La Policía Federal realizó operativos en seis domicilios de González Catán y logró la detención de tres jóvenes a los que se imputan las amenazas a decenas de estaciones de trenes, colegios y oficinas públicas. Los detenidos por las amenazas se autodenominaban como “La Mafia del Hentai”, que en japonés significa “la mafia de los pervertidos”. Sin embargo, el grupo se definía como antisistema, por lo que se buscan sus vínculos —no orgánicos— con La Libertad Avanza.
El principal detenido, FM, dijo “como me levantaba podrido del sistema, empecé a amenazar”. El joven de 18 años es hijo de un policía que también tiene antecedentes de amenazas. La investigación estuvo a cargo de los jueces federales Julián Ercolini y Ariel Lijo.
En los domicilios allanados se secuestró una cantidad asombrosa de materiales electrónicos e informáticos, chips, pendrives y, por supuesto, celulares y computadoras. Es más, uno de los detenidos huyó por los techos de las viviendas linderas y en el camino tiró celulares y chips. Al final, los efectivos lograron aprehenderlo.
Las sospechas por los vínculos políticos
En los domicilios no se encontraron panfletos, por lo que el análisis clave estará en los celulares y las computadoras secuestradas. “Tienen un perfil parecido a los copitos”, le dijo a Página/12 uno de los analistas que participaron de los allanamientos. Como se sabe, los copitos es el grupo vinculado al ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Los investigadores de la Policía Federal, que miraron los primeros elementos, sostienen que los jóvenes “son bochos informáticos”, por la forma en la que hackearon líneas y cuentas para desde esas líneas y cuentas hackeadas realizar unas 35 amenazas.
La sospecha de vinculaciones políticas tiene que ver con la ocasión de las amenazas: cerrar estaciones de trenes, líneas como el Sarmiento y el Roca, a menos de dos semanas de las elecciones, produce un malestar social evidente. Lo mismo respecto de las amenazas a colegios, a la Casa Rosada y el Congreso, al centro electoral de Unión por la Patria, a un juez y a la propia Cámara Nacional Electoral. Los objetivos parecen propios del feroz discurso de la campaña del libertario. “Está claro que son muchachos que sintonizan con La Libertad Avanza o, como mínimo, con jóvenes que han ido a un acto de esa fuerza. Igual, se verá en el material secuestrado”, redondeó la fuente de los procedimientos.
"Los detenidos se dedicaban a hackear las cuentas de los clientes de la empresa (Telecentro), gestionándoles —sin su consentimiento— nuevas líneas telefónicas a su nombre, las que luego eran vendidas al mejor postor en el mercado negro de la denominada 'deep web'. En ese ámbito, el sospechoso luego de adquirir líneas fraudulentas a nombre de terceros, utilizaba redes wi fi públicas para realizar los llamados intimidatorios, evitando de este modo ser rastreado", detallaron en Comodoro Py.
El propio ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, venía siguiendo la investigación, justamente por el malestar social que producían las amenazas, que todo indica se iban a agudizar la semana próxima, en la previa del balotaje. El delito, en principio, es intimidación pública, obstrucción del transporte y todo lo que tiene que ver con robo de líneas y cuentas. Será muy difícil que a los jóvenes se les conceda una excarcelación.