La vacuna contra el dengue aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) está disponible en la red de vacunatorios privados del país, según anunció este jueves el laboratorio que la produce.
Su uso está autorizado a partir de los 4 años, aunque todavía el Ministerio de Salud de la Nación no tomó una decisión sobre su incorporación al calendario nacional u otros criterios de cobertura. Según anunció el laboratorio Takeda solo una empresa de medicina prepaga estaría cubriendo el 40% del valor.
Para su aplicación es necesario tener una indicación médica. Y el esquema es de dos dosis, en un intervalo de 3 meses. Cada dosis tiene un valor de $37.500., y se comercializa bajo el nombre de Qdenga.
Las contraindicaciones son embarazadas, mujeres que están amamantando y personas inmunosuprimidas.
30.000 dosis en Salta
La primera provincia en recibir las dosis para inmunización contra el dengue será Salta, y el norte provincial, la primera zona en donde se aplicará la vacuna.
Así lo anunció el ministro de Salud Pública de la provincia, Federico Mangione, quien indicó que se acordó la entrega de las primeras 300 mil dosis, dado que la vacuna completa consta de dos dosis a aplicar en un intervalo de tres meses entre una y otra.
"La cobertura es del 87 por ciento de defensa", sostuvo el funcionario, que también es médico. Esto implica que previene el desarrollo de la forma grave de dengue, por lo cual solamente puede atenuar el cuadro y no evitarlo. “La única forma de combatir el vector es descacharrando durante todo el año”, afirmó.
Se determinó que la inmunización sea en personas de entre 25 y 39 años. La decisión fue delineada según la incidencia de la enfermedad, independientemente de si las personas comprendidas en ese rango etáreo han tenido o no alguno de los cuatro serotipos de dengue.
La vacuna en principio es efectiva para combatir cualquiera de los serotipos de la enfermedad. Y se debe renovar su aplicación cada cinco años.
Mangione aclaró que por el momento solamente se pudieron conseguir estas primeras 300 mil dosis. Se prevé que la primera mitad llegue antes de fin de año para poder iniciar así el operativo de inmunización en el norte.
La administración de la vacuna será por vía subcutánea, preferentemente en la parte superior del brazo. Es una vacuna tetravalente (o sea, contra cualquiera de los serotipos), marca QDENGA, del laboratorio japonés Takeda, aunque Mangione indicó que estas primeras dosis provienen de Alemania.
No está indicada para embarazadas, mujeres en período de lactancia, ni para personas con inmunocompromiso.
Evitar la saturación en hospitales
En la conferencia de prensa participaron el director general de Coordinación Epidemiológica, Francisco García Campos, y la jefa del programa de Inmunizaciones, Adriana Jure, quienes dieron detalles de la forma en que se aplicarán las vacunas contra el dengue, de acuerdo con los análisis epidemiológicos efectuados. En una primera etapa, las dosis se destinarán a los departamentos Orán, San Martín y Rivadavia. Luego se avanzará con Anta y General Güemes.
Esta vacuna ha sido aprobada en Indonesia, la Unión Europea, el Reino Unido y Brasil. Presenta 19 estudios clínicos realizados en diferentes centros de 13 países.
La aplicación de la vacuna puede producir algunas reacciones leves a moderadas, que pueden durar de uno a tres días, como dolor en el lugar inyectado, dolor de cabeza, dolor de cuerpo, eritema en el lugar de la inyección, malestar general, astenia y fiebre. Estos efectos son menos frecuentes con la aplicación de la segunda dosis.
“Como toda vacuna, esta también disminuye las formas graves de enfermedad, las internaciones y defunciones”, explicó Jure, agregando que las dosis se distribuirán en forma gradual a los departamentos de mayor riesgo.
La funcionaria dijo que la vacuna “tiene una eficacia comprobada de más del 80 por ciento y disminuye en más del 90 por ciento los casos que requieren internación”. Se destacó que esta es una estrategia necesaria, dado que durante los brotes de la enfermedad los centros de atención sanitaria se saturan, ya sea por las consultas o por la necesidad de internaciones frente al avance de la enfermedad.