En el contexto del suspenso que se viven en el país por el resultado de las elecciones presidenciales del domingo 19 de noviembre en las que están en juego valores esenciales de la democracia, la Universidad Nacional de Tucumán celebró los 40 años del sistema con debates que incluyeron a pueblos indígenas y sus cuestiones.

La presencia de la electa integrante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, Andrea Pochak, dio marco al encuentro y puso sobre la mesa el miedo principal que por estos días consume a la población nacional ¿se respetarán los derechos humanos si gana las elecciones el candidato de la ultraderecha?

Las actividades se desarrollaron durante dos días en la sede de la Facultad de Derecho de la capital tucumana y la convocatoria “Jornadas Derechos Humanos y Transformación Social: 40 años de construcción democrática” incluyó ponencias y conversatorios como el de Gobernanza y Derechos de los Pueblos Originarios.

Así, María Grunauer de Falú, decana de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, explicó ante el público asistente el por qué del panel y la presencia del ex cacique de los amaichas (2008-2020), Eduardo Nieva, abogado.

“Me parece muy interesante que veamos y analicemos cómo se dio este fenómeno de la gobernanza indígena que en estos 40 años de democracia subsistió, se mantuvo y convive con la otra gobernanza que es la estatal”, dijo la decana y pidió a los y las asistentes que preguntaran a Nieva qué es el Consejo de Ancianos y cuál es la fuerza legal de las decisiones que adopta.

En una provincia que fue el laboratorio de lo que sería después el golpe cívico militar de 1976 con el Operativo Independencia y su secuela de desapariciones, secuestros y asesinatos, habitantes indígenas, agrupados en la Unión Diaguita -los quilmes entre ellos- pueden contar de persecuciones y masacres desde la llegada de los españoles.

Pero si se habla de la actualidad y del sistema democrático, sus instituciones y esa “convivencia” de la que hablaba la decana de la Facultad de Derecho con los organismos que los pueblos indígenas traen desde sus propias historias, Nieva dijo a Salta/12: “estoy seguro que nosotros podemos enriquecer a la democracia con aportes concretos”.

“¿Con qué podemos hacer eso? con nuestra cultura, con nuestra identidad, con nuestra forma de vida. Para eso necesitamos prepararnos y no quedarnos en ese molde clásico de estructuras que ya no dan para más. Tenemos que formar jóvenes, recursos humanos para que podamos construir una sociedad mucho más democrática y mucho más pluralista”, añadió.

Aseguró que los institutos de los pueblos indígenas están en condiciones de aportar al sistema judicial “desde nuestra oralidad” al destacar que “nosotros mismos podemos resolver nuestros asuntos internos, en el marco de nuestras propias normas orales que han prevalecido hasta el día de hoy”.

Por otro lado, puso como ejemplo la experiencia que desde hace “ocho años” se realiza en Monteros -jurisdicción judicial para pobladores originarios que ocupan los valles- “con la justicia y la Corte Suprema de Justicia provincial y nos va muy muy bien”.

“En Amaicha el Consejo de Ancianos resolvía asuntos internos todos los jueves de acuerdo a sus propios usos y costumbres, a sus propias normas constitucionarias y cuando algún conflicto terminaba en denuncia penal el Poder Judicial de Monteros venía y celebraba audiencias interculturales, es decir la justicia occidental y la justicia indígena”, contó Nieva.

Agregó que los litigios se resolvían “mediante audiencias, de mediación, a través de un encuentro de dos sistemas jurídicos en un marco de respeto a la diversidad cultural. Y se ponían en juego principios procesales del derecho: celeridad y economía procesal. Sin causas eternas sin resolverse, que pasan años y años con tantos escritos y escritos y escritos”.

El ex cacique detalló que en países como México, Bolivia, Panamá se ven “esas buenas prácticas con protocolos de complementariedad del sistema judicial típico, clásico, estatal, con el sistema indígena, así que empecemos a aportar herramientas, contenidos de nuestra cultura y vamos aportando”.

“Eso es construir un sistema más democrático y tener participación. No te lo dan, busquémoslo ¿Cómo? organizándonos desde nuestras comunidades”, aseveró.

Por su parte el integrante de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT), Daniel Posse, contó a Salta/12: “hace mucho tiempo que tenemos el tema de la cuestión indígena incorporada. Es más, colaboramos con la Escuela de Gobernanza de Amaicha a la que asistían estudiantes de otras comunidades”.

También puso de relieve el papel de Nieva en la articulación con la justicia, “lo convocamos, porque es un abogado especialista en pueblos originarios y es de la comunidad, a dar clases y es es colaborador permanente de la cátedra de Derechos Humanos” de la Facultad de Derecho y Ciencias Socioales.

Finalmente, el juez de Corte dijo que junto a la decana Grunauer y Nieva trabajan en la creación como materia optativa del espacio de formación “Los derechos de los Pueblos Originarios” para las y los futuros abogados que se forman en Tucumán. “Confío en la voluntad del rectorado”, concluyó el magistrado abriendo la puerta a una mayor inclusión, justicia y derechos humanos.