El Partido Socialista Español (PSOE) y la agrupación Junts per Catalunya (JxCat) cerraron este jueves un acuerdo en torno a una ley de amnistía para separatistas de Cataluña que da vía libre a la reelección del líder socialista Pedro Sánchez como presidente del gobierno. A cambio de su voto para reelegir a Sánchez, JxCat obtuvo el compromiso de la futura adopción de un indulto para dirigentes y militantes procesados por un intento de secesión de Cataluña de España de 2017, iniciativa que disparó de inmediato el rechazo de la derecha y la ultraderecha, que ya venía convocando a manifestaciones violentas en los últimos días.
Advertencia catalana
El acuerdo fue firmado en Bruselas, adonde huyó el líder independentista Carles Puigdemont luego del fracaso de la tentativa de secesión de Cataluña en 2017 para esquivar a la justicia española. Puigdemont alertó que para verificar su cumplimiento será necesario "tomar todas las precauciones posibles", ya que entre el PSOE y los independentistas catalanes hay "demasiados años de incumplimientos".
Para Puigdemont es "innegable" que la historia entre los socialistas y JxCat "no invita al entusiasmo ni a la confianza", y por eso insistió sobre la importancia de un mecanismo de verificación del cumplimiento de los acuerdos alcanzados. Se trata, señaló el líder catalán, de un "mecanismo independiente" que acompañe las conversaciones y verifique el cumplimiento de los compromisos, que "no puede ser ni catalán ni español y por lo tanto debe ser internacional".
Por su parte Santos Cerdán, firmante por el PSOE, dijo que "el acuerdo no es (solo) un acuerdo de investidura" con el fin de que los siete diputados de Junts den sus votos indispensables para que Sánchez logre ser investido de nuevo por el Parlamento. "Es un acuerdo de legislatura" con el objetivo de asegurar "estabilidad (del gobierno) durante la legislatura de cuatro años", agregó Cerdán, quien precisó que esta amnistía, que debería permitir el regreso de Puigdemont a España, cubrirá hechos ocurridos desde 2012, año del inicio de la escalada separatista en Cataluña.
¿En qué consiste el acuerdo?
El documento del acuerdo, difundido por los socialistas, establece que la futura amnistía será para todos los relacionados "directa o indirectamente" con el proceso independentista "entre 2012 y 2023". Sobre la posibilidad de un referéndum, Puigdemont comentó que será en todo caso negociado a través de un mediador internacional, aunque el documento pactado apunta que se basaría en lo que la Constitución española establece para "decisiones políticas de especial trascendencia".
Las dos formaciones se pusieron de acuerdo para emprender conversaciones relativas a la cuestión del "reconocimiento nacional de Cataluña", precisa el texto del acuerdo. Durante esas negociaciones, el partido de Puigdemont ya avanzó que volverá a reclamar la organización de un referéndum de autodeterminación, una línea roja para el gobierno central.
Apoyado por la izquierda y los partidos vascos, la ley de amnistía deberá ser adoptada por el Parlamento en cuanto Sánchez sea investido por los diputados, previsiblemente la próxima semana. Gracias a este acuerdo, Sánchez parece muy cerca de lograr una nueva investidura después de haber vencido los sondeos que proyectaban su derrota definitiva en las elecciones legislativas del 23 de julio, celebradas solo dos meses después de la debacle de la izquierda en las elecciones locales.
Apoyado en el Parlamento por una parte de los independentistas desde hace cinco años, Sánchez ya indultó en 2021 a los nueve dirigentes separatistas condenados a prisión por su responsabilidad en el intento separatista y, al año siguiente, su mayoría reformó el Código Penal para suprimir el delito de sedición por el que fueron condenados.
Rechazo de Vox y el PP
Esta nueva concesión a los independentistas subió la tensión en el país. La derecha y la extrema derecha acusan a Sánchez a estar dispuesto a todo para mantenerse en el poder. Numerosas manifestaciones se convocaron en contra de la medida, y las últimas movilizaciones de la extrema derecha frente a la sede del partido socialista en Madrid terminaron en enfrentamientos con la policía.
Luego de conocer el acuerdo que desbloquea la investidura de Sánchez, el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, sentenció: "España ha perdido, los independentistas están ganando y el PSOE ha desaparecido". El PP de Núñez Feijóo fue el más votado en las urnas en julio, pero no logró los apoyos parlamentarios para hacerse con el poder al intentar la investidura en septiembre.
Núñez Feijóo acusó a Sánchez de "ceder en un chantaje" al independentismo con tal de mantenerse en el poder. La presidenta del gobierno regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue más allá al denunciar que España está al comienzo de "una dictadura". El presidente de Vox, Santiago Abascal, pronosticó este jueves que España vivirá "un período negro en su historia" como consecuencia del acuerdo alcanzado entre el PSOE y Junts.
Además de los catalanes, Sánchez cuenta con el respaldo de la formación de izquierda con la que gobernó hasta el momento en coalición, ahora denominada Sumar, y de otras fuerzas nacionalistas e independentistas catalanas, vascas y gallegas. El ahora presidente en funciones necesita para su investidura la mayoría absoluta, es decir, 176 de los 350 escaños del Congreso o Cámara baja del Parlamento español. Si no la lograra, 48 horas después en una segunda votación solo necesitaría mayoría simple para seguir gobernando cuatro años más en España.