Hoy la gran mayoría de las universidades públicas realizarán un banderazo en defensa de la educación pública, gratuita, inclusiva y de calidad. Nuestra universidad de Salta no queda exenta de ello y desde las 11 horas, nos concentraremos en un abrazo colectivo que nos impulsa a defender uno de los derechos más invaluables que tenemos en Argentina, y que es reconocido a nivel mundial: el derecho pleno a la educación en todos sus niveles.
Desde mayo de 2022, tuve el honor de convertirme en el rector de la Universidad Pública de Salta, que tuvo como objetivo central de gestión, la construcción de una institución distinta, participativa y democrática. Esa visión pudo ser traducida en hechos concretos, como fue la realización de una asamblea universitaria después de más de 20 años, y que tuvo como mayor logro la creación de las facultades de Orán y Tartagal, que funcionaban como sedes regionales.
Ese histórico acto significó responder a demandas latentes vinculadas a facilitar la educación universitaria en diferentes territorios de nuestra provincia, la que presenta una diversidad geográfica y de culturas, donde prima, lamentablemente, un acceso desigual a derechos básicos de una sociedad.
La universidad pública juega un rol sumamente importante en ese contexto, ya que no sólo investiga y crea conocimientos y soluciones correspondientes a problemáticas sociales en torno a la salud y la alimentación, principalmente. Sino que permite la formación de nuevos profesionales en Salta y la región, concretando la llamada “movilidad social”, es decir, tener a las y los primeros graduados de una universidad en un gran número de familias.
También, como una línea central de nuestra gestión, impulsamos la creación de los Centros de Extensión Universitaria, descentralizando el conocimiento científico y acercándolo a diversos puntos de nuestra provincia. Esta política se diseñó tomando el modelo de universidades populares, y que derivó en un fructífero intercambio de saberes entre nuestros profesionales y estudiantes, y sectores sociales y populares, que lograron mantener un primer acercamiento a una universidad.
Estas posibilidades se lograron por la gratuidad universitaria que prima en nuestro país y que actualmente se encuentra en tela de juicio por una propuesta electoral que asegura que el acceso a este derecho debe ser arancelado. Nuestras políticas universitarias, y la idea de una universidad inclusiva y democrática, se posicionan en la línea contraria a esta propuesta.
Son nuestras acciones y los 50 años de nuestra Casa de Altos Estudios, los que nos llevan a saber que cualquier iniciativa de política estatal que entienda a la educación como un servicio pago, no tiene lugar en la concepción de un Estado eficiente y con vistas a consolidar la justicia social.
Hoy tengo 58 años, soy oriundo de Villa San Antonio, barrio ubicado en el sudeste de la capital salteña. Me recibí de ingeniero electricista electrónico y hace 32 años trabajo como docente e investigador universitario. Antes de la pandemia, y durante 5 años, organicé distintos talleres de robótica en la provincia, llevando a que más 1500 estudiantes puedan ser parte de competencias. Toda esta trayectoria personal también me impulsa a posicionarme en defensa de una universidad pública, que nos permite llegar a lugares históricamente olvidados, pero donde la educación llega como un eje sustancial para transformar nuestra sociedad, desde una visión colectiva y de afecto con otros y otras.
A 40 años de celebrar
el retorno a la democracia, y de cara al balotaje del 19 de noviembre, nuestra
postura (la mía y de todo mi gabinete) es clara: la educación pública,
gratuita, inclusiva y de calidad se garantiza únicamente con Sergio Massa como
futuro presidente de la Argentina. Por eso, convocamos a nuestra comunidad
universitaria de Salta a mantener un voto consciente en estas elecciones,
también a la sociedad salteña en su conjunto, a defender uno de los pilares
fundamentales que logramos conquistar en nuestro país, a través del trabajo, de
la fuerza de lucha, de la movilizacióny también del orgullo social.
*Rector de la Universidad Nacional de Salta