Las letras locales han cosechado grandes nombres en ese inmenso árbol con el que suele compararse a la literatura nacional. Aunque esa categoría resulta todavía predominantemente porteña, la provincia exalta a sus figuras destacadas y así, cada 6 de noviembre celebra el día del escritor, y la escritora, de Salta.
La conmemoración se estableció a través de la Ley Nº 7728, que se sancionó el 14 de junio de 2012, fue promulgada el 5 de julio del mismo año, en coincidencia con la fecha del fallecimiento de Juan Carlos Dávalos, poeta, ensayista y narrador. El “patriarca de las letras salteñas”, pasó a la inmortalidad el 6 de noviembre de 1959. Ese mismo día, en 1892, partía también la pionera Juana Manuela Gorriti, primera novelista argentina y sudamericana, quien había nacido en Horcones, Rosario de la Frontera, Salta, el 15 de julio de 1816.
Por ello, para festejar este hito en el calendario, cuatro voces actuales reflexionaronante Salta/12 acerca del oficio de la escritura y aportaron detalles de sus páginas más recientes, entre otras cuestiones.
En este contexto, Raquel Espinosa aseguró que esta marca en el almanaque es “una acertada propuesta que recuerda las figuras insoslayables de Juana Manuela Gorriti y Juan Carlos Dávalos. Detrás de ellos sigue una larga pléyade de autores que atraviesan distintas épocas y llegan a la actualidad. Todos aportan de forma diversa y original a lo que ha dado en llamarse literatura salteña, que no es más que literatura argentina producida por salteños o en esta provincia”. La autora, nacida en General Güemes, destacó además que “La fecha reivindica a los trabajadores intelectuales que aportan su imaginación, sus pensamientos y sus sentimientos para la construcción de la patria, siempre una y múltiple a la vez. Celebro en esta fecha a mis escritores favoritos y a todos los escritores salteños”.
Literatura “Made in Salta”
Al mismo tiempo, entre las diferentes opiniones sobre esta necesaria efeméride, María Belén Alemán consideró que “Juana Manuela Gorriti fue una voz fuerte y necesaria que abrió puertas a las mujeres de su época y ensanchó fronteras”. En tanto, sobre Dávalos, indicó que “con su prosa y poética cuidadas escribió desde y sobre su tiempo y su lugar con mucha ironía y humor. El legado de ambos es muy importante, tienen una vasta obra que merece ser celebrada. Esta fecha permite revalorizar al escritor salteño de ayer y de hoy. El 6 de noviembre, muchos escritores somos invitados a las instituciones educativas, una manera de visibilizar autores locales y mostrar lo que se está escribiendo en Salta”.
Asimismo, Nelson Pérez expuso: “sería interesante que esta fecha sirva justamente para difundir las obras de los innumerables autores que la provincia ha dado. Escritores de un enorme talento, que dieron forma a una literatura original, profunda, potente, como la de Carlos Hugo Aparicio, César Alurralde, Teresa Leonardi Herrán, entre otros. Autores de una calidad superlativa, que se ubican, sin lugar a dudas, a la altura de los grandes escritores del país y la región”.
En paralelo, Daniel Medina explicó que la literatura "made in" Salta “posee distintas palabras, verbos y paisajes. Sin embargo, esto no es una regla inquebrantable. Hay múltiples formas de ser salteño, y, por lo tanto, no existe una única manera de escribir en la provincia”.
Por otro lado sostuvo que “ser escritor en Salta o en otras provincias del interior conlleva desafíos diferentes a los que se enfrentan en la capital del país, ya que, como se dice coloquialmente, ‘Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires’. Esto se traduce en problemas de distribución, dificultades para acceder a oportunidades de publicación y obstáculos para lograr que los medios nacionales reseñen o den cobertura a libros del interior. Podría seguir enumerando problemas, pero no pretendo convertir esta nota en un grupo de autoayuda”.
El oficio de la escritura
El arte de tejer palabras, de crear historias, versos, reflexiones, no es sencillo. Así, los consultados y consultadas bosquejaron algunos criterios alrededor de la tarea que los hermana.
En una conjunción de elemento, María Belén Alemán confesó que escribe desde la necesidad y el deseo. “Hay algo que tengo que decir y se me impone. Entonces surge el poema o el cuento. Uno escribe permanentemente en la mente, mientras caminás por la calle, en el supermercado. Las imágenes, las palabras van y vienen todo el tiempo a partir de la observación, la escucha atenta hacia afuera y hacia adentro. En algún momento surge la necesidad imperiosa de decirlo y el arduo trabajo de escribir, escribir, tachar, borrar, leer, releer, corregir y corregir. Escribir adentrándonos en otras vidas para intentar decir algo de la condición humana. Es un oficio que te lleva a otros escritores, a una lectura permanente que enriquece, es un compromiso que te abisma y te desvela”.
Por su parte, con la heterogeneidad propia de un proceso artístico, Medina describió: “A veces corro hacia el teclado como si sufriera síndrome de abstinencia. Otras veces soy como un niño que disfruta de jugar con palabras y que, mientras juega, se olvida de que el mundo existe. Hay días en que la escritura es trabajo y también chocar con las propias limitaciones. No creo que un mundo en el que no pueda leer, escribir y ver películas sea un mundo en el que valga la pena vivir".
