Gastón Vanucci, de 28 años, y Nicolás Skare, de 66 años, eran los dos pilotos que murieron este fin de semana tras estrellarse el avión que piloteaban durante un festival aéreo que se realizó en la localidad de Villa Cañás, en Santa Fe. Ambos tenían experiencia en acrobacias aéreas y fueron despedidos por sus familiares y amigos en las redes sociales.
Vanucci era oriundo de Venado Tuerto, trabajaba en la empresa de aeroaplicaciones, siembras aéreas y combate contra incendios Aviagrlo SRL. Practicaba otros deportes extremos como snowboard o paracaidismo y era un apasionado por los viajes en moto por el mundo, según mostraba en sus redes sociales.
Skare era un experimentado piloto que participó en múltiples festivales aéreos en distintos puntos de Argentina. Era del municipio bonaerense de Salto y ejercía como piloto desde la década del 70 y también era dueño de una empresa de aplicaciones aéreas con clientes locales y constructor de avionetas. Tenía esposa y dos hijos.
En diálogo con la radio local La Líder, Norberto Gizzi, intendente de Villa Cañás, expresó que “la comunidad está conmovida" por lo ocurrido, y señaló que no se trataba de un avión de acrobacia, sino de uno de guerra, con “un alto costo operativo".
“El vuelo era muy normal pero al hacer la acrobacia, había mucho viento, perdió velocidad, baja la nariz, no pudo dominarlo cayó y se incendió”, relató el jefe comunal, y contó que los padres de Vanucci estaban presentes al momento de la tragedia.
Los seres queridos de los pilotos los recordaron en las redes sociales. “Porque aunque se fueron, nunca lo harán del todo. Porque nos regalaron tanto, que eso nunca se borrarán de nuestra mente. Porque fueron tanto que al escuchar esta tristísima noticia... todo cambió. Pero sonreíremos al recordarles. Porque esa es la magia de aquellos que saben dejar huellas. Solo muere quien se olvida, y nosotros eso no lo haremos jamás”, publicó en Facebook la usuaria Elizabeth Kunichek junto a imágenes de ambos.
“Por nuestras charlas. Por tus shows aéreos. Por tus consejos. Por tus confidencias. Por los momentos vividos. Por nuestra última charla del jueves en que resuenan tus palabras. Porque te fuiste haciendo lo que te encantaba. Porque te lloro como un niño sin consuelo y no sé qué escribir”, lamentó por su parte el usuario Fabián Romano.
Cómo fue el accidente
Ante la consulta de cómo habría ocurrido el incidente, fuentes del aeroclub explicaron: “El avión hizo un vuelo rasante sobre la posta y cuando se retiraba, al hacer un giro, se clavó de punta. Dos personas estaban a bordo del avión, que es una aeronave tipo de guerra. Es un avión ruso con un piloto y un pasajero atrás”.
El L-29 Delfin era una de las principales atracciones del festival aéreo que promocionaban sus organizadores. Este modelo es un avión de entrenamiento militar diseñado en los años 60, en plena Guerra Fría. Fue el primero que se fabricó en Checoslovaquia que usó el Bloque del Este tras el Pacto de Varsovia.
Volaron desde 1966 hasta 1977, y cuando se dejaron de usar como entrenadores pasaron a formar parte de diversas fuerzas aéreas. Luego se volvieron obsoletos y pasaron a manos privadas.
En el mundo quedan unos 50 aviones L-29 y éste que se estrelló este domingo en la provincia de Santa Fe era el único en Sudamérica. Lo había comprado una empresario de Carlos Casares (provincia de Buenos Aires) en California, Estados Unidos, y lo trajo a la Argentina.