La candidata a vicepresidenta por la Libertad Avanza (LLA), Victoria Villarruel, tuvo ayer tres respuestas muy concretas frente a su pedido de libertad a genocidas al poner como ejemplo al represor Juan Daniel Amelong. Primero cruzó lanzas con el diputado Eduardo Toniolli, por cuyo padre desaparecido fue condenado Amelong. "Le pedí a Villarruel que cuando visite a sus amigos genocidas en la cárcel, les pregunte dónde están los cuerpos de nuestros compañeros", le dijo el legislador en plena sesión dela Cámara Baja nacional. Tambien Florencia Garat, hija del desaparecido abogado Eduardo Garat, y Sabrina Gullino Valenzuela Negro, nieta recuperada e integrante de Hijos; salieron al cruce de los últimos dichos de la candidata a vicepresidenta del partido libertario.

Ayer Villarruel le contestó en redes sociales: “Entiendo y comprendo el dolor que como hijo sentís y que es totalmente válido, pero es importante dar contexto. Tu papá era miembro de Montoneros. Terroristas de Montoneros asesinaron al padre de Amelong en democracia. Raúl Amelong era un civil asesinado frente a su hija de 16 años en la vía pública en Rosario. Era padre de 11 hijos que quedaron huérfanos simplemente porque su padre era subgerente en Acindar. Su hijo que es militar fue condenado por lesa humanidad pero no lo veo hace muchísimos años porque lo entrevisté para su papá, pero quiero que estén presos los asesinos de su padre o sea los camaradas del tuyo. Digamos todo”.

Toniolli no tardó en contestar: "No acepto tus condolencias, tan falsas como tus supuestas entrevistas 'académicas' con los genocidas: vos brindabas con Videla y con Amelong en sus celdas, celebrando sus crímenes. Ayer como tragedia, hoy como farsa: ellos desaparecían para que Martínez de Hoz pudiera aplicar su plan económico, vos hacés el trabajo sucio para entregarnos al capital financiero internacional, para dejarnos sin moneda nacional, para entregarle las Malvinas a los kelpers, para privatizar la salud y la educación. No lo vamos a permitir". 

Tambien Florencia Garat, hija del desaparecido abogado Eduardo Garat, salió al cruce de los últimos dichos de la candidata a vicepresidenta del partido libertario. Flor recordó que su padre fue secuestrado mientras esperaba un taxi en Rosario. "Por reconstrucciones, la apertura de las causas y la aparición de algunos testigos pudimos reconstruir que lo llevan a una quinta, prestada por la Iglesia Salesiana, el lugar se llamaba Ceferino Namuncurá, ( funcionaba en el actual predio del Liceo Aeronáutico de Funes) . En ese lugar estuvo con dos personas más, los dos sobrevivieron. Uno murió hace muchos años y el que está vivo declaró el año pasado. Dijo que estuvieron todo el tiempo con grilletes, en condiciones pésimas de todo tipo, de alimentación y de higiene. Los sacaban para torturarlos y en una de esas sesiones de tortura mi papá se muere. Ellos escuchan los gritos, y después lo psicopateaban con eso. Les decían: ‘Ustedes van a terminar igual‘ ”

Por su parte Sabrina Gullino Valenzuela Negro, nieta recuperada e integrante de Hijos Rosario recordó en una entrevista con Radio Nacional Rosario Fontanarrosa que fue "Amelong quien me dejó abandonada en el hogar del huérfano cuando yo era bebé", remarcó la mujer, que aún busca a su hermano mellizo.

En declaraciones al programa La siesta jugada la militante de derechos humanos recordó que "los represores y genocidas han tenido todas las garantías de la ley" a diferencia de los militantes desaparecidos y asesinados en los 70. "Estamos consternados porque en Rosario y la región conocemos bien los graves delitos que cometió Amelong". Por último, agregó que "los dichos" de Villarruel en el debate de candidatos a vice en TN "son muy graves y confunden al electorado", y cerró: "Hay que ejercitar la memoria, sobre todo en este momento. Y volver a las verdades jurídicas". 

Más tarde y en la red social Instagram Gullino posteó que "el teniente Daniel Amelong, al que Villarruel defiende y presenta como una víctima de esta 'Memoria incompleta'-, fue junto con (Walter) Pagano, uno de los represores que me buscaron en el Instituto Privado de Pediatría y me abandonaron, con apenas días de nacida, en la puerta del Hogar del Huérfano de Rosario. Era la madrugada del 27 de marzo de 1978 y para garantizar que alguien atienda la puerta (como buenos cristianos), colocaron un escarbadientes en el timbre. Amelong seguramente sabe -si no es que fue él mismo- quién asesinó a mi madre y puso su cuerpo desnudo, con los brazos atados atrás y con una bolsa de nylon en la cabeza, en un baúl de un Peugeot 504 para reunirlo con los cuerpos de los otros 14 compañeros -asesinados- en el CCD conocido como La Intermedia, una propiedad de la familia de Amelong, ubicada camino a Santa Fe. Puede Villarruel preguntarle a su amigo Amelong, su defendido, juzgado a varias cadenas perpetuas en 5 juicios, ¿A quien le entregó al Melli? Nuestra familia está incompleta" sentenció en su posteo Sabrina Gullino.