Familiares de los israelíes secuestrados y capturados por el grupo islamista Hamas el pasado 7 de octubre comenzaron este martes en Tel Aviv una masiva marcha de protesta para pedir su liberación que prevé llegar el próximo domingo a la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu, en Jerusalén.

En Jerusalén, ubicada a unos 70 kilómetros de Tel Aviv,se concentraron frente a la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, la tarde del sábado y acampar frente al Parlamento hasta su apertura el lunes.

Reclamo

"Han pasado 39 días agonizantes desde el desastre. Hoy, las familias emprendieron una marcha desde Tel Aviv a Jerusalén, que finalizará en la oficina del primer ministro el sábado por la noche", aseguraron los organizadores de la marcha que arrancó al grito de: ¡Ahora, ahora, ahora a casa, ahora!.

Durante los cinco días de marcha, los organizadores apuntaron que harán paradas en varias localidades como Be'er Yaakov, Beit Hashmonai, la intersección de Latrún y Kiryat Anavim, donde organizarán una comida con motivo de la jornada de descanso del shabat.

Consignas

Los participan tes llevaban carteles de secuestrados y muertos en el ataque de Hamas, como el sobrino de Adina Moshe, que se encuentra secuestrada en Gaza, y su marido David Saeed Moshe, fallecido. Otras personas llevaban carteles en los que exigían "un acuerdo para liberar a los secuestrados ya".

"Queremos respuestas, no queremos sentir la oscuridad más. No tengo ninguna información, no tengo ni idea de lo que le está pasando a mi tía ni al resto de las familias ahora. Solo quiero que se acabe esta oscuridad. Quiero a mi familia de vuelta", dijo Adina a Efe.

Asimismo, algunas fotografías colgaban de unas enormes flores de plástico levantadas junto al campamento que varios de los familiares montaron frente a la sede del Ministerio de Defensa.

Cruz Roja

En paralelo, otros familiares de secuestrados tenían previsto reunirse con la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric, en la sede de esta organización en Ginebra, acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Eli Cohen, y el titular de Sanidad, Uriel Buso.

"Sé el enorme dolor que estas familias están viviendo", señaló Spoljaric en un comunicado previo a la reunión, en el que agregó que la organización está en contacto con Hamas y otros actores con influencia en el conflicto para intentar que se respeten los derechos de los rehenes.

La voz de los secuestradores

Este lunes, el portavoz de las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamas, acusó a Israel de "demorarse" a la hora de llegar a un acuerdo para un intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos, e indicó que un pacto estuvo a punto de lograrse a través de los mediadores cataríes.

"Los mediadores cataríes intentaron liberar a los rehenes del enemigo a cambio de la liberación de 200 niños palestinos y 75 mujeres", indicó el portavoz del grupo, Abu Obeida, que explicó además que Israel solicitó la liberación de 100 mujeres y niños cautivos en Gaza y los mediadores propusieron una tregua de cinco días para el canje, que al final no se materializó.

En Washington 

Mientras tanto decenas de miles de manifestantes se reunieron este martes en el National Mall de Washington en apoyo a Israel y contra los hechos de antisemitismo que se desataron en Estados Unidos desde el inicio de la guerra con Hamas en Gaza.

La denominada "Marcha por Israel" se produjo cuando el conflicto armado entró en su sexta semana y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, continuó rechazando los llamamientos al cese del fuego, lo que le valió numerosas críticas de la comunidad internacional.

Los organizadores del evento dijeron que no solo pedían el regreso de los rehenes, sino que querían subrayar "el derecho de Israel a permanecer libre de violencia y el derecho de las comunidades judías en América del Norte y en todo el mundo a vivir libres de odio".

Centenares de participantes de la marcha llegaron a la capital en colectivos fletados por el Templo Emanu-El de la ciudad de Nueva York. Más ómnibus que transportaban a unas 1.250 personas de la Federación Judía de Cleveland arribaron al Centro Kennedy, mientras un grupo de la Academia Hebrea de Miami posó con la bandera israelí antes de dirigirse al mitin. Pero muchos fueron recibidos por grafitis antiisraelíes rociados con pintura roja en las aceras y los contenedores de basura.