El lunes 20 de noviembre será feriado nacional en conmemoración al Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración de la Batalla de la Vuelta de Obligado de 1845, cuando soldados argentinos repelieron la invasión del ejército anglo-francés, que pretendía colonizar los territorios del país.
Se trata de uno de los últimos fines de semana largos que tendrá este año, y que además coincide con la fecha del balotaje del domingo 19 de noviembre, por lo que si bien en un principio se especuló con que se movería una semana, finalmente no se modificó la fecha.
El año se completa con otros dos feriados más en diciembre, según el calendario del Ministerio del Interior. Por un lado, el viernes 8, por el Día de la Inmaculada Concepción de María, y el lunes 25, fecha en que celebra la Navidad.
Qué se conmemora el feriado del 20 de noviembre
El conflicto había iniciado un mes antes, cuando la estrategia política expansionista de Gran Bretaña y Francia trajo a sus naves bélicas hasta Buenos Aires. Ambas potencias europeas buscaban nuevos mercados para colocar sus productos, y a través de la acción naval llevaron a cabo un bloqueo que representó una gran amenaza para los comerciantes argentinos en los puertos de la Confederación.
Las fuerzas invasoras buscaban ingresar por el Paraná. Sin embargo, las tropas nacionales, al mando del General Lucio Norberto Mansilla, se anticiparon en un estrecho recodo de ese río: la Vuelta de Obligado, en el distrito bonaerense de San Pedro.
El número de fuerzas enemigas superaba ampliamente en cantidad y modernidad de su armamento a las argentinas que, sin embargo, no se amedrentaron y pelearon durante siete horas. De este modo, lograron que las tropas adversarias no pudieran ocupar las costas, objetivo necesario para poder adentrarse en el territorio argentino.
La resistencia a la invasión extranjera logró la defensa del país en términos de fronteras y comerciales, ya que se evitó que colocaran en el mercado los productos extranjeros desplazando a los artículos locales.
Aunque este combate tuvo un resultado negativo para las fuerzas argentinas -250 muertos y 400 heridos en comparación con los 26 muertos y 86 heridos que tuvieron los agresores-, el acontecimiento sirvió para ratificar y garantizar la soberanía nacional, implicó la firma de un tratado de paz entre Argentina, Francia y Gran Bretaña, y quedó grabado en la historia como un símbolo de independencia, libertad y unidad nacional.