La Policía Federal de Brasil detuvo a dos personas en el marco de una operación para "desbaratar actos de terrorismo" en el país, que se presume estaban dirigidos contra la comunidad judía en el país, en el marco de la guerra que lleva adelante Israel contra el grupo palestino Hamas. Distintos medios como Folha, O Globo y CNN revelaron, en base a fuentes de la investigación, que los sospechosos estarían vinculados con el grupo chiita libanés Hezbollah y recientemente realizaron viajes al Líbano. La tesis fue validada por el servicio de inteligencia israelí Mossad.
Los dos sospechosos, cuyas identidades no fueron reveladas, fueron detenidos en el estado de San Pablo. Uno de los ellos fue interceptado cuando desembarcaba de un viaje al Líbano, mientras se emitieron órdenes de detención contra dos personas que se encuentran en el país árabe, presuntamente vinculadas al mismo complot. La Policía Federal también allanó 11 domicilios en los estados de Minas Gerais, San Pablo y en Brasilia.
Según las autoridades la operación tenía como objetivo buscar pruebas sobre un posible reclutamiento de brasileños para llevar adelante "actos extremistas" en el país. "Los reclutadores y reclutas deberán responder por los delitos de formación o incorporación a organización terrorista y realización de actos preparatorios de terrorismo, cuyas penas máximas, sumadas, alcanzan los 15 años y 6 meses de prisión", indicó un comunicado policial. Según la investigación, detalló el medio O Globo, el grupo planeaba llevar a cabo atentados contra edificios de la comunidad judía en Brasil, "incluidas sinagogas".
El posible nexo con Hezbollah
Las autoridades israelíes confirmaron que el operativo en Brasil se llevó a cabo junto al Mossad y otras agencias internacionales de seguridad, y aseguraron que se consiguió frustrar un "ataque terrorista" planificado por la milicia chiita libanesa Hezbollah, que fue "dirigido y financiado por Irán". "Se trataba de una extensa red que operaba en otros países", indicó la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un comunicado.
La Confederación Israelí de Brasil (Conib, por sus siglas en portugués) dijo que ve con "mucho temor" la hipótesis de que sospechosos asociados a Hezbollah "vengan para realizar atentados" y felicitó a las autoridades del país por "actuar de forma preventiva". "Toda la comunidad judía quiere que Brasil siga siendo un lugar de convivencia armónica y que esos criminales sean castigados con todo el rigor de la ley", indicó el vicepresidente de la asociación hebrea, Daniel Bialski.
Según el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flavio Dino, la operación de la Policía Federal fue una acción preventiva motivada por una "hipótesis". "Tenemos un compromiso claro, encabezado por el presidente (Lula da Silva), de combatir el terrorismo. Hoy la policía está llevando a cabo una investigación sobre la hipótesis de una red terrorista que busca establecerse en Brasil. Y eso demuestra que estamos sólo del lado de la ley, de los compromisos internacionales que Brasil ha asumido", explicó Dino al participar de un acto en Río de Janeiro.
Expertos en seguridad investigaron en los últimos tiempos la supuesta presencia de Hezbollah en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay. "En el trasfondo de la guerra en Gaza, Hezbollah y el régimen iraní continúan operando alrededor del mundo para atacar blancos israelíes, judíos y occidentales", dijo el Mossad en una nota.
Sin embargo las operaciones antiterroristas no son frecuentes en Brasil, que no registra grandes ataques en su territorio. Unos 107 mil judíos viven en Brasil, la segunda comunidad más grande de la región después de la argentina. Los judíos sefardíes fundaron la primera sinagoga del continente en la ciudad de Recife en 1636.
Desde la nueva escalada de la violencia en Medio Oriente, derivada del ataque de Hamas del 7 de octubre contra territorio israelí, la zona fronteriza del sur de Líbano es escenario a diario de intercambios de disparos entre el Ejército israelí y Hezbollah y sus aliados, que apoyan al grupo palestino.
La semana pasada, en su primer discurso desde el inicio de la guerra, el líder del movimiento chiita libanés, Hassan Nasrallah, dijo que los ataques de Hamas en territorio israelí fueron "correctos, sabios y justos", aunque aseguró que su planificación fue "100 por ciento palestina", mientras advirtió sobre una ampliación del conflicto.
El ataque de Hamas dejó más de 1.400 muertos en Israel, la mayoría civiles, así como 240 rehenes, entre ellos una veintena de nacionalidad argentina. En tanto, la ola de bombardeos y las operaciones terrestres de Israel en la Franja de Gaza, bajo control de Hamas, dejan ya más de 10.500 muertos según las autoridades del enclave palestino.