El diputado nacional Rodolfo Tailhade hizo este martes un duro descargo luego de ser acusado por medios de comunicación y un sector de la oposición sobre supuestos vínculos con el expolicía detenido Ariel Zanchetta, sospechoso de una causa por espiar a jueces. Para el legisaldor, se trata de una "operación berreta" y apuntó al presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.
En la causa, juez federal Marcelo Martínez De Giorgi, ordenó la detención de cuatro sospechosos acusados de haber hackeado los teléfonos de jueces de la Corte Suprema y de magistrados de la Cámara Federal de Casación Penal.
En este contexto, a Zanchetta le atribuyeron haber solicitado información de Hornos y Borinsky a bancos de datos para responder a las preguntas necesarias para tomar control de los teléfonos y lo vincularon con Tailhade, quien por AM750 aclaró que no lo conocía y denunció una operación de parte del Poder Judicial.
Según trascendió, la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) del Ministerio Público Fiscal detectó que Zanchetta habría realizado 2157 pedidos de informes personales y que los justificaría diciendo que era para su oficio periodístico.
Lo cierto es que en las últimas horas comenzó a circular la información de que Tailhade se encontraba entre sus contactos, y los medios de comunicación vinculados con la oposición de Juntos por el Cambio levantaron la noticia recordando el rol de impulso que siempre tuvo el diputado con el juicio a la Corte Suprema.
La dura respuesta de Tailhade
Por AM750, Tailhade tuvo un durísimo descargo: “A mí me gusta. El problema es que puede tener alguna repercusión más allá de mí. Pelear contra la mafia siempre me gustó. Y esto es una operación de la mafia”.
En concreto, el diputado aseguró que se trata de una operación de “(Silvio) Robles y (Horacio) Rosatti. Ese es el verdadero origen de todo esto. Ya sea judicial o mediático. Ellos armaron esta operación berreta”.
En tanto, sobre Zanchetta, dijo: “No sé quién es. Nunca lo vi. Tengo tres mensajes de él. Dos contestados con un ‘gracias’ y otro sin contestar. Y después en WhatsApp tenía un montón de notas que me iba mandando. Pero no tenía una relación ni por qué sospechar”.
“Se presentaba como periodista. Verifiqué el medio, era de Junín. Nunca me pareció demasiado serio y por eso no le presté atención. Pero tengo cero miedo a la mafia de Comodoro Py. Voy a seguir adelante con esto. Todas las conversaciones que me mandaba supongo que se pueden rescatar desde la nube o algún lugar”.
Finalmente, fue duro contra el juez de la causa: “Hace 17 días le pedí a Martínez de Giorgi que si consideraba que me tenía que citar, me cite de inédito. Nunca me llamó. No sé si querrá que pasen seis años, como pasó en Parques Eólicos, como le pasó a Macri”.