“Habíamos terminado la primera vuelta de baile y estaba pasando la gorra, y cuando ese muchacho me miró, lo registré porque tiene los ojos color miel, como uno de mis hijos”, dijo ayer María Parodi. La secretaria del juez federal Guido Otranto levantó los hombros como si hubiera sentido un escalofrío. El relato de la testigo, que trabaja en FM Alas, un medio que recibió amenazas por su cobertura del conflicto por las tierras en la zona de Esquel y El Bolsón, fue tan detallado que cuando terminó no hubo preguntas. En diálogo con Páginai12, esta mujer, cuyo hijo y amigos se hicieron tatuajes con Santiago Maldonado, ratificó la presencia del abogado de la Gendarmería en las audiencias.
Ayer fue el turno de los amigos y personas conocidas de Santiago, los que conocían su manera de caminar y las que intentaron enseñarle a bailar folklore, así como quienes habían ido con él a otras manifestaciones. “Lo reconocimos en el video por la forma de caminar, como dando saltitos, en las artes marciales es clave observar cómo se paran y mueven las piernas las personas”, dijeron Sergio y Alberto, compañero y profesor, respectivamente, de boxeo chino. Tal como anticipó este diario, la fiscalía federal de Esquel, en presencia del juez Guido Otranto, comenzó una ronda de declaraciones testimoniales en la causa que investiga la desaparición forzada del joven Maldonado el 1 de agosto, y en la cual no hay ningún imputado aún, a pesar de que la hipótesis más evidente responsabiliza a la Gendarmería. Las audiencias de las últimas horas transcurrieron en un ambiente de respeto, según pudo saber Página12, a pesar de la presencia del abogado de esa fuerza Mauricio Lionel Castro.
Esta situación había generado malestar en una parte de la querella del caso, integrada por varios organismos de derechos humanos, la representante de la familia y el defensor oficial Fernando Machado, con el agravante de que cuando declaró una de las mujeres que estuvo en la casilla de guardia de la Pu Lof, el día de la represión, tuvo necesidad de ser asistida por cuestiones vinculadas a las diferencias de concepciones culturales y de lenguaje de su ascendencia mapuche. Pero la orden del juez Otranto fue que sólo podían estar presentes los abogados de las partes, no así los dirigentes de los organismos, por lo cual el abogado Castro quedó autorizado a escuchar los testimonios. El 18 de agosto el magistrado había habilitado a la Gendarmería como “parte denunciada” en la causa, y por eso la asistencia legal de la fuerza sospechada tuvo casi de inmediato copias del expediente.
En sus días en El Bolsón, además de pasar largos ratos en la biblioteca, Santiago practicaba una variante del Kung Fu (boxeo chino) con su profesor Alberto y su amigo Sergio. Tal como había declarado la mamá de Maldonado, les había expresado su intención de irse de esa ciudad, de volver a su casa en 25 de Mayo.
“Si hay alguien bueno es él, todavía no lo puedo creer, hablábamos mucho de la vida, de sus viajes, nos hacía viajar con sus relatos”, contó ayer Sergio, muy conmovido. El joven aportó los mensajes de celular que intercambiaba con Maldonado. Ambos coincidieron en que es una persona “tranquila y cariñosa”, y describieron incluso su forma de caminar, por la cual fueron ellos quienes lo reconocieron en el video que aportó la familia, filmado el 31 de julio sobre la ruta 40, cuando Maldonado se une a los miembros de la Pu Lof para reclamar por la libertad del lonko Facundo Jones Huala.
En ese sentido, ayer Matías Santana, el joven mapuche que vio cómo los gendarmes atrapaban a Santiago y lo reconoció por la campera celeste y negra que le había prestado pocas horas antes, aclaró que ellos no pertenecen a la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) ni él es su vocero. “Hay que comprender que nosotros somos parte del Movimiento Autónomo Puel Mapu. Ahí nace una propuesta política para nuestra gente mapuche, donde el primer punto es volver a nuestro territorio”, dijo Santana.
Agregó, además, que “nosotros estamos dentro de ese movimiento, que es un movimiento amplio”. Santana indicó que “nosotros nos acoplamos a ese movimiento como Pu Lof en Resistencia Cushamen, con la postura de generar procesos de comunidades, de generar la unificación de las comunidades de conjunto”. Y agregó que “en estas falsas acusaciones involucran a toda la comunidad, diciendo que somos todos militantes del RAM para generar enemigos internos”.
Parodi, una empleada pública que trabaja en FM Alas de El Bolsón, repitió ante la justicia los detalles del momento en que, el jueves 27 de julio, apareció Maldonado en una peña organizada por el centro cultural local, con música folklórica y candombe, y cómo ella supo recién luego de la segunda marcha por su aparición con vida que se trataba del joven desaparecido, advertida por su amiga Yanina, que ayer también declaró. “Es el que estuvo en la peña, el que hizo los tatuajes a tu hijo y a Facu”, le dijo ese día Yanina, en alusión a Facundo Herrera, también entrevistado por Página12. Este diario había publicado sendas entrevistas que daban cuenta de que Maldonado estaba sano y vivo el 27 y 28 de julio, cuando desde el gobierno habían lanzado la pista ya demolida del capataz de Benetton que lo habría apuñalado el día 21 en un supuesto ataque de la RAM.
La declaración de Yanina fue más extensa porque lo conocía de antes, de la feria. de El Bolsón donde Maldonado tenía un puesto.