Siete contenedores llenos de residuos fue el resultado que arrojó la nueva jornada “Más río, menos basura”, que tiene como objetivo limpiar las costas del Paraná en la ciudad y analizar cuáles son los desechos que terminan en el río. Según informaron desde el organismo, este año las botellas de plástico volvieron a estar entre los residuos más comunes, a lo que se sumó “una sorprendente cantidad de sorbetes y colillas de cigarrillos”, pese a estar prohibidos por ordenanza. El monto total de lo recolectado terminó siendo inferior al de otros años, algo que no necesariamente es un dato positivo, sino que responde a la creciente del río que arrastra los residuos, dificultando su recolección. “Tiene que haber un mayor compromiso de los distintos actores de la ciudad para poder avanzar a un menor uso de artículos descartables”, evaluó Mirko Moskat, del Taller Ecologista, en diálogo con Rosario/12.

La jornada de recolección se realizó el sábado 4 de noviembre con la participación de las distintas organizaciones que conforman el colectivo “Más río, menos basura”, junto a otras entidades y vecinos de la ciudad que se sumaron a colaborar. La base estuvo en Punto Rambla con operativos de limpieza que se extendieron en la zona de la Costa Alta, el Camping Municipal, la Rambla Catalunya y hasta en la Reserva Natural de la Defensa Isla Martín Fierro, que se encuentra frente a Fray Luis Beltrán. En total, unos 100 voluntarios y voluntarias participaron del evento.

Luego de unos días analizando lo juntado, desde el organismo informaron que se llenaron unos siete contenedores de residuos, con un predominio importante de productos de plásticos recolectados en las aguas del Paraná. Si bien se trata de una cifra menor a lo encontrada en anteriores ediciones, la disminución no se vincula a una mejora en la gestión de los residuos en la ciudad. “La creciente del río se lleva los residuos consigo, contaminando los humedales, las costas de las localidades vecinas y llegando incluso hasta el mar, haciendo ya muy difícil retirarlos del ambiente”, explicaron en un comunicado.

En cuanto a volumen, el residuo que más se rescató del río fueron las botellas descartables de plástico. Pero lo que más llamó la atención entre los organizadores fue la recolección de más de 1.100 sorbetes plásticos y las cerca de 11 mil colillas de cigarrillos. Es que, mientras que los sorbetes están prohibidos por la ordenanza 10.158, la 10.125 prohíbe fumar en los balnearios que cuenten con espacios al aire libre en contacto directo con el Río Paraná, exceptuando aquellos lugares debidamente señalizados. Ambas normativas fueron sancionadas en diciembre de 2020.

“Eso ocurre porque no se cumple lo que estipulan estas ordenanzas”, comentó a este medio Moskat. “La normativa dice que en las zonas costeras, gran parte del lugar tiene que ser libre de humo. Y las zonas más reducidas, donde se permite fumar, tienen que tener lugares para disponer las colillas, algo que evidentemente no se cumple. Eso indica que falta un rol más fuerte del Estado municipal en poder generar campañas, o efectuar controles para que se cumpla lo que dicen las ordenanzas”, agregó.

Desde la organización también denunciaron la aparición de una gran cantidad de utensilios descartables, como vasos, cubiertos y en particular cucharitas; así como también un gran número de sachets, sobre todo en la cercanía de los bares. “Tiene que haber un mayor compromiso de los distintos actores de la ciudad para poder avanzar a un menor uso de artículos descartables”, cuestionó el ambientalista

“Forma parte de lo que venimos planteando desde las distintas organizaciones: que como ciudad podemos hacer mucho más, no solo en términos de gestión, sino también en usar menos descartables y producir menos residuos. Eso uno lo puede pensar en cuestiones que la propia Municipalidad organiza, como la Feria de las Colectividades, pero también en distintas instancias donde se pueden adoptar otros compromisos”, finalizó.

 

Por último, desde la organización adelantaron que continuarán realizando un análisis pormenorizado de lo recolectado, que sumarán a una base de datos que vienen elaborando sobre el tema. Uno de los datos que buscan recabar es cuáles son las marcas responsables de que sus productos lleguen al río. El año pasado, tras analizar toda la información, realizaron una intervención en las puertas de la distribuidora de la empresa Coca Cola en Rosario, donde llevaron todas las botellas recolectadas en una jornada similar. La acción performática se llevó adelante bajo la consigna “Coca Cola: ¡Esta basura es tuya!”.

En la jornada anterior, del 11 de septiembre de 2022, se habían recolectado 200 bolsas de residuos, que ocupaban 12 contenedores, y el 70% de esa basura era material plástico. De ese total, 1400 eran botellas de plástico, 300 correspondían a envoltorios de alimentos, 500 a vajilla descartable y 200 a latas de bebidas.