A sus 93 años, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto ingresó en el edificio de Sarmiento 784 acompañada de Buscarita Roa, vicepresidenta de la entidad, 86 años, y del rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci. "Yo soy tan joven", bromeó Estela cuando cerró la inauguración de la nueva sede de la filial Rosario de Abuelas. Y agradeció el acto que fue como "un regalo". La sala desbordaba. Había militantes de derechos humanos, nietes recuperados de distintos lugares del país, se respiraba emoción, lágrimas y admiración. Antes del acto, Estela respondió a lxs periodistas y se refirió, por supuesto, a la coyuntura electoral. "Este canalla que quiere tomar el cargo de presidente para destruir todo, porque lo dice... Yo no sé cómo pueden votarlo, sobre todo las personas adultas, esos chicos que lo siguen, están fascinados con la locura", dijo Estela sobre Javier Milei. Por su parte, ya en la ceremonia, Bartolacci afirmó: “No creo que sea una casualidad que esto se esté dando en este tiempo complejo que estamos viviendo, porque además de que implica hacer lo que corresponde, es toda una declaración de principios de nuestra Universidad y un mensaje público de cual es nuestro compromiso inclaudicable". También se refirió al balotaje como "la elección más relevante" desde 1983.
Como siempre lo hace, Estela había dejado un mensaje de esperanza antes de ingresar al salón donde se realizó el acto. "A mí me interesa la gente, el pueblo, los que van a votar y sobre todo los que están confundidos, los que están enojados. En este contexto hay que decirle que hay que pensar más que nada en la patria, en el país, en la unidad de la gente. Tenemos que tener unidad a pesar de las diferencias", llamó Estela, y llamó a "estar unidos los que queremos el país que soñamos y que soñaron los 30.000 desaparecidos". Recordó a su hija Laura. "Tengo en el cementerio una hija, que la mataron y le robaron su hijito y todas las madres y abuelas tenemos ese dolor, pero nunca hemos tenido venganza, odio ni revancha. Siempre con humildad, pidiendo, rogando, tratando de de tener noticias y sin olvidar esas tres palabras: memoria, verdad y justicia", planteó. Al mismo tiempo, dijo que tiene "esperanza que que triunfe el bien y que después todos juntos, sin el individualismo político, tengamos que levantar el país para que sea digno".
Adentro también se habló de política, y de coyuntura. Pero sobre todo se ratificó el compromiso de la Universidad Nacional de Rosario con las banderas de memoria, verdad y justicia que la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, mancilló esta misma semana al reivindicar al genocida Juan Daniel Amelong, que tiene cinco condenas por delitos de lesa humanidad, entre ellos tres a prisión perpetua. Entre otros crímenes, Amelong es responsable de la sustracción de la identidad de los mellizos Valenzuela Negro, que nacieron en cautiverio en marzo de 1978, hijos de Raquel Negro. Sabrina Gullino Valenzuela Negro recuperó su identidad en 2009, pero el hermano varón -que tuvo el alta en el Instituto Privado de Pediatría de Paraná el 27 de marzo de 1978- continúa desaparecido. Sabrina es una de las nietas recuperadas que ayer participó en el acto. La presencia de esos jóvenes que toman la posta fue subrayada por Estela, quien se permitió una humorada. Dijo que aún cuando son dos las abuelas que todavía están activas, mientras haya una Abuela, "manda la abuela".
"Esto es un regalo hermoso de mi Universidad, porque, como dijo el Rector, tengo la suerte de haber sido nombrada Doctora Honoris Causa. Es emocionante ver como una comunidad toma como propio lo que hemos construido y todo lo que se necesita hacer para tener la verdad absoluta y encontrar a los 300 nietos que aún faltan", expresó Estela para cerrar el acto. "Quedamos pocas de las Abuelas, muchas ya no están, pero que suerte que los nietos dijeron: estamos nosotros para levantar la memoria y seguir buscando. Nosotros no odiamos sino que queremos que exista esa justicia que no llegó todavía", siguió.
Antes había hablado del rector. ""Es un día muy importante e histórico, hace casi un año que venimos trabajando con la Filial sobre esta posibilidad de alojar en un espacio físico las actividades que realizan. Decidimos en virtud de ese compromiso de la Universidad Pública destinar un piso para que efectivamente puedan tener un espacio físico propio en nuestra ciudad", expresó.
"A veces la tarea de la gestión implica esto: sólo hay que decir que sí. Y este es un caso, quizás el más significativo, que sintetiza todo. Quiero reconocer a todos los que motorizaron para que esto sea posible”, valoró Bartolacci y agregó: “No creo que sea una casualidad que esto se esté dando en este tiempo complejo que estamos viviendo porque además de que implica hacer lo que corresponde, es toda una declaración de principios de nuestra Universidad y un mensaje público de cual es nuestro compromiso inclaudicable".
El acto lo condujo Iván Fina, de la filial local de Abuelas, y compartieron la mesa también Paula Contino, coordinadora del área de Derechos Humanos de la UNR y Soledad Cottone, decana de Psicología. "Esta decisión no sólo habla de nuestra profunda admiración a las Abuelas de Plaza de Mayo, sino también, a las aspiraciones de nuestra casa de estudios para estar a la altura de las circunstancias históricas y actuales. Nuestras Abuelas tan queridas han construido un camino de nobleza, amor y perseverancia inigualable bajo las banderas de Memoria, Verdad y Justicia que son y serán un horizonte de sentido para nuestro país y el mundo entero. Por eso desde la Universidad tenemos la enorme responsabilidad de seguir trabajando para multiplicar conciencias sensibles y comprometidas", dijo Contino, quien terminó su mensaje con un contundente "Son 30.000".
Por su parte, Cottone conmovió a Estela con su emoción. "Para nosotros es un sueño que el lugar donde se aloje la Filial Rosario sea en la UNR. Es emocionante y emotivo que lo hayamos podido hacer, más en el contexto que estamos viviendo actualmente, porque estamos tomando con fuerza el legado que las Abuelas han construido".
Este nuevo espacio físico posibilitará continuar con las tareas de búsqueda de las y los nietos que aún faltan. "Que Estela y Buscarita hayan podido venir es un orgullo muy grande, como también la presencia de nietos y nietas que han venido de otros lugares de nuestro país. También agradezco a los Organismos de Derechos Humanos de la ciudad por el constante apoyo", comentó Fina. Y adelantó que el Equipo Argentino de Antropología Forense tendrá una oficina al lado de Abuelas. En el público estaba Juan Nóbile, representante del EAAF en la provincia de Santa Fe.
Las oficinas de Abuelas -donde a partir de ahora podrán acercarse las personas nacidas entre 1976 y 1983 que duden de su identidad- están en el quinto piso de Sarmiento 784. El edificio de Sarmiento y Córdoba es un espacio que la UNR recuperó durante el año pasado y donde hoy funciona el Programa de Universidad Abierta para Adultos Mayores.