Con una participación de más de quince mil personas de todo el país, el “Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en la Argentina” dio a conocer los resultados preliminares del primer estudio dedicado a la comunidad LGBTIQ+. Financiado por la Agencia I+D+i, fue realizado por más de cincuenta profesionales de diferentes disciplinas de las ciencias sociales y humanidades provenientes de universidades públicas y se llevó a cabo entre mayo y julio del 2023, con etapas virtuales y presenciales.

La provincia de Buenos Aires y Capital Federal fueron las regiones con mayor participación, con un cuarenta por ciento de las respuestas registradas sólo en el AMBA. Según afirmaron desde la organización, esta proporción es acorde a los patrones de distribución de la población general, salvo para el caso del NOA y, sobre todo, del NEA, regiones que se encuentran subrepresentadas en el estudio. En este sentido, los resultados no son, ni pretenden ser, estadísticamente generalizables a la totalidad de esta población, pero brindan información precisa y confiable sobre un gran número de personas.

De los participantes del Relevamiento, el 73,1por ciento se considera cisgénero, es decir, personas cuya identidad de género y sexo asignado al nacer coinciden. A su vez, la proporción de personas trans, no binaries y de género fluido fue del 22,5 por ciento, un número superior al reportado por otros estudios similares en la región.

Otro dato desprendido del estudio es el relacionado a la ocupación laboral. Si bien el 77,4 por ciento de las personas relevadas poseen trabajos, un 7,3 está en situación de desocupación. Esta tasa es mayor a la reportada para la población general que, según el INDEC, es de 6,2 puntos. Además, este número aumenta considerablemente entre varones y masculinidades trans, que representan 14,3 por ciento. Por último, un 15 por ciento de los participantes declaró haber tenido sexo a cambio de dinero u otro pago en algún momento de su vida.

La salud mental es otro de los datos recabados por el Relevamiento que presenta números notables. El reporte de estrés en los últimos doce meses varía entre 86,5 por ciento en gays y 96,9 en mujeres y feminidades bisexuales. La mitad, un 50,2 por ciento de quienes respondieron la encuesta, afirmaron que tuvieron depresión en el último año, alcanzando a uno de cada siete en el caso de los varones y masculinidades trans. También son ellos quienes mayormente reportan angustia, miedo o ansiedad, con 88,6 por ciento de los casos.

Este dato se complementa con el acceso a la salud pública, de la cual depende un 23,8 por ciento del total de la muestra y un 46,1 de las feminidades y mujeres trans. En este sentido, a lo largo del último año casi una en cinco de las personas encuestadas señalaron haber tenido una mala atención o sufrir maltratos por su identidad de género u orientación sexual en un centro de salud o por parte de profesionales de la salud. Como ocurre con otros indicadores de discriminación y agresiones evaluados por el Relevamiento, las personas trans, y sobre todo los varones trans y no binaries, reportan porcentajes que representan el doble de estas situaciones.

Por último, en el ámbito educativo el Relevamiento permite reconocer datos positivos. La mayoría de las personas participantes presentan un nivel secundario completo o superior incompleto. Casi un 55 por ciento de las personas gays cuentan con un nivel educativo superior completo o mayor. Estos números sitúan a la población de la muestra con niveles educativos superiores a la población general según la base de los últimos datos censales. Dentro de estos parámetros, son las personas trans, y sobre todo mujeres trans, quienes cuentan con un menor nivel educativo en términos comparados al resto del Relevamiento, seguidas por no binaries y otras identificaciones.

El equipo de profesionales a cargo del estudio espera dar a conocer los resultados completos en las próximas semanas. Estos serán los primeros datos sólidos sobre la comunidad LGBTIQ+ de Argentina que, a diferencia de otros países de la región, carecía de estudios de este tipo. Los resultados servirán, según informó el Doctor en Comunicación por la UNLP Alejandro Silva Fernandez, “para empezar a pensar políticas públicas sobre bases más sólidas y no sobre supuestos”.