La final de la Liga Estadounidense de Fútbol Femenino (NWSL, por las siglas en inglés) este sábado en San Diego promete ser más que un duelo por el título: será el escenario de una despedida emblemática. Megan Rapinoe, a los 38 años, se retira del fútbol profesional, cerrando una carrera brillante que no solo se destacó por sus éxitos en la cancha, sino también por su activismo feminista y defensa de los derechos LGBT+.
La delantera, ganadora de la medalla de oro olímpica en 2012 y dos veces campeona del mundo en 2015 y 2019, decidió retirarse de la selección de Estados Unidos en septiembre. Aunque su despedida internacional en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda de 2023 estuvo marcada por una temprana eliminación de su selección, su legado en el fútbol femenino sigue vigente.
Rapinoe, con 203 partidos internacionales y 63 goles, tiene un compromiso inquebrantable con la igualdad de género y los derechos LGBT+. Su influencia trasciende el terreno de juego, siendo una referente en la lucha por la equidad en el deporte.
El anuncio de su retiro se hizo tras una victoria 1-0 en las semifinales, donde Rapinoe expresó: "Va a ser mi último partido. Es el final soñado, lo único que resta es ganar". Con la oportunidad de añadir un título de la NWSL a su ya impresionante carrera, Rapinoe buscará culminar su carrera con un campeonato.
La despedida se produce en un momento crucial para la NWSL, ya que el campeonato ingresa a una nueva era financiera. El reciente acuerdo de derechos de transmisión por 240 millones de dólares para los próximos cuatro años con ESPN, CBS, Prime Video y Scripps marca un hito en el crecimiento y visibilidad de la liga.
Un partido, dos despedidas
La final enfrentará a Gotham y OL Reign, dos equipos sorpresa que, pese a sus posiciones en la temporada regular, superaron las expectativas en los playoffs. Además de la despedida de Rapinoe, la noche también marcará el último partido para Ali Krieger, capitana de Gotham y otra figura destacada en el fútbol femenino. A sus 39 años, Krieger se retira con 108 partidos internacionales y el estatus de bicampeona mundial.
La despedida de estas dos leyendas no solo cierra una etapa en el fútbol femenino, sino que también destaca el impacto que las mujeres atletas lograron más allá de la cancha, abriendo camino para las generaciones futuras.