Fanáticos del clásico auto Fiat 600 realizaron una caravana de más de 700 "Fititos" para batir el récord mundial de autos "bolita" reunidos en un mismo lugar. La recorrida empezó en el autódromo de la Ciudad de Buenos Aires, copó la avenida General Paz, y terminó en el playón de la municipalidad Caseros, donde este domingo 5 de noviembre se celebra la inauguración del Museo del “Fitito".

El Museo del "Fitito" es el primer museo de un auto hecho en Argentina. Está ubicado en el barrio bonaerense de Caseros, a metros de la fábrica donde se construyeron casi trescientos mil de estos autos entre 1969 y 1982. 

Imagen: Museo del Fitito.

La exposición cuenta con ejemplares de colección itinerantes, piezas mecánicas únicas y un simulador para sentir en primera persona la experiencia de manejar un auto "bolita".

En el espacio también se pueden encontrar imágenes de la antigua fábrica, cartas y documentos de la exFiat. También se exhiben publicidades de la época, vestimenta de trabajadores y piezas mecánicas únicas donadas por fanáticos y coleccionistas.

Imagen: @MelinaIchu.

A partir del miércoles 8 de noviembre el Museo del Fitito queda abierto al público general. Los recorridos se realizan de miércoles a domingo de 10.00 a 14.00, tienen una duración de 45 minutos y se organizan en grupos de 20 personas. Para acceder a la visita es necesario completar este formulario.

La historia del "Fitito" en Argentina

El Fiat 600, "Fitito" o "bolita" marcó un antes y un después en la historia automotriz argentina. Este auto de pequeñas dimensiones se convirtió en uno de los más populares del país por su bajo costo económico y por ser accesible para gran parte de la población.

El "Fitito" fue inventado en Italia por Dante Giacosa en 1955. Algunos años más tarde, en 1960, el Fiat 600 empezó a producirse en Argentina. Desde ese año, y hasta 1982, la fábrica local puso en circulación casi 300 mil autos "bolita".

El primer automóvil salió de la línea de montaje de la planta de Fiat Concord de Caseros el 8 de abril de 1960. Durante las décadas del ‘60, ‘70 y ‘80, se adaptó a las necesidades de los ciudadanos locales con la fabricación de diferentes versiones para su uso en la ciudad y las rutas.

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