Argentinos y Vélez protagonizaron un empate 1-1 tan intenso como polémico, que dejó a los de Liniers con un sabor muy amargo ya que manejaron el desarrollo y el marcador durante gran parte del encuentro, además de verse perjudicados por dos acciones en las que el árbitro Pablo Echavarría debió sancionar penal pero no lo hizo ni el VAR manejado por Nicolás Arasa lo llamó para rectificar el fallo. Para colmo, el resultado los dejó todavía en posición expectante, sin haber podido garantizar su continuidad en la Primera División.

El cierre del partido, con todo Vélez rodeando a Echavarría pidiendo por una mano de Javier Cabrera en el área en tiempo de descuento, sintetizó el nerviosismo con que se vivió el partido, entre un equipo presionado por la lucha del descenso y los locales preocupados por una racha de siete partidos sin triunfos. Pese a esos condicionantes, los dos fueron en busca del triunfo y parecía que sería para Vélez, que se puso en ventaja con un gran tiro libre de Claudio Aquino y dominó estratégicamente el duelo.

Incluso pudo tener una chance de aumentar con un centro que rebotó en la mano de Bittoli, sin que Echavarría ni el VAR lo notaran. Sin embargo, cuando nada lo ameritaba, un pelotazo largo le posibilitó al goleador Luciano Gondou cabecear por encima de Garzón y marcar el empate.

Claro que todavía quedaba la jugada polémica del cierre, que dejó a Vélez llenó de bronca y que ni siquiera le sirvió a Argentinos para sacarse a mufa por tantos partidos sin ganar.