La actividad de la construcción cayó 4,5 por ciento en septiembre respecto a igual mes de 2022, informó Indec. Es la sexta caída consecutiva, ya que la tendencia a la baja empezó en el mes de abril. En los primeros nueve meses del año, el sector acumuló una contracción del 2,9 por ciento respecto de igual período del año anterior, mientras que en la comparación respecto al mes anterior apenas descendió 0,1 por ciento.
El informe de Indec también presenta el dato de evolución del empleo en el sector con un mes de rezago, de modo que en agosto se emplearon cerca de 480 mil personas, cifra que acusó una variación positiva del 10,2 por ciento interanual.
El primer trimestre del año mostró datos erráticos para la construcción, con mejoras y desempeños negativos, pero a partir de abril se consolidó una tendencia contractiva, cuyo inicio puede ubicarse en el último trimestre de 2022.
La incertidumbre macroeconómica restringe la actividad privada, mientras que la obra pública se ralentiza en el marco del cumplimiento del acuerdo con el FMI. En el caso puntual de la actividad privada, el Indice Construya –-que releva la demanda de insumos para la construcción en las empresas líderes-- estimó una recuperación de la actividad del 1,9 por ciento en el mes de octubre.
De acuerdo al Indec, la variación en la demanda de insumos para la construcción durante septiembre anotó caídas en los siguientes casos: 13 por ciento interanual en placas de yeso; 10 por ciento en pisos y revestimientos cerámicos; 9,5 por ciento en artículos sanitarios de cerámica e igual variación para hierro redondo y aceros para la construcción; 9 por ciento abajo en la demanda de yeso; 7,8 por ciento la de cemento portland; 6,5 por ciento cales; 5,3 por ciento abajo hormigón elaborado y 3,8 por ciento en ladrillos huecos. Por el contrario, mejoró la demanda de pinturas (3,3 por ciento interanual) y de asfalto (1,6 por ciento).
Respecto a los últimos datos de empleo en el sector, que corresponden al mes de agosto, se verificó un aumento del 10,2 por ciento. Esto quiere decir que la mala performance en términos de actividad en el sector aún no se traduce en pérdidas de puestos de trabajo, variable que viene creciendo ininterrumpidamente.