Un increíble robo fue captado por las cámaras de un local comercial del Shopping Los Gallegos, de Mar del Plata. En apenas un minuto, el hombre sustrajo una pulsera de oro valuada en casi dos millones de pesos.
El hecho ocurrió el lunes, pasadas las 10:30 de la mañana cuando el hombre, quien según los investigadores pertenecería a la comunidad gitana, ingresó a la joyería "Diez y Veinte", que se encuentra en el centro comercial de la ciudad costera.
Allí, simuló la compra de un regalo para su papá. En ese momento, se mostró interesado por una pulsera de oro, por lo que la comerciante le mostró la joya Rolex, valuada en casi dos millones de pesos, mientras le proporcionaba detalles y respondía preguntas.
El ladrón salió del local para una llamada y volvió para aparentemente confirmar la compra; aquí es donde la situación dio un giro sorprendente.
Mientras Rosario, la vendedora, completaba los papeles de garantía, el astuto ladrón solicitó sacar una foto de la pulsera para enviarle a su esposa. En ese preciso momento, realizó su hábil maniobra: agarró la joya y la guardó furtivamente, dejando una caja vacía en su lugar.
Las cámaras de seguridad capturaron cada paso, desde la toma de la foto hasta el fugitivo alejándose con la pulsera oculta. El escape del ladrón, simulando una llamada en la puerta, se llevó a cabo con tal destreza que ni la presencia de una clienta levantó sospechas.
Rosario, al descubrir el ingenioso robo, denunció el incidente a la comisaría primera, y las acciones se remitieron a la Oficina de Determinación de Autores. La comerciante, visiblemente afectada, relató la sorpresa y angustia de haber sido engañada de esta manera.
“No tenemos nada asegurado porque lo que es joyería no se puede asegurar. Somos laburantes, este es un negocio familiar, el cual arrancamos de cero y todo nos cuesta un montón. Vender joyas hoy es un lujo. Entonces es remarla en pasta de maní”, lamentó la joven.
El ladrón, que aparentemente había visitado el local la semana anterior, se había mostrado como un cliente común. "No hubo nada que me hiciera dudar", confesó.
“Tengo la certeza de que vamos a recuperar lo que perdimos, porque laburamos y somos honestos. Estoy indignada, no lo voy a negar. Pero creo en el karma de la vida y sé que le va a volver”, cerró Rosario.