Javier Milei quiere que los clubes de fútbol sean manejados por Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Así lo expresó con claridad en una vieja entrevista que se reflotó en los últimos días, en la que habla pestes del fútbol nacional y para incentivar la llegada de empresarios puso como ejemplo los magnates que hacen y deshacen a piacere en la Premier League de Inglaterra. Y mientras que la iniciativa del candidato coincide con la de su "aliado" político Mauricio Macri (decido a jugar fuerte en Boca) fueron los clubes de fútbol que rechazaron, de forma casi unánime, la llegada de las SAD a nuestro fútbol.
Incluso, hasta algunos jugadores de Primera División expresaron que lo esencial es invisible a los ojos de quienes piensen en mercantilizar la pasión. "Soy el resultado, como miles de nenes y nenas en este país, de esa solidaridad que nunca van a entender quienes creen que todo es negocio", comentó Luciano Aued, volante de Instituto.
Rayo privatizador
- "A vos qué carajo te importa si gana tu equipo".
Con su lenguaje de siempre, esa fue la resupuesta de Milei cuando Alejandro Fantino, excomentador de fútbol y ahora devenido dueño de una radio online, le consultó por qué estaba a favor del desembarco de las sociedades con fines de lucro en el fútbol. La entrevista fue el año pasado, pero a fuerza de Tik Tok, cobró peso en las últimas horas.
En aquel entonces el exarquero de Chacarita Juniors intentó justificar su posición con un hipotético caso en Boca Juniors, al decir que resultaría indistinto si el futuro de los xeneizes lo deciden los socios o si las riendas las lleva un jeque árabe o un fondo de inversión, claro está, mientras triunfe. “Si le ganas a River 5-0, es campeón del mundo qué te puede importar", comentó y dejó picando la siguiente pregunta: "Vos lo que me estás diciendo es que preferís perder 4-0 contra el Milan, pero es nacional y popular. A ganarle 5-0 la Intercontinental, de pegarle un baile de novela".
Pero no fue todo. En la amistosa charla, Milei -que dijo ya no ser hincha de Boca- puso de ejemplo a los clubes ingleses y destacó que "la mayoría de ellos cotizan en bolsa". Lo que prefirió omitir es que hinchas propios y ajenos de la Premier League cuestionan la guerra de inversiones -poco aclaradas- que distintos jeques llevan a cabo y piden que la pasión vuelva a los hinchas. Así lució la tribuna del Borussia Dortmund en el último partido por Champions League, cuando enfrentó al Newcastle inglés.
Tal como contó este diario, el rayo privatizador de Milei en el fútbol se cocina hace ya un tiempo. Y una de las señales más claras llegó el 18 de septiembre, cuando envalentonado por la posibilidad de ganar en primera vuelta, el autodefinido exhincha de boca retuiteó una nota de Guillermo Tofoni, un hombre que resuena en las terminales de La Libertad Avanza pero con vínculos afianzados a Juntos por el Cambio, al punto de destinar más de un millón de pesos en la campaña de Patricia Bullrich. En la nota en cuestión, Tofoni dijo que la llegada de Milei "será una oportunidad única para crear una ley para el management de los Clubes con inversiones nacionales e internacionales, asignatura pendiente en el fútbol Argentino".
Lo siguió la ahora diputada electa por la provincia de Buenos Aires Juliana Santillana quien publicitó, semanas atrás, un proyecto de ley para hacer posible la llegada de las Sociedades Anónimas Deportivas (S.A.D.) . "La industria del fútbol no es ajena al esquema de atraso general de la Argentina, en materia de inversión privada, nacional e internacional", dijo. Y hasta usó el caballito de batalla de Milei para una posible privatización de los clubes. "La dolarización reconfigurará los esquemas de inversión y crecimiento: hay que abrir y dejar entrar", completó. Santillana confesó que uno de sus asesores en la Cámara Baja será, justamente, Tofoni.
No conforme Tofoni (a cargo de organizar los amistosos de la Selección durante algunos años) se presenta en algunos circuitos con el siguiente mote: "Yo soy el hombre de Milei en el fútbol".
Chocolate por la noticia: Macri coincide con Milei
El fútbol argentino enfrentó dos olas privatizadores para que las S.A.D sean moneda corriente de Primera División. Y en ambas, el protagonista fue uno solo: Mauricio Macri. La primera fue en 1999, pleno menemismo, cuando el por entonces presidente xeneize intentó cosechar la siembra del equipo imbatible de Carlos Bianchi.
Macri presionó y presionó para colar en las reuniones de Comité Ejecutivo su propuesta privatizadora. Del otro lado la resistencia mayor era de Julio Grondona, quien retrasó el pedido hasta garantizar(se) que ningún otro dirigente se prendiera a la iniciativa. La elección salió 19 a 1. Solo Macri votó a favor.
La segunda fue hace relativamente poco tiempo. Ya con los fierros del Estado nacional, el fundador del PRO volvió a la carga para implementar las SAD. Para ello empoderó a Fernando Marín, exgerenciador de Racing y quien en ese entonces desguazaba el Fútbol Para Todos, para que intentar modificar el estatuto de AFA: desfiló en medios y presionó al interior de los clubes, pero sin éxito.
El ahora presidente de la Fundación FIFA no cesa en su intento. Así lo demostró hace dos años, durante una exposición en el World Football Summit. "Para mejorar el fútbol sudamericano tenemos que fijarnos de Europa. La pasión por el fútbol no la despierta ni la política y lo digo yo porque he estado en ambos lados. Las correcciones y controles de Europa garantizan un proceso virtuoso de mejora. En Latinoamérica se está muy retrasado porque aún se desconoce el funcionamiento de las S. A. D. Sabiendo los problemas que tuvo Europa, podríamos aprender y dar el siguiente paso".
Parar la pelota
Decenas de equipos del fútbol argentino, desde Boca Juniors y River Plate, hasta cientos del ascenso frenaron la pelota para rechazar la iniciativa privatizadora de Milei. El freno también lo expresaron miles de clubes de barrio, que pese a no tener representación en AFA, cumplen con el mismo mandato que las instituciones con miles de hinchas: darle contensión a chicos y chicas en condiciones vulnerables, una iniciativa que no persigue un lucro monetario.
Y hasta los propios protagonistas del juego, ese mismo que despierta multitudes, se animaron a posicionarse contra las ideas del candidato de La Libertad Avanza. "Yo no sería nadie si los clubes no fueran de la gente", comentó Luciano Aued, futbolista de paso por Gimnasia de La Plata, Unión y Instituto de Córdoba, en una publicación que relata los vaivenes económicos de su familia en los noventa y cómo los clubes de baby fútbol y las inferiores en el Lobo platense le cambiaron la vida. Al cierre de su posteo no hay que cambiarle ni una coma.
"Muchas veces pensé qué hubiera sido de mi vida sin los clubes de barrio, sin los clubes siendo asociaciones civiles sin fines de lucro. Siempre me respondo lo mismo: soy el resultado, como miles y miles de nenes y de nenas en este país, de esa solidaridad que nunca van a entender quienes creen que todo es un negocio. Por eso defiendo que nuestros clubes sigan siendo de nuestra gente. Por eso estoy convencido de que hay cosas a las que hay que decirles Nunca Más".