Un equipo de tres investigadoras del Instituto de Virología José María Vanella, dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), alertó sobre los efectos negativos que conlleva la prevalencia de infecciones de transmisión sexual en embarazadas, como el Virus del Papiloma Humano (VPH) y Clamidia. Además, impulsa el desarrollo de potenciales antivirales sobre la base de productos de origen vegetal con resultados iniciales prometedores.

La génesis de la investigación se remonta al 2017, cuando un estudio realizado entre ese año y el 2019 arrojó un 69% de detección positiva para VPH en mujeres de 15 a 42 años de la ciudad de Córdoba, que se encontraban cursando el tercer trimestre de embarazo. Se trata de un virus con más de 100 genotipos, algunos de ellos de bajo riesgo, y otros de mayor complejidad y que se asocian, entre otros, al cáncer de cuello de útero.

Según Jéssica Mosmann, directora del proyecto, se espera que las cifras pospandemia sean similares o incluso mayores porque durante la emergencia sanitaria “hubo un aumento de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), con una menor cantidad de consultas médicas y controles de rutina como consecuencia del impacto que tuvo el Covid-19”.

En relación al VPH, aclaró que es un virus que pueden tener tanto hombres como mujeres y que, al tratarse de una infección generalmente asintomática, muchas veces es difícil detectarlo salvo cuando se encuentra una lesión particular, situación que será más o menos factible según el genotipo del virus o el sistema inmune general de la persona.

Impacto en embarazadas y transmisión a niños

Precisamente, las personas gestantes suelen presentar un sistema inmune más susceptible ante diferentes tipos de infecciones, además de tender a no cuidarse a la hora de tener relaciones sexuales, algo que favorece, según indicó la Licenciada en Genética, a un aumento de las ITS.

“Es por ello que consideramos que tanto por tratarse de una infección asintomática como por la falta de utilización del preservativo en quienes están embarazadas que las enfermedades de transmisión sexual han crecido tanto en su porcentaje”, explicó Mosmann. Asimismo, el impacto en personas gestantes es doble si se tiene en cuenta que la infección puede ser transmitida al niño o niña con consecuencias importantes a futuro.

“El proyecto hace un gran enfoque en una patología que se llama papilomatosis respiratoria recurrente, que es contraída por el o la bebé en el momento del parto al aspirar partículas que están infectadas por el virus, y que se manifiesta por lo general a partir de los 3 años en adelante con la aparición de verrugas en la parte laríngea, de la garganta, y que, si bien son benignas, empiezan a crecer y obstruyen las áreas respiratorias”, remarcó la directora del proyecto.

Gentileza UNC

Ante esta situación es necesario recurrir a una cirugía para extirparlas, aunque las verrugas suelen regenerarse, lo que amerita intervenciones quirúrgicas una o dos veces al año. “Esto es lo que queremos evitar con la detección temprana del VPH en personas gestantes y para evitar que los niños sufran en un futuro”, subrayó Mosmann.

Extractos de plantas como posibles antivirales

Una de las aristas más prometedoras de la investigación es la que refiere a la utilización de especies de origen vegetal que podrían ser utilizadas con fines terapéuticos para tratar la infección por HPV, tales como el “diente de león” (taraxacum officinale) y la “carqueja” (baccharis crispa).

“En los estudios preliminares vimos que los extractos de esta planta conocida como diente de león disminuía la expresión de los oncogenes del virus. No sirve para evitar la infección, sino para aminorar su actividad”, afirmó.

En esa línea, la especialista aclaró que las investigaciones están recién en sus estadios iniciales y que falta un largo camino a recurrir: “No vamos a salir a decir que encontramos una planta que cura el cáncer porque sería generar falsas expectativas, pero los primeros resultados han sido positivos”.

El proyecto es uno de los seleccionados por la convocatoria 2022/23 de Jóvenes en Ciencia, un programa del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba con el apoyo de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender, la UNC y el Conicet Córdoba.

El valor de la prevención y la salud pública

Por otra parte, quien también se desempeña como docente en la casa de estudios superiores cordobesa subrayó que las cifras relacionadas con infecciones por HPV en el país son muy variadas. “En provincias como Chaco, Jujuy o Formosa tienen valores mucho más altos que en otras regiones”.

Ante esta situación puso el foco en la necesidad de profundizar el acceso a los controles ginecológicos para así detectar una posible infección, en especial en el caso de personas gestantes. También, puso el foco en la bacteria Chlamydia trachomatis.

“Gracias a muchos estudios que se han hecho en nuestro laboratorio y a nivel nacional hemos logrado que las obras sociales cubran la detección de esa bacteria, asociada a los abortos, en las clínicas de fertilidad. De esta forma, una pareja o una persona en forma individual que decida hacerse un tratamiento tiene garantizada el estudio para ver si tiene clamidia”, observó Mosmann.

A su vez, ponderó que al momento de dar clases tanto en el grado como en el posgrado le suelen mostrar fotos a los alumnos de distintas lesiones “horribles” para que lo vean en forma más real, en tanto que destacó una campaña realizada en conjunto con profesionales de la odontología pertenecientes a la UNC para concientizar tanto a los estudiantes como a la población en general.

“El sexo oral es otra vía de contagio de VPH y clamidia, y es por ello que hicimos una campaña llamada ‘sacale la lengua al cáncer’, en la que intentamos poner en valor la necesidad de hacerse chequeos de la boca más allá de las piezas dentales. La prevención es un aspecto fundamental y por eso es importante garantizar el acceso a la población a diferentes estudios que redunden en una mejor calidad de vida”, finalizó.