Miles de personas se movilizaron en Madrid en rechazo a los avances de la derecha contra los derechos del colectivo LGBTIQ+, después de que el Partido Popular (PP) de la presidenta de la Comunidad madrileña, Isabel Díaz Ayuso, presentara una serie de reformas a las leyes trans y LGBTI, vigentes desde 2016.
Las reformas a la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación y la Ley de Protección Integral contra LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual, fueron presentadas el viernes pasado por vía de urgencia por el PP en la Asamblea de Madrid, donde tiene mayoría.
Las modificaciones que propone implican que las personas trans podrían volver a sufrir terapias de conversión de manera legal, al tiempo que eliminan el protocolo contra el acoso de personas del colectivo LGBTIQI+ en las escuelas, y también la sensibilización en medios de comunicación, la publicidad institucional y el Consejo de Participación LGBTQI+, un espacio dedicado a la inclusión desde la administración pública.
"Ni un paso atrás"
Ante esto, organizaciones que representan a familias de infancias y juventudes trans agrupadas bajo la consigna "Ni un paso atrás" se movilizaron hacia Puerta del Sol y la sede del Gobierno madrileño, para reclamar que no se modifiquen estas normativas que implicarían un "grave retroceso" en derechos.
Encarni Bonilla, presidenta de la organización Chrysallis, una de las que convocó, dijo que el cambio propuesto por Ayuso era "la mayor pérdida de derechos en materia LGBTIQ+ que se ha producido desde la democracia", y agregó que implica un retroceso en la formación en diversidad que reciben el profesorado y el alumnado en las escuelas. "Pierden también el protocolo de acoso. Si no previenes, aumenta la violencia contra nuestres hijes", dijo Bonilla.
Según las agrupaciones que organizaron la marcha, más de 15.000 personas colmaron Puerta del Sol. Pero fuentes de la Comunidad de Madrid informaron que había alrededor de 1.200. Según el PP, la modificación de las dos normas busca "dar mayor claridad y seguridad jurídica" y eliminar aspectos de tipo impositivo. Irene Montero, la ministra de Igualdad de España, sostuvo que las leyes no se pueden modificar y manifestó su apoyo y acompañamiento a la comunidad LGBTIQ+.
"Las vidas Trans y LGTBI no se pueden derogar. Nunca más un país sin vosotres. No estáis soles: la ley trans y LGTBI es ley", escribió la ministra en la red social X junto con una foto de la movilización. Militantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de Más Madrid, la formación regional dentro de la coalición de izquierda Sumar, también participaron de la movilización. Representantes de ambos partidos dijeron que, en caso de que sea necesario, recurrirán a la "vía judicial".
La derecha se vuelve violenta
A la vez, vincularon los planes del PP con las manifestaciones que en los últimos días convocó ese partido junto al ultraderechista Vox contra la ley de amnistía acordada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con los independentistas catalanes para lograr un nuevo mandato.
"Hay una línea de continuidad entre los que van a (la sede del PSOE de) Ferraz a llamar a la gente 'maricones', y quienes aprovechan ese impulso para derogar leyes", apuntó la portavoz municipal, Rita Maestre. "Vamos a plantar cara en la Asamblea de Madrid, pero, a continuación, a donde haya que llegar", dijo la senadora Carla Antonelli de Más Madrid. "Madrid se va a convertir en la capital de la transfobia y la LGBTIfobia. Ayuso va a tener el dudoso honor en convertirla en la primera capital que va a involucionar en derechos civiles", añadió.
Tanto las asociaciones trans como la senadora señalaron que con la reforma se "vuelve a patologizar" a las personas trans mediante el estudio médico y psicológico, algo que denuncian que se había superado hace décadas. "Le vamos a demostrar a la Señora Isabel Díaz Ayuso que este atropello a los derechos humanos y el maltrato al colectivo LGTBIAQ+ le va a pasar factura, tarde o temprano", leyó una integrante de la asociación Arcópoli, una de las que convocó a la movilización, del manifiesto que firmó "Ni un paso atrás".
La lectura estuvo acompañada de aplausos y gritos de apoyo de familias con niños y niñas y personas trans, no binarias y diversas, la población que se verá afectada por los cambios en la legislación. "Los derechos trans son derechos humanos", "Nuestros derechos no se tocan", "Si no hay ley trans habrá furia trans", "Volver al armario es un puto calvario", fueron algunos de los cantos de los manifestantes, al tiempo que flameaban banderas del orgullo LGBTIQ+.
Mar Cambrollé, de la Federación Plataforma Trans, aseguró que la propuesta del PP es "antagónica" con los principios de la ley estatal y los "dictámenes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que en 2018 aprobó su despatologización". "Querer seguir imponiendo las terapias de conversión es algo monstruoso, una tortura, es inconstitucional y ellos deben saberlo. Todo esto no deja de ser una provocación más de una señora con delirios fascistas que no se decide entre la moderación o mimetizarse con el discurso de la ultraderecha", cuestionó en declaraciones al sitio Publico.