“Presumo que no va a haber sólo un bloque.” El análisis es de Guillermo Castello, diputado liberal, hoy al frente del monobloque Libre en la Cámara Baja bonaerense. Pertenece al trío de legisladores que ingresaron en 2021 de la mano de José Luis Espert y está a la espera del arribo de los trece representantes de La Libertad Avanza que obtuvieron sus bancas el 22 de octubre. Tiene sus reparos sobre la posible filiación ideológica de los legisladores que responderían a Javier Milei, pero no duda en apoyar al libertario, más allá de que “tercerizó” su construcción en la Provincia.

El escenario de un único cuerpo de dieciséis diputados liberales para la LLA empieza a asemejarse a una utopía. Los tres que actualmente están en La Legislatura, tanto Castello, como Nahuel Sotelo y Constanza Moragues, llegaron a sus bancas desde Avanza Libertad pero hoy funcionan como tres monobloques. A su vez, el grupo de trece diputados electos de LLA ya manifestó diferencias internas a partir del reciente comunicado donde ocho legisladores rechazaron el acuerdo entre Milei y Mauricio Macri.

“No quiero abrir un juicio de valor hasta que no nos podemos sentar”, aclara. Y sobre las razones que motivaron a estas decisiones de parte de Milei, Castello considera que “se apuró” y que debería haber aguardado algunos años más para candidatearse a la presidencia y construir un partido legítimo, tal como lo habló con este medio meses atrás.

—Luego del cierre de listas usted definió a las nóminas de Javier Milei en la provincia como "impresentables". ¿Hoy piensa lo mismo?

—Pienso que los muchachos que van a asumir no son liberales. De todas formas, no quiero abrir un juicio de valor hasta que no me pueda sentar con ellos.

—¿Esto romperá el bloque?

—Presumo que no va a haber sólo un bloque. Pero bueno, hay que sentarse. Yo vengo del partido Recrear, después estuve en la Coalición Cívica cuando era el partido más liberal del país y donde estaba Fernando Iglesias. Busqué ese espacio liberal en Juntos por el Cambio, pero cuando vi que no arrancaba me fui con Espert. Yo siempre fui liberal, lo era cuando ser liberal era mala palabra. Me pelee con JxC porque hacían cosas estatistas. Yo lo que sé es que voy a estar un bloque liberal.

—¿Tuvo contacto con Milei en estos días?

—No, nada. Tuve trato, pero hace más de un año, pero el decidió tercerizar el armado de la provincia y se la dio a otros partidos. En su momento, esto lo hablé con Carlos Kikuchi y Nicolás Pareja. Ahora hay legisladores provinciales y concejales que ingresaron en la última elección que no vienen del liberalismo, y eso genera una decepción en los liberales.

—Más allá de esto, ¿lo apoya a Milei?

—Sí. Apoyo su candidatura con muchos resquemores por lo que pueden hacer sus legisladores en la provincia. Yo hubiera preferido un proceso más gradual, con el armado de un partido y no correr el riesgo de defraudar a los votantes. Hubiera preferido que no fuera candidato a Presidente ahora. Hay que cuidar la República y las representaciones, porque si Milei pierde el balotaje va a ser más fácil para muchos justificar una salida del espacio.

—¿Coincide con el comunicado de los diputados electos de LLA que rechazaron el acuerdo con Macri?

—No. Creo que el acuerdo es una decisión de real politik. Milei con eso se está recibiendo de político. Yo creo que suma más de lo que resta, porque el balotaje es una elección donde se reformula el sistema, donde tenés que salir a captar a quienes votaron al tercero y al cuarto. El tema es que no se sabe que se cedió y qué se acordó.

—¿Esto no atenta contra el perfil de Milei y su discurso anti-casta?

—No creo que atente contra su electorado porque es firme y no tiene otra opción. Entre las PASO y las generales mantuvo su 30 por ciento. Ahora tiene que salir a captar. Ahí tenes dos escuelas: la de Duran Barba que dice que cualquier acuerdo es malo para cualquier candidato, y mas aún para un outsider, y que deben estar alejados de la casta. Yo soy más tradicional: Milei tiene un 30 por ciento de voto más consolidado, y entonces debe buscar el 25 por ciento que le falta Bullrich y Juan Schiaretti. Hoy Macri y Patricia dicen que van a cuidarlo y rodearlo, lo que despeja las dudas para parte del electorado de JxC sobre la posibilidad de que Javier pueda hacer una buena presidencia y tenga gobernabilidad.

—Sobre Milei hay muchas consideraciones alrededor de lo que se define como su “estabilidad emocional”.

—Quiero que quede bien en claro que no tengo ninguna duda sobre sus condiciones. Es claro que no somos Suiza, que hay presiones, y a poca gente le gustaría estar en los zapatos de Milei. Pero todo eso que dice no es así.

—¿Se pusieron en contacto con usted desde el grupo de diputados electos de LLA?

—Hace unos meses hablé con Carlos Luayza, presidente de Unión Celeste y Blanco, y que asume ahora, y me dijo que ellos eran un partido aparte. Sé que está Agustín Romo, un pibe que es liberal. Pero en realidad no conozco a nadie de los que vienen. No sé qué piensan ni que pretenden. Habrá que esperar para ver qué pasa.

—¿Y con Nahuel Sotelo y Moragues Santos lo conversó?

—Con ellos entramos por liberales. No sé qué harán ahora. Nuestro bloque se atomizó a partir de la candidatura de Milei y las idas y vueltas de Espert. Yo fui el último en dejar Avanza Libertad porque pensé que era prematuro irse, porque nos habían elegido en otra lista. Mantuve el nombre Avanza Libertad. Pero lo de Espert con Horacio Rodríguez Larreta fue un límite, porque, incluso, en ese momento el sector del PRO más afín a lo que pensamos era el de Patricia Bullrich.

—¿Se puede hacer lo que propone Milei sin contar con una mayoría legislativa?

—Depende en gran medida de la magnitud del triunfo en el balotaje. A partir de ahí, será importante el reacomodamiento de JxC, cuantos legisladores de ese espacio bancan a Milei, saber si JxC tendrá ministros en el gabinete de Milei. Es claro que hacer esas transformaciones no son sencillas, hay que moverse, pero con que se haga el 40 por ciento de lo que propone Milei me doy por satisfecho. Después habrá que esperar dos años y ver si se consolida el apoyo de la sociedad y hay más legisladores propios.

—Habiendo sido parte de Cambiemos, ¿por qué cree que hoy se encuentra tan divido?

—Cambiemos explotó por ser una mezcolanza para ganarle al kirchnerismo. Dentro de JxC hay sectores más cercanos a la socialdemocracia, está el radicalismo, y hoy todo eso se está aclarando. Hay un sinceramiento. Cuando yo estaba era una situación irrespirable, con diferencias dentro del PRO que hoy creo que son irreconciliables. Es algo que también le pasó al kirchnerismo en 2015, donde José Ottavis terminó por un lado, el massismo por otro y los intendentes por su lado también.