THE MARVELS - 5

Elenco: Brie Larson, Teyonah Parris, Iman Vellani, Samuel L. Jackson y otros

Directora: Nia DaCosta

Productor: Kevin Feige

Guion: Megan McDonnell, Nia DaCosta, Elissa Karasik, Zeb Wells

The Marvels no es la película que salvará la franquicia pero tiene algunos elementos que pueden cimentar su sobrevida. Lo mejor de la nueva entrega de la factoría de Marvel Studios –esta vez con la dirección de Nia DaCosta- es su modestia. No es una película que se quiera comer el mundo, ni ser la más épica del cosmos ni reinventar la rueda. Propone nomás una hora y 45 minutos entretenidos. Y lo consigue con lo justo, sin alardes, pero tampoco sin desbarrancar.

En The Marvels se juntan tres de las superheroínas de la franquicia, incluyendo las dos que tienen esa palabra en su nombre. La Capitana, interpretada por Brie Larson, y la Ms., por Iman Vellani. La joven actriz tuvo una muy buena recepción por su trabajo en la serie que protagonizó en Disney+ y aquí ratifica lo conseguido. Junto a una tercera heroína tienen que frenar una crisis intergaláctica por fruto de un arranque genocida de los alienígenas skrull. La premisa incluye todos los tropos obligatorios del género: el reencuentro entre viejas conocidas, aprender a trabajar en equipo, alguna revelación trágica sobre el pasado de una y el habitual etcétera de peripecias. Lo dicho: The Marvels no busca reinventar nada. En lo argumental, apenas tiene algunas pinceladas de color en la resolución de algunas escenas y situaciones, mejor logradas que otros films, y hasta algún chiste interno en la figura de una princesa Disney.

De la fórmula habitual de la Casa de las Ideas mantiene el humor (más bien inocentón) y el ritmo casi incesante de la aventura, que no deja de avanzar. No hay un villano memorable –los hay pocos en la estructura marvelita- y gran parte de la chispa de la película se sostiene en el carisma y frescura de Vellani. Sin caer en spoilers, pero algún pasaje de la película sugiere en el futuro del universo Marvel un lugar para el personaje y bien podría ser la figura que Disney estaba buscando para prolongar la popularidad de su universo cinematográfico, o al menos cautivar a parte de las nuevas generaciones.

Un dato que llama la atención es su duración. Hacía rato que una película del género no duraba menos de dos horas. Sea porque está apuntada a un espectador más juvenil o porque a Marvel Studios lo afectó seriamente la mala publicidad cuando se divulgó cómo sobreexplotaba a sus equipos de efectos especiales, aquí la cosa resulta más modesta. Otro dato que cimenta la presunción del público juvenil es lo lavado de los diálogos. Si en otras cintas de la franquicia había al menos alguna discusión sobre la responsabilidad del poder o cosa semejante, acá ni siquiera hay alusiones a los derechos de las mujeres o su legitimidad como heroínas, que es un tema común en todas las películas de superhéroes protagonizadas por mujeres. Así, aunque no resulta una película imperdible ni particularmente memorable, pero cumple para entretener un rato. Aunque sea menos de dos horas.