- Por sí o por no: ¿vas a arancelar las universidades? - inquirió Sergio Massa a Javier Milei durante el debate.
La pregunta de Massa sacó de las casillas de Milei a pocos días del balotaje y puso el foco en una de las discusiones que se extendió a lo largo de toda la campaña: ¿cuál sería el costo de vida si el libertario se convierte en el próximo Presidente, barre con la motosierra los derechos conquistados en las últimas décadas, elimina subsidios al transporte y arancela la educación y la salud?
La escueta explicación de Javier Milei sobre su pasantía en el Banco Central
Mejor no enfermarse
“El mejor sistema de salud posible es
uno donde cada argentino pague por sus servicios”, ha dicho el
libertario a lo largo de toda la campaña electoral. Acorralado por
las críticas y un temor creciente, días atrás buscó aclarar que
si es electo, continuará con la educación y la salud pública. De
todos modos, su plataforma de campaña es elocuente: propone
“descentralizar las derivaciones hospitalarias, arancelar todas las
prestaciones y autogestionar el servicio de salud en trabajos
compartidos con la salud privada”.
Milei además quiere crear un “seguro
universal de salud que cubra los costos, cuidados preventivos y
procedimientos de urgencia proporcional a la capacidad de pago del
receptor del servicio”. Lisa y llanamente, una privatización del
sistema público.
El costo de un sistema de salud privado
sería elevadísimo y pondría en riesgo en especial a quienes sufren
enfermedades crónicas, como la diabetes, el cáncer o las
cardiopatías, por ejemplo, así como también a jubilados y
pensionados que hoy reciben asistencia para la compra de
medicamentos, que en muchos casos son completamente gratuitos.
Cuánto costarán los medicamentos y la salud
Un informe del PAMI reveló que si una
obra social dejara de aplicar la cobertura gratuita de medicamentos,
cada jubilado pagaría un promedio de $40 mil por mes en remedios. Y
si cada afiliado dejara de recibir la atención en consultas que hoy
son gratis, gastaría otros $34 mil. En caso de que hubiera que sumar
un estudio más complejo, como una tomografía, deberá pagar otros
$45 mil. Cada diálisis, por caso, hoy tiene un costo cercano a los
$200 mil.
Milei dijo que no pretende privatizar o
cerrar el PAMI, pero sí quiere transferir a los 5 millones de
afiliados a las provincias para que no todos dependan del Estado
nacional. Así, el vademecum que hoy cuenta con subsidio de 100 por
ciento para los afiliados sería eliminado.
Un relevamiento del Observatorio de
Medicamentos como Bien Social determinó que un jubilado de PAMI
podría gastar hasta $116 mil por mes, sólo en remedios, al tiempo
que un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA)
precisó que en promedio cada jubilado hoy recibe un “salario
indirecto” de $21.850 al mes, gracias a la entrega de medicamentos
gratuita. “Si algún integrante del hogar padece diabetes, el
tratamiento asciende a $561.600 por mes”, detalla el estudio.
La educación, sólo para los que la puedan pagar
Como con la salud,
para Milei el mejor sistema de educación posible es aquel donde cada
persona paga por sus servicios. Incómodo, en el balotaje desplegó
su idea de "reformas de primera, segunda y tercera generación". Cuando
Massa le preguntó si iba a arancelar la universidad, no sólo no
dijo que no, sino que además reconoció: “No en el corto plazo”.
“Le vamos a dar recursos a la gente para que elija la institución
a la que quiera asistir”, dijo al insistir en su propuesta de
vouchers, que en países que la pusieron en práctica, como Chile,
agrandó la desigualdad y las dificultades para acceder al sistema.
Meses atrás, un estudio de la
Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) detalló que si las
universidades son aranceladas, cada estudiante deberá pagar entre
$1,5 y $2 millones anuales en 2024, solo para poder asistir a clases.
Ricardo Coca, titular de la Secretaría Administrativo-Financiera de
la UNSJ, dijo a Página|12 que el arancelamiento implicaría un
retroceso dramático en materia educativa para el país, y remarcó
que “la educación no puede ser un servicio, sino un derecho”.
“Lo toman como un bien privado y no público”, lamentó.
“El arancelamiento no es una
posibilidad, nos genera mucha preocupación si avanza este proyecto o
si se limita el presupuesto de las universidades”, agregó Coca,
quien además advirtió por la posibilidad de una transferencia de
recursos de las universidades públicas para favorecer a las
privadas. “No todas las carreras cuestan lo mismo, hay algunas más
fáciles de desarrollar, y otras más científicas-tecnológicas que
son más caras, donde hay que sostener laboratorios, científicos,
institutos y observatorios”, remarcó.
No voy en tren, ni en colectivo, ni en avión
En el caso del transporte, Milei fue
enfático en varias ocasiones cuando expresó que quería pasarle la
motosierra a los subsidios. El cálculo del CEPA estima un gasto
mensual que en la actualidad es de $4.928 para dos personas que
viajan ida y vuelta en colectivo por 22 días hábiles. Con una suba
a $700 del boleto, como sería sin subsidios, se elevaría a $71.600.
En tren, el monto es mucho más elevado: $92.224 para dos personas.
En el caso de tener un auto, llenar un
tanque de nafta por semana tiene un costo mensual del orden de los
$67.200 (a $280 el litro, con un tanque de 60), pero con la nafta
equiparada a la paridad internacional, el valor del litro de
combustible se elevaría a $680 y el costo mensual sería de
$163.200.
Derrumbando las mentiras libertarias
El director del CEPA, Hernán Letcher,
explicó que el salario indirecto que recibe una familia de clase
media-baja o media-media representa entre el 80 y el 180 % de su
salario. “Los libertarios dicen que ellos van a quitar impuestos y
que con esa plata vas a pgar lo que hoy cubre el salario indirecto,
pero una familia de clase media no destina el 80 % de sus ingresos a
pagar impuestos”, remarcó en diálogo con Página|12.
Letcher consideró que en especial para esas capas de la sociedad el salario indirecto es trascendental y remarcó que los impuestos, a diferencia de la concepción libertaria, “funcionan como una herramienta de distribución del ingreso: si los quito, favorezco a los sectores de mayores ingresos en detrimiento de los de menores ingresos”.
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