Tiraría a la hoguera como un ritual, como limpieza, y no como una caza de brujas al prototipo tan generalizado por este tiempo en nuestra querida argentinidad, a la famosa grieta. Tiraría las ganas de cazar al diferente, a esas ansias de quemar al que está bajo sospecha, a ese odio que circula sin rumbo surcando caras y caretas donde dibujarse. Tiraría hasta mis ganas y ansias de venganza que me invaden cuando mi razón y lo amoroso pierden su trayectoria y se pulverizan. Porque soy una pequeña ciudadana común y corriente en éste, que es nuestro tiempo, y la vida se va y no vuelve más y creo que parafraseando a Chéjov, mi autor preferido, cuando ya no ardan más hogueras ¡podremos llegar a Moscú!
* Directora de Hermanas. Viernes a las 23, en el Camarín de las Musas. Mario Bravo 960. CABA.