En medio de una agenda colmada de reuniones, actos y viajes a las provincias, el candidato a vicepresidente de UxP Agustín Rossi se hizo un tiempo para dialogar con Página12. La conversación se dio al finalizar una semana importante para el jefe de gabinete ya que el miércoles estuvo en el centro de la agenda por el debate que protagonizó frente a la candidata a vicepresidenta de LLA, Victoria Villarruel. Este domingo, tras su regreso de San Luis, acompañará a Sergio Massa en el debate presidencial y el lunes viajará a Chubut. En el sprint final, la fórmula presidencial apuesta a conseguir la mayor cantidad de votos posible dentro de sectores diversos y, además de prometer que construirán un gobierno de unidad, adelantan que en caso de ser elegidos trabajarán para mantener los puestos de trabajo y mejorar las condiciones salariales de los argentinos, una deuda pendiente de este gobierno. "Hay que mejorar, cambiar lo que se tenga que cambiar, pero no destruir", asegura el dirigente santafesino.
-¿Qué balance hace del debate de vices?
-Quedé conforme. Hicimos propuestas y tuvimos iniciativa. Respondimos adecuadamente las preguntas que nos hicieron y sus respuestas fueron deficientes. Dijo que iban a utilizar los ahorros de los argentinos para dolarizar y dio a entender que van a liberar a todos los que cometieron delitos de lesa humanidad y han sido juzgados por la Justicia argentina. Es muy grave. En términos generales vi a alguien con mucha virulencia y muy desequilibrada. Usó un lenguaje muy agresivo que lo que buscaba es que yo reaccione y como no reaccioné se enojó más.
- Villarruel hizo una reivindicación sin tapujos de la dictadura ¿cree que con esas declaraciones rompió un pacto democrático?
-Se había encontrado el acuerdo democrático básico de que todos los que habían cometido el delitos de lesa humanidad tenían que ser juzgados por la justicia ordinaria y cumplir sus condenas. Ella retrocede. Le pregunté tres veces '¿vos estás de acuerdo con que se libere a los genocidas?' y ninguna de las tres veces respondió.
-¿Qué esperan del debate de este domingo?
-Sergio se prepara muchísimo. Lo mismo que hice yo. Y después creo que no hay posiciones definitivas sobre cómo impactan los debates. Sí creo que es una herramienta que ha ido incorporando la sociedad argentina y cada vez son más los que están atentos a lo que pasa esa noche. Le damos mucha importancia y Sergio se prepara adecuadamente porque, independientemente de quién tenés enfrente, es una enorme oportunidad para seguir comunicando. El debate de vices llegó a 10 puntos de rating y el de presidentes se espera que más de 40. Es muchísimo. El debate es un elemento más que se toma a la hora de definir el voto.
-Dicen que son claves las últimas 48 horas. ¿Es así?
-Este último mes de campaña el conjunto de los argentinos ha estado muy interiorizado y ha tenido muy presente el proceso electoral. Pero sí, cuando se acerca más la fecha siempre hay un porcentaje de los ciudadanos que se define. Siento que desde las últimas dos semanas el debate no está solo en los medios de comunicación sino también en la calle, en la fábrica, en la escuela. Todo el mundo está hablando de esto.
-¿Cuáles cree que son las claves de esta elección?
No sé si hay claves. Sin dudas Massa es el dirigente político más preparado, más equilibrado para ser el presidente durante los próximos cuatro años. Es el que tiene mayor formación y el que más conoce las posibilidades y debilidades que tiene la Argentina. Las propuestas que hemos hecho durante todo este tiempo han sido muy bien recibidas: Desde la devolución del IVA hasta eliminar la incompatibilidad de la pensión por discapacidad con los puestos laborales y la eliminación del impuesto a las ganancias. Hicimos el esfuerzo de hablarle absolutamente a todos los sectores de la sociedad. En esa elección también estarán en juegos una gran cantidad de valores. Los argentinos van a votar por el valor de la democracia, de los DDHH, de la salud y educación pública y en contra de propuestas que no tienen nada que ver con nuestra cultura como la portación de armas o la venta de órganos.
-¿Cómo están trabajando con los gobernadores? Para el 22 de octubre se activó la máquina peronista ¿eso se va a poder sostener para el balotaje?
-El sábado estuve en San Luis, el lunes voy a Comodoro Rivadavia y el martes a Corrientes. Recorrí muchas provincias y no tengo dudas del estado de participación e involucramiento de los gobernadores. Es muy alto. Todos, inclusive los que no son nuestros, saben lo que se juega en esta elección y que sería muy difícil gestionar con un gobierno de Milei. Un candidato a presidente dice que va a eliminar la coparticipación, que no va a haber más obra pública, que va a cerrar el CONICET y las universidades. Cuando uno es gobernador no solamente tiene empatía con candidatos, sino que tiene que ver qué presidente le sirve más a la provincia y a los ciudadanos que gobierna. Está todo activo y se va a activar mucho más la última semana.
-Con respecto al voto en blanco ¿Creen que va a haber mucho? ¿Tienen alguna estrategia para combatir el ausentismo?
-No está claro. Lo que sí sé es que si alguien vota en blanco porque no quiere que Milei sea presidente no es el mejor camino. El mejor camino para que Milei no sea presidente es votar a Massa.
-¿Qué opina de la postura de gran parte de la izquierda y del radicalismo de no acompañar a ningún candidato?
-Nadie es dueño de los electores ni del voto de los ciudadanos. Hay valores que compartimos con un votante de izquierda como, por ejemplo, la condena a la dictadura y el respeto a los derechos humanos. También con el radicalismo, como el respeto por la educación pública. Creemos que nos van a votar todos aquellos que tienen valores similares a los que hemos expresado durante la campaña.
-¿Qué opina de la postura de Schiaretti?
-Córdoba, con el modelo agroindustrial que tiene esa provincia, necesita un presidente como Massa. ¿Dónde quedaría la industria cordobesa --fuertemente vinculada a Brasil-- con un candidato que dijo que va a romper relaciones con Lula? Muchas terminales automotrices, por ejemplo, tendrán que cerrar y muchos cordobeses perderán sus puestos de trabajo. Independientemente de la simpatía que alguien que es gobernador, o gobernador electo, pueda tener por un candidato, tiene que evaluar cuál es el presidente que más le sirve a la provincia que representa.
-¿Qué sectores o dirigentes formarán parte del gobierno de unidad? Se dijo, por ejemplo, que el radicalismo podría conducir el ministerio de Educación.
-No tengo nada de eso y no me parece ideal poner nombres. El gobierno de unidad es con los mejores y con los que tengamos valores similares para defender. Hay diálogo constante. Tanto Sergio como yo dialogamos con todos. Somos hombres con mucha experiencia parlamentaria y eso nos da una capacidad de diálogo muy importante.
-Hay un gran porcentaje de jóvenes que piensan votar a Milei. ¿Qué le diría a las nuevas generaciones?
-Que vuelvan a votar con esperanza y que lo hagan por alguien que no les diga que les va a poner precio a sus sueños. Nada se construye en base a la destrucción. Hay que mejorar, cambiar lo que se tiene que cambiar, pero no destruir. De la destrucción nunca sale nada bueno. Nosotros ofrecemos un futuro. No vendemos espejitos de colores ni creemos que todo se resuelve de un día para otro. Les diría que defiendan las cosas que tienen y que las condiciones de vida de los argentinos van a mejorar. Sabemos que no alcanza la plata, pero nos comprometemos a mantener los puestos de trabajo y a devolver poder adquisitivo del salario.