Por estos días, los trekkies levantan con orgullo su palma haciendo el saludo vulcano mientras cruzan sus dedos hasta que el milagro se concrete. Será el 25 de septiembre, cuando se estrene Star Trek: Discovery, la nueva serie surgida de la franquicia nacida hace más de medio siglo. El último programa de este universo había sido Enterprise, finalizado hacia 2005. Los quince capítulos que componen este nuevo lanzamiento podrán verse por Netflix: será un episodio por semana, a un día de su emisión en los Estados Unidos, pues la entrega es original de la señal CBS.
En Discovery habrá nueva flota, nuevos personajes y, claro está, nuevas misiones. De hecho, este contexto se sitúa una década antes de que el Capitán Kirk y Spock se subieran a la Enterprise. La precuela se adentra en una guerra fría entre klingons, humanos y vulcanianos. Por lo visto en los avances, la grieta habría llegado hasta las estrellas con aristas intrincadas y riesgosas para sus tripulantes.
“Vamos a contar la historia como si fuese una novela”, había revelado Bryan Fuller, su creador y trekkie confeso. El realizador había remarcado la importancia de que hubiera una nueva nave (cuyo nombre es un homenaje directo a Stanley Kubrick por 2001 y al transbordador de la NASA) con un espíritu renovado y líneas argumentales en tiempos de conflicto y belicosidad. “Hay varias series desde la perspectiva de un capitán y siento que, para esta nueva iteración, necesitamos ver la vida en una embarcación espacial desde una nueva perspectiva”, había dicho. Por eso, su protagonista será la Teniente Michael Burnham (interpretada por Sonequa Martin-Green, ex The Walking Dead). Que sea una actriz afroamericana la que lidere narrativamente la ficción no deja de ser una apuesta, y a su vez, se ajusta a la propuesta histórica de la franquicia de referirse directa o elusivamente a su propia coyuntura con tópicos como la multiculturalidad, los daños al medio ambiente o la manipulación genética. La asiática Michelle Yeoh –como la capitana Philippa Georgiou– y Jason Isaacs –que interpreta al capitán Gabriel Lorca– son otras caras familiares de Discovery. El actor británico, que ha encarnado villanos y hombres problemáticos en el pasado (The OA, El Patriota), ha definido al nuevo capitán como “probablemente el más jodido de todos los de su rango en Star Trek”.
En el largo ínterin hasta el estreno, hubo un cambio fuerte de timón en el equipo creativo. Fuller es un showrunner visualmente arriesgado, tan reconocido por forzar los límites narrativos en producciones como Hannibal como por desentenderse en lo referido a presupuesto y fechas de entrega. Cuando a la incertidumbre del deadline se le sumó su intención de hacer una temporada tipo antología, desde CBS muy diplomáticamente lo invitaron a retirarse del proyecto. Aunque según trascendidos, el ADN de Fuller se mantiene en Discovery. Otros nombres vinculados al proyecto son los de Alex Kurtzman (creador de Fringe), Akiva Goldsman (guionista de Yo, Robot) y Rod Roddenberry, hijo del legendario Gene, ¿trekkólogo? y responsable de Star Trek: New Voyages, una fan fiction distribuida por Internet.
El retraso solo hizo acrecentar el entusiasmo entre los fans al ver los primeros avances y contar en la plataforma on demand con la disponibilidad de casi 700 episodios de otras de sus transmisiones (la original, Nueva Generación, Espacio Profundo Nueve, Voyager y Enterprise). Los mismos fueron vistos desde fines de 2016 por cerca de doce mil personas en 190 países, lo cual significa que han pasado más de 22 días viendo Star Trek. Estos datos surgen de un informe confeccionado por Netflix e indican que el episodio que más veces se ha visto es “Fin del juego”. Se trata del epílogo de Voyager (la primera entrega con una mujer al mando de la nave, Kathryn Janeway). Llamativamente, el episodio del chupón entre Kirk (William Shatner) y Uhura (Nichelle Nichols), célebre por ser uno de los primeros besos interétcnicos de la historia de la tevé estadounidense, no aparece en el podio.
La misión de esta investigación global no fue la de “explorar extraños nuevos mundos, buscar nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones, viajando temerariamente a donde nadie ha llegado antes”, sino más bien la de desenmarañar el más mundano y contemporáneo consumo vía streaming. Porque el verdadero valor de estos servicios además de su contenido pasa por saber lo que busca el usuario; el algoritmo que tienen (y usan) es analizar la data que involuntariamente uno brinda al ver una serie. Para decirlo de otra forma, el valor es la información con la que confeccionan el mapa de los gustos, en este caso, de una de las ligas de fans más globales, antiguas y duras de la cultura pop.
Más allá del boom que se da con los episodios que marcan el inicio de cada temporada, los resultados indicaron que los más repetidos fueron aquellos en los que se presentaban nuevas razas, personajes icónicos (Q, por ejemplo, que estuvo en tres series) o capitanes memorables como Jean-Luc Picard (Patrick Stewart) de Nueva Generación. Lo cual, a su vez, demuestra que quienes vieron los programas son trekkies de vieja guardia (y por lo que se presume, Discovery estará poblada de guiños a los más experimentados). ¿Cuáles son los tópicos-gancho al repetir los episodios? Según se desprende del informe, son aquellos donde hay viajes en el tiempo, secuestros extraterrestres y cruces de universos (la autorreferencialiad también es recurrente en Star Trek). ¿Y puede sentenciarse cuál es la colección más popular de toda la saga? “Mientras que Nueva Generación y la original tienen una mayor audiencia, los seguidores de Voyager y Espacio Profundo Nueve son más propensos a volver a ver los episodios porque se tratan de las series que generaron opiniones encontradas. La conclusión es que cada parte de la saga muestra algo especial para los fans”, dice el informe. Faltan cerca de seis mil horas terrestres para que la Discovery haga su aporte al debate.