Sergio Massa dejó la mesa tendida para Pablo Javkin. El candidato presidencial de Unión por la Patria se encargó de que quede claro que el intendente rosarino está en España y Portugal “en un viaje de trabajo”, dando a entender que espera encontrarlo a su regreso este martes 14. Massa ya se deshizo en elogios hacia el intendente de Santa Fe, Emilio Jatón, quien estuvo en Sauce Viejo, literalmente transpirando la camiseta, en ese galpón con temperatura bien santafesina donde el ministro de Economía dio un poderoso mensaje a los empresarios industriales de la región que le respondieron con un contundente documento apoyando la política del desarrollo y la producción. Por supuesto, Massa no espera que Javkin diga a viva voz que votará por él -si sucede mucho mejor- pero sí lo quiere en una foto junto a Jatón para el anuncio de la actualización del Fondo del Conurbano para Rosario y Santa Fe: una medida que nadie se atrevió a tomar en 30 años.

Por ahora, desde el partido Creo que fundó el intendente, sólo la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, se atrevió a ir un poco más allá de la raya mostrando claramente un rechazo a la postulación de Javier Milei. Con menos espaldas, otro hombre de confianza del jefe comunal, Fabricio Fiatti no se despegó de la tibia fórmula “la gente nos votó para que seamos oposición”. Lo cual no significa nada salvo que efectivamente se esté pensando en votar por Milei que hoy es la oposición. Se entiende que no podría ser así en el caso del javkinismo. Por eso, la única palabra que encuadre a todos es la del propio intendente a su regreso de Europa.

Más allá del acicate con intereses que ejerció sobre el pronunciamiento de Javkin el concejal Juan Monteverde que viene de perder por pocos puntos la elección a intendente; es claro que el reelecto jefe comunal tendrá que ensayar algo más contundente que el recitado elaborado por los gobernadores de Juntos por el Cambio. “Habrá señales”, repiten en el Palacio de los Leones. Pero tendrá que ser al menos una gestualidad más acentuada. Por eso la foto de Javkin junto a Massa y Jatón en el anuncio de la actualización del Fondo del Conurbano, constituye una oportunidad única.

El acuerdo que anunció Massa se firmará pero el tema es el escenario que se proponga para esa firma con los actores, para diferenciarse claramente del otro candidato presidencial que sólo propone motosierra para la coparticipación y un futuro negro para las provincias y el federalismo en general.

La ley del Fondo del Conurbano fue una concesión que el entonces gobernador bonaerense Eduardo Duhalde le arrancó al presidente Carlos Menem. En 1994 estos fondos se pensaron como una reparación política que aportara un flujo de recursos económicos importante para las ciudades de Rosario y Santa Fe. Eran 30 millones de dólares en total para la provincia pero desde la caída de la Convertibilidad se transformó en 30 millones de pesos. Hoy, un vuelto casi inservible.

De acuerdo a las estimaciones realizadas por dirigentes santafesinos, si esas cifras se hubiesen actualizado en base al dólar oficial, Rosario debería estar percibiendo alrededor de 7 mil millones de pesos anuales y Santa Fe, 3.800; esos montos serían bastante más grandes si se aplicase el índice de inflación de los últimos 24 años.

Pero hay una diferencia. Mientras que los fondos de reparación histórica involucran a todo el área metropolitana de Rosario; para Santa Fe cubren sólo las necesidades de la capital provincial y Santo Tomé, por eso hay un pedido para que se extienda el beneficio en pesos y territorio.

La pretensión del ministro de Economía y candidato presidencial es incorporar un mecanismo de actualización con la definición de una tasa que – según algunas proyecciones- permitiría elevar el monto del Fondo hacia fines del corriente año, a unos 13 mil millones de pesos. Massa, ante la consulta periodística, evitó hablar de montos precisos; dijo que por respeto a los intendentes, los detalles se darán a conocer una vez cumplimentados los pasos formales. Aun así, anticipó que el compromiso es que "el 50% de los recursos esté destinado a inversiones en materia de seguridad, con el objetivo de que colaboremos (desde Nación) tanto con los intendentes de ambas ciudades, como con el gobernador actual y electo de la provincia". En el mismo sentido, anticipó que "una parte (de la asignación de recursos) se determinará por decreto del Poder Ejecutivo Nacional; y otra, a través del presupuesto".

El Consenso Fiscal 2017 dejó sin efecto el Fondo del Conurbano Bonaerense, pero se compensó a la provincia de Buenos Aires con 44 mil millones de pesos para 2019. En el caso de la provincia de Santa Fe, en cambio, el Fondo quedó estancado en 30 millones de pesos. Ésa fue la cifra inicial establecida en 1994 y la que rige en la actualidad.

El proyecto oficial señala en los considerandos que en los últimos 40 años, las crisis económicas, así como los cambios en el modelo de producción y empleo "han pauperizado las condiciones de vida de la población en la Argentina, al punto que en ningún momento desde el retorno de la democracia se ha podido perforar el piso del 25% de pobreza". 

Analizando un período de tiempo más acotado, el estancamiento económico de la última década ha imposibilitado mejorar sustancialmente las condiciones de infraestructura pública y privada así como las condiciones de vida general de vastos sectores de la población. "Por añadidura, en particular la provincia de Santa Fe ha declarado hasta el 31 de diciembre de 2022 la emergencia en Seguridad y en el Servicio Penitenciario producto de los niveles de violencia urbana, en parte producidos por la vulnerable situación social", apunta el texto. 

Para Massa es tan importante Santa Fe porque estuvo muy cerca de darla vuelta en las generales del 22 de octubre, a diferencia de Córdoba que luce alambrada por el macrismo y su nueva franquicia de la Libertad Avanza. En ese territorio el triunfo es no perder por tanto y compensar con el tsunami de votos peronistas de la provincia de Buenos Aires. 

Una buena cosecha de sufragios aquí podría dar más margen al candidato del oficialismo.

Pero estas cuentas son también clave para el peronismo santafesino que sabe que partirá de las cenizas tras la estruendosa derrota electoral. Una cosa será volver a empezar con Massa Presidente, otra muy distinta será vagar por un enorme desierto político y a la deriva. Los dirigentes massistas de Santa Fe prestan mucha atención a este proceso porque sus acciones en la provincia tendrán otra cotización a partir de un triunfo. Pero en general están tan preocupados como el peronismo todo. Cerca de Massa repiten como mantra: “Se hizo todo lo que se pudo hacer para ganar y más. Pero si efectivamente la sociedad se rompió, lo sabremos el 19 a la noche”.