Tras el debate presidencial, el principal asesor de Sergio Massa en política exterior, Gustavo Martínez Pandiani, salió al cruce de Javier Milei. “En relaciones internacionales no se usa la motosierra. Es muy fácil perder un mercado y es muy difícil reconstruirlo”, advirtió sobre la posición de Milei de romper el Mercosur y cortar las políticas de intercambio comercial con Brasil y China. Estas medidas, alertó, sólo ocasionarían graves daños al tejido productivo argentino y al empleo.
Diplomático de carrera, Martínez Pandiani fue designado por Massa como su vocero en el área de relaciones internacionales para la campaña electoral. Por eso en octubre protagonizó un debate con Diana Mondino -referente de política exterior de Milei- y Federico Pinedo -representante de Patricia Bullrich-, en la sede del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Aquel panel se hizo cuatro días antes de la primera vuelta; ahora, a días del balotaje, el CARI organizó una segunda charla, sólo con el asesor de Massa, centrada en los lineamientos en política exterior de Unión por la Patria.
Martínez Pandiani anticipó que uno de los ejes que Massa quiere darle a la Cancillería es que los embajadores se dediquen a abrir mercados. El rol del cuerpo diplomático pasaría a tener el acento más puesto en el impulso al comercio.
“Argentina necesita divisas para salir de esta crisis y una de las formas de que entren más dólares es exportando. En ese camino, no queremos cualquier exportación, sino la de valor agregado. No queremos seguir exportando a granel, como nos pasó con la soja. Argentina todavía paga el precio de haber primarizado sus exportaciones agrícolas y no tiene que volver a pasarnos ahora con el litio, con las tierras raras, con minerales estratégicos. Por lo tanto, lo que estamos proponiendo es una nueva manera de hacer los acuerdos comerciales. Tenemos que evitar que la Argentina siga siendo un mero proveedor de materias primas y por eso vamos a proponerle a la Unión Europea en particular, pero también al resto del mundo, crear sociedades productivas para sumar valor agregado a las materias primas. Esas sociedades productivas blindan el objetivo desde el punto de vista del interés nacional, porque todos ganamos o todos perdemos si el proyecto no funciona”.
Con el debate presidencial todavía fresco, muchos de los conceptos de Martínez Pandiani marcaron contraste con las propuestas de Milei, que se podrían resumir en dos puntos: un Estado que se retire (“no tiene que interferir en las relaciones comerciales, es un estorbo”) y -aunque suene contradictorio-, un Estado que impulse relaciones comerciales sólo con “las democracias liberales”, dejando afuera a China -que junto con Brasil, encabeza la lista de principales socios comerciales de la Argentina-.
“Los negocios los hacen los privados, pero a las reglas de juego, a los marcos regulatorios, a los acuerdos fitosanitarios los hacen los Estados", señaló, en cambio, Martínez Pandiani. "Eso de decir que el sector privado va a comerciar por su cuenta es faltarles el respeto a las personas que trabajan en comercio exterior. Nadie vio a una cámara empresaria sentada en una reunión de la Organización Mundial del Comercio en Ginebra. Nadie vio a un grupo de PyMEs frente al organismo fitosanitario americano negociando las condiciones de ingreso de sus exportaciones. El mundo no funciona así”.
“El Estado tiene la responsabilidad de negociar condiciones con los socios comerciales del exterior. No hacerlo sería dejar tiradas a nuestras PyMEs del Gran Buenos Aires, a los aceituneros de Catamarca, a los lecheros de Entre Ríos. Nosotros no vamos a abandonar a ninguna empresa que tenga la necesidad de exportar para que se arregle por su cuenta. (Si se aplicara propuesta de Milei de retirar al Estado), cuando empecemos a pagar el costo de perder puestos de trabajo, ¿qué le vamos a decir a esas empresas y a esos trabajadores? ¿que vayan a reclamarle a Adam Smith? No creemos en la mano invisible del mercado; tampoco creemos en una mano demasiado pesada del sector público, pero sí en un equilibrio. El Estado tiene la capacidad de regular, tiene la capacidad de exigir que se cumplan las reglas de juego y ser el árbitro de ese juego.”
La soberanía de las Malvinas
Sobre el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas, el asesor de Massa señaló: "Es la primera vez en 40 años de democracia que un candidato presidencial coincide con el Reino Unido”. Martínez Pandiani destacó que el argumento de respetar la autodeterminación de los pueblos -como propone Milei- no puede aplicarse a las Malvinas, porque los isleños son una población implantada.
“Creemos que tenemos la obligación de respetar el modo de vivir de los isleños, pero sin renunciar al reclamo sobre la soberanía” argentina en las islas. Este es un conflicto que tiene dos partes, Argentina y Gran Bretaña; no hay una tercera parte kelper”.