Si todo se confirma en las últimas horas, el candidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, estará en Santa Fe mañana. “No en Rosario (aunque nada se descarta hasta el último minuto), ya vino muchas veces. Necesita consolidarse más en el centro norte”, dijo uno de los armadores del ministro de Economía en la provincia. El programa habla de una reunión con empresarios en el parque industrial de Sauce Viejo y una charla mano a mano con jóvenes en la Universidad Tecnológica. Santa Fe no es Córdoba, pero aquí también tiene Massa para crecer en virtud de que aún dando vuelta la elección de octubre, Javier Milei quedó primero tres puntos arriba aquel domingo que ya parece tan lejano. El pronunciamiento a favor de su candidatura de parte del socialismo y los votos de Juan Schiaretti son clave en este territorio para superar al candidato libertario en el balotaje del 19. Hay ciudades santafesinas, no de las más grandes, en las que Schiaretti se ubicó segundo detrás de Patricia Bullrich.

Pero mientras se libra la madre de las batallas, sordos ruidos se dejan oir en el peronismo santafesino que mira con atención al domingo 19 pero también más allá. En rigor, el resultado del balotaje será fundamental pero la reconstrucción después de la derrota provincial deberá ser necesariamente propia. Mientras un nutrido grupo de intendentes y presidentes comunales del peronismo se reúne para expresar un apoyo total e irrestricto a la candidatura de Massa y acumula facturas para Omar Perotti; en el entorno del gobernador aseguran que “la línea con Massa es directa y permanente” con el mandatario santafesino que regresó de una larga gira por medio oriente para conseguir fondos para obras de infraestructura.

Aunque siempre es decepcionante para aquellos que esperan por una decidida gestualidad política pública de Perotti; los dirigentes santafesinos cercanos a Massa confirman que el gobierno provincial en general “está dando todo por la candidatura de Sergio. No hay mezquindades de ningún tipo en ese sentido”, dijeron las fuentes consultadas.

También aseguran que Perotti no está buscando ningún cargo nacional y que si esa propuesta llegase, obviamente será analizada. Pero el gobernador se prepara para entregar el bastón del Brigadier a Maximiliano Pullaro y asumir como diputado provincial del peronismo con un perfil extra chato como él mismo anticipó. “Vamos a aportar pero desde atrás, voy a estar un largo tiempo en silencio y me voy a dedicar a escribir sobre todo”, confesó el mandatario luego de perder la elección en su categoría.

Hasta los más cercanos a Perotti ven muy difícil cualquier posibilidad de revancha electoral en un futuro cercano. “Perotti fue un jefe pero no un líder, que es lo que todos esperábamos en que se convirtiera. Pero no está en su ADN”, señalan los peronistas más benévolos. Otros, varios por cierto, esperan con paciencia su “muerte política” y le siguen endilgando responsabilidades varias en el derrotero electoral del peronismo provincial que tardó 12 años en volver al poder. El problema es que toda “muerte política” necesita de un "matador” que por ahora no está en el horizonte. Con lo cual hasta que eso acontezca, Perotti seguirá teniendo cierta centralidad aún derrotado.

Los más perottistas, que se cuentan con los dedos de una mano, recuerdan que el gobernador sacó el 29% de los votos "igual que Massa y que Lewandowski, mientras que con Agustín Rossi y con Jorge Obeid el peronismo llegaba al 22%". Como para señalar que sólo con un candidato de las características del ex intendente de Rafaela será que el peronismo pueda encontrar su futuro.

“Estamos buscando un príncipe de menos de 50 años para que presida el partido y se convierta en nuestro futuro candidato”, se entusiasman algunos experimentados dirigentes. El problema es que por el momento no hay ni siquiera un vasallo de esas características. Todo es desde cero en la epopeya peronista santafesina. El más entusiasmado es Roly Santacroce, aunque ya pasó los 50, pero quiere presidir el PJ y juntar desde ahí. No la tiene fácil. “Está demasiado pegado a Perotti y no es confiable para un proyecto que no sea exclusivamente personalista”, aseguran mientras calculan cómo se pagaran las cuentas de la estructura partidaria desde afuera del poder, los alquileres, los sueldos de los empleados, y otros muchos gastos mensuales. La política nunca es gratis.

El senador nacional Marcelo Lewandowski también tiene más de 50, pero es uno de los mejores posicionados en base a la cantidad de votos que sacó como candidato a gobernador. Sin estructura propia depende de la necesidad y la confianza del peronismo todo para llevarlo a otra escala.

Un triunfo de Massa en el balotaje, obviamente dibujaría un nuevo mapa en el peronismo de la provincia. Las acciones del ministro de Transporte de la nación y diputado nacional electo, Diego Giuliano, aumentarían su cotización al igual que las del diputado provincial Oscar “Cachi” Martínez que no pudo renovar su banca en estas elecciones. También Agustín Rossi que no tuvo buenas resultados electorales en su provincia, tendrá otra gravitación como vicepresidente de la Nación. Precisamente, La Corriente de la Militancia que orienta prepara un encuentro nacional de jóvenes antes del balotaje, también para destacar el perfil de la agrupación del candidato a vice.

Cada vez que se habla del futuro del peronismo santafesino las miradas se dirigen a dos que sí tienen menos de 50 años y un enorme respeto de la militancia. Eduardo Toniolli y Leandro Busatto han tenido una muy baja cosecha de votos en esta última elección y sus estructuras -el Movimiento Evita y el rossismo, respectivamente- si bien les dan cobijo y respaldo, por ahora les impiden crecer hacia los costados en la cosecha de sufragios.

Por más tironeos que se noten antes y después del balotaje, la fecha clave es marzo 2024. Para ese mes citarían al Congreso del Partido Justicialista de Santa Fe y se decidirá el adelantamiento de la designación de una nueva comisión directiva con un nuevo presidente. Esto cuenta ya con la anuencia del actual titular del PJ, Ricardo Olivera. El desafío es que los hombres y mujeres que ejerzan nuevos cargos de conducción no vean reducidas sus tareas a meros trámites administrativos al no contar con liderazgos importantes y el respaldo que dan los votos. 

Antes de la orgánica el peronismo se sentará enfrente del futuro gobernador, disminuido y sin referencias claras. El peligro de una atomización más profunda se cierne sobre la fuerza que conducirá los destinos de Santa Fe hasta el 10 de diciembre.