En tanto, Nelson Pérez, afirmó que escribir es “dar vida a nuevos ecosistemas, es crear un mundo que antes no existía. El oficio de escribir nace y se hace cuerpo, como necesidad, como pasión, como impulso. Es algo que cruje, que tiembla desde lo más profundo. Y es por ello que se desarrolla todo el tiempo y en todo lugar, no sólo en el instante de sentarse a escribir, sino también en aquellos momentos en los que se observa, en los que se camina, en los que se contempla el devenir cotidiano. Y es que al escribir, las fronteras entre realidad y ficción se disipan, desaparecen, se transforman”.
Más aún, sobre este eje, Espinosa develó que la artesanía de la escritura implica “un trabajo que nace del deseo que impulsa a reflexionar sobre la realidad y ejercer la mirada contemplativa. A partir de ese momento, el trabajo se bifurca en investigaciones y transcripciones, en preguntas y en respuestas que siempre deberán ser revisadas una y otra vez hasta lograr aquello que más o menos se aproxima a lo que quiero decir. El armado final siempre requiere de auxilios para lograr una mejor producción. Entonces, sabiendo que he dado todo lo que podía de mí, suelto el texto y lo dejo en libertad para compartirlo con otros, los virtuales lectores”.
Libros nuevos para celebrar
¿Hay una mejor forma de festejar esta fecha que no sea entre las páginas más novedosas? En un breve recorrido por las obras más actuales de los autores y auroras convocados para esta reunión, se observa una saludable diversidad de estilos, géneros, con literatura pensada para una amplia variedad de destinatarios.
Específicamente, en Espinosa sobresalen producciones en el libro de ensayos y textos de opinión “Salta, la ciudad, el campo y sus lectores” que “reflexionan sobre distintas épocas, espacios y protagonistas de nuestra provincia, haciendo hincapié en el campo literario y periodístico. También, la colección de cuentos 'Palabras mágicas' que giran en torno al oficio de crear y sus dificultades, las lecturas, las demandas sociales, las utopías y los temas que preocupan a todos los seres humanos: las relaciones familiares, los vínculos afectivos, el sentido de la vida y el humor. La revista Todo es historia ha publicado en su último número mi texto ‘Cartas que hacen historia. El caso del Departamento Rivadavia en Salta’. Son textos aptos para todo público.
En otro orden de cosas, Pérez combina en “Los escritores infames” cuatro personajes “prácticamente invisibilizados por la sociedad, que se verán unidos por la propia dinámica del azar y de la ciudad (una Salta cercana, cotidiana, barrial), pero también por una misma pasión: las letras”.
Allí, añade: “Sus caminos se vincularán para transitar una aventura sin precedentes, arrojándose en cuerpo y alma hacia una meta irrevocable: convertirse en escritores. Para lograrlo, no importarán los métodos utilizados ni ciertos preceptos éticos que pondrán en duda, interrogando al lector sobre lo falso y verdadero del universo literario. Se trata de una novela intensa, humana, que prodiga ternura, humor, trasfondo policial y una intertextualidad inevitable”.
Como contrapartida, María Belén Alemán se enfoca en las niñeces, ya que su última publicación “es en cuento para niños, ‘Sorpresas trae el viento’, que dialoga con ‘El mar de las libélulas’ porque narra la historia de Gasira, una niña refugiada. Necesitaba encontrar una manera de hablar con los niños de estos temas”.
Todavía más, “El mar de las libélulas” conjuga una decena de historias “sobre la inmigración de nuestros antepasados y los migrantes actuales con toda la tragedia humana que ello conlleva. Inmigrantes y refugiados deben transformarse y adaptarse a nuevos destinos, sumergirse en otra cultura, otra lengua, deben volver a nacer y parirse huérfanos. Seres vulnerables cruzan océanos, desiertos o selvas con la esperanza de mejores horizontes. Estos cuentos surgen desde lo profundo para hacerse viento en el alma, libélulas en el mar. Personajes que nos dejan un eco insoslayable, para pensarnos más allá de nosotros mismos”.
Finamente, Daniel Medina acaba de publicar la novela "La felicidad de los normales" que muestra a una familia disfuncional: “el protagonista se gana la vida en un call center político, insultando a otras personas desde diferentes cuentas falsas. Su padre tuvo un rol protagónico en la dictadura militar y ahora tiene problemas de senilidad. Y en el comienzo de la historia la hija del protagonista desaparece y el principal sospechoso es un viejo compañero del secundario del protagonista”.
Sin duda, la pluralidad es uno de los atractivos centrales de las letras de hoy, con propuestas distintas para cada tipo de lector o lectora que, en este inicio de semana, tiene la oportunidad de acercarse a las librerías para adentrarse en los mundos y los pensamientos construidos por sus coterráneos, tiene la oportunidad de brindar así por este arte que en Salta despliega una tradición antigua y renovada, sostenida, vigente en el mapa de nuestra cultura.