La inflación de octubre fue del 8,3 por ciento, empujada por los aumentos en los rubros comunicaciones y prendas de vestir y calzado, según informó el Indec este lunes. El dato evidencia una desaceleración de 4,4 puntos porcentuales respecto del pico registrado en septiembre. Sin embargo, continúa siendo un valor muy alto. De hecho, en los primeros diez meses del año la suba acumulada de precios es del 120 por ciento y en un año llega al 142,7 por ciento.
La inflación de 12,4 por ciento que se registró en agosto había sido consecuencia de la suba del tipo de cambio oficial que el gobierno habilitó luego de las PASO. En septiembre se esperaba una leve desaceleración, pero por “el efecto arrastre” de aquella devaluación el aumento del índice terminó siendo aún peor que el resultante del impacto pleno original que se relevó en agosto. Ahora, con el tipo de cambio oficial congelado en 350 pesos, los precios subieron, pero en una magnitud menor, más a tono con lo que venía ocurriendo antes de la devaluación.
Las consultoras ya habían adelantado que la inflación se desaceleraría e incluso la mayoría había pronosticado que se ubicaría por debajo del 10 por ciento. El índice de precios que elabora el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires también había dado a la baja al relevar una suba de 9,4 por ciento. A su vez, la medición semanal que realiza la Secretaría de Política Económica del Palacio de Hacienda, con una metodología diferente a la del Indec pero con resultados compatibles, arrojó un 9,2 por ciento el mes pasado.
Los ejes del aumento
La mayor suba del mes se registró en el rubro Comunicaciones que trepó un 12,6 por ciento y acumula 115,1 por ciento en lo que va del año, producto de la suba de los servicios de telefonía e internet. En agosto de 2020, durante la pandemia de coronavirus, el presidente Alberto Fernández dictó el decreto 690/20 que declaró servicio público esencial a la telefonía, internet y la televisión por cable. Esa decisión habilitó al gobierno a regular los precios. Sin embargo, las grandes empresas del sector obtuvieron medidas cautelares que les permitieron eludir el tope tarifario que estableció el Poder Ejecutivo. La disputa incluso llegó a la Corte Suprema que, en noviembre del año pasado, rechazó dos recursos de queja que habían sido presentados por el Estado nacional. De este modo, se les dio luz verde a los prestadores de servicios de comunicaciones para seguir eludiendo la regulación pública y fijar las tarifas a su antojo.
El otro rubro que subió fuerte es Prendas de vestir y calzado, el cual trepó 11 por ciento por el cambio de temporada y acumula 108,9 por ciento en diez meses. Ya el mes pasado este rubro había encabezado las subas con un aumento promedio de 15,7 por ciento, que también fue atribuido al cambio de temporada. Este es uno de los sectores que recibe mayor protección pública por el freno que se les aplica a las importaciones. Esa protección garantiza altos niveles de empleo para la actividad, pero al mismo tiempo habilita incrementos de precios que no serían posibles en un escenario de mayor competencia importada.
El podio de las mayores subas lo completó el rubro Equipamiento y mantenimiento del hogar que subió 10,7 por ciento y en diez meses suma 125,8 por ciento. Los otros rubros que se ubicaron por encima del promedio mensual fueron Bebidas alcohólicas y tabaco (9,8 por ciento), Recreación y cultura (9,3 por ciento) y Restaurantes y hoteles (8,8 por ciento).
Por debajo del promedio mensual, quedaron Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (7,8 por ciento), Alimentos y Bebidas no alcohólicas (7,7 por ciento), Bienes y servicios varios (7,7 por ciento), Transporte (7,1 por ciento), Educación (6,6 por ciento) y Salud (5,5 por ciento).
Dentro de los sectores que aumentaron menos que el promedio sobresale Alimentos y bebidas por ser rubro con mayor ponderación del IPC. El mes pasado había trepado 14,3 por ciento y ahora se desaceleró prácticamente a la mitad al promediar un 7,7 por ciento. En este caso, la estabilización del tipo de cambio oficial parece haber sido clave. No obstante, sobresalieron los aumentos de Carne y derivados, Pan y cereales y Leche, productos lácteos y huevos. En el Gran Buenos Aires Pan y cereales subió 11,7 por ciento, la leche y los lácteos un 8,7 por ciento y la carne un 7,7 por ciento.
Por último, a nivel de las categorías, el IPC Núcleo (8,8 por ciento) lideró el aumento seguida por Estacionales (7,6 por ciento), mientras que Regulados registró un incremento de 6,6 por ciento, fundamentalmente por la decisión oficial de congelar durante la campaña electoral el precio de los pasajes de trenes y colectivos y de los servicios de gas y electricidad, los cuales probablemente retomaran la senda de ajustes en las semanas posteriores al balotaje.