciales. La ruptura de JxC por el pacto de Mauricio Macri con Javier Milei cambió todo. 

El interbloque de 94 diputades cambiemitas hoy ya no existe, sino que se dividió en dos. Por un lado, una mayoría del PRO dura, que apoya la candidatura de Milei e insiste en su origen antikirchnerista por sobre todas las cosas. Es, para muchos, el PRO "que siempre debió haber sido", sin las variantes "progresistas" de los radicales y algunos larretistas. Está comandado por Cristian Ritondo y calculan que tendrán casi 40 votos, que podrían sumarse a los 38 de LLA en un amplio frente de derecha. Por el otro, está el "centro" que optó por declararse neutral frente al balotaje y que se prepara hoy para ejercer como "oposición responsable" de quien sea que asuma la Presidencia. Son 35 radicales, 6 de la Coalición Cívica, poco menos de una docena de "díscolos" del PRO -como llaman en el bullrichismo a, por ejemplo, María Eugenia Vidal o Silvia Lospennato- y algunes dirigentes sueltos, como Miguel Ángel Pichetto, Emilio Monzó o Nicolás Massot. Entre todes suman poco más de 50 votos: más que sus ex compañeros macristas, pero menos si estos deciden armar un frente con LLA.

Faltan, sin embargo, varias piezas y estás no se terminarán de ordenar hasta que se conozca el resultado del balotaje. 

Escenario número 1: gana Sergio Massa. Pueden darse varios movimientos. JxC podría volver a unirse para hacer frente al peronismo -"con muchas caricias de por medio", ironiza un macrista-, aunque la mayoría en JxC coincide en que Macri jugó fuerte a romper y será difícil recomponer algunos puentes. En este caso, Massa apostará a sostener su gobernabilidad con acuerdos con los radicales, las fuerzas provinciales -como los cordobeses, los rionegrinos y los patagónicos- y, fundamentalmente, con los restos de LLA. Tanto para el oficialismo como la oposición, en el caso de que gane Massa, el derrumbe de la bancada libertaria es solo cuestión de tiempo. La rebelión liderada por Pablo Ansaloni -sindicalista del partido FE que fue diputado por Cambiemos, después rompió y ahora ingresó de nuevo de la mano de Milei-, con un comunicado que anunciaba que tres diputados electos y una senadora rompían con LLA, funciona como un anticipo de lo que podría pasar en la bancada si Milei no gana las elecciones. Ya hay varios diputados en la mira: como Ansaloni, el formoseño Gerardo González y el correntino Lisandro Almirón

Escenario número 2: gana Javier Milei. En este caso una cosa es segura: JxC oficializará su ruptura y la mayoría del PRO pasará a conformar un frente amplio de "derecha" con LLA para sostener la gobernabilidad del economista "libertario". Contarán, en ese caso, solo con unos 70 diputados -muy lejos de los 129 que se necesitan para el quórum-, pero se apostará a que el radicalismo y el resto de les diputades que integraban JxC colaboren, ley a ley, para impulsar las principales reformas estructurales que Milei quiere impulsar en el primer año de gobierno. No está del todo claro que pueda lograrlo y más de un macrista teme, por lo bajo, la reacción del "libertario" cuándo se choque con esta barrera. "Puede pasar cualquier cosa. Desde convocar una gran marcha contra el Congreso por cadena nacional a reprimir a balazos cualquier manifestación en contra", reconoció un macrista.

Senadores

Las corrientes que están cambiando el juego de fuerzas en Diputados también existen en el Senado, aunque más matizadas. Principalmente porque, en la Cámara alta, Unión por la Patria -hoy Frente de Todos- tendrá un total de 35 senadores (33 propios, 2 del Frente de la Concordia): solo dos votos menos de los necesarios para el quórum. Con el apoyo de Juntos Somos Río Negro -cuyo líder, Alberto Weretilneck, ya le dio públicamente su apoyo a Massa para el balotaje- y alguno de los ex oficialistas de Unidad Federal -como el correntino Carlos "Camau" Espínola-, el peronismo podría fácilmente retener el control de la Cámara sin necesidad de ir a la pesca de adhesiones en el radicalismo.

Juntos por el Cambio, mientras tanto, ha logrado mantenerse más unificado en el Senado que en Diputados. Macri estuvo llamando a senadores del PRO para que respaldaran la candidatura de Milei, pero hasta ahora no ha tenido mucho éxito: solo Humberto Schiavoni, Alfredo De Angeli, José Torello y Carmen Alvarez Rivero anunciaron su apoyo al "libertario". En total, el interbloque cambiemita tiene 21 senadores y en el radicalismo calculan que, aunque hubiera una fuga de votos "por derecha", serían muy pocos. "En el Senado no va a pasar lo mismo que en Diputados. Somos menos y la relación es más personal, además de que los macristas más duros, como Schiavoni y Torello, no van a estar más a partir del 11 de diciembre", precisó un senador radical. 

La Libertad Avanza tendrá un total de 7 senadores. En el caso de que Milei gane las elecciones, deberá afrontar un arduo trabajo para sumar los 30 votos que le faltan para llegar al quórum. En principio buscará armar otra suerte de frente de "derecha" con les dirigentes del PRO duros, pero de todas maneras no llegaría a más de 14 votos. La primera minoría peronista será uno de sus principales escollos: el "libertario" deberá buscar la forma de romper sí o sí la unidad de UxP para aprobar sus reformas.