Democracia es mucho más que un voto, es construir un marco de acuerdos sobre el cual poder desarrollar el bien común, fortalecer la pluralidad de voces y el diálogo. Las deudas, en estos 40 años, las conocemos perfectamente y no necesitamos que nadie nos venga a contar las costillas. De ellas hablamos todos los días, con ellas convivimos cotidianamente.
Parafraseando al historiador Enzo Traverso, la democracia no es solo el conjunto de representaciones institucionales sino también una cultura, una forma de memoria y la sumatoria de experiencias.
Las radios comunitarias, que comenzaron a funcionar en la década del 80 haciendo uso de la tecnología de la frecuencia modulada, se vertebran sobre ciertos pilares conceptuales y políticos. El derecho a hacer uso de la palabra pública por parte de las organizaciones sociales, la amplificación de la voz de los sobrevivientes de la dictadura, la producción musical de la región, y la disputa a la agenda oficial de silencio que reinaba sobre las consecuencias del genocidio.
Fueron este tipo de proyectos, los que colaboraron en el derecho al encuentro de las personas que integran una comunidad, al desarrollo de espacios en colectivo. Bibliotecas, sindicatos, clubes. Grupos migrantes que peleaban su derecho a participar, estudiantes que exigían mejores condiciones de inclusión, incipiente movimiento de mujeres, pueblos originarios que reclamaban sus tierras. Personas encontrándose y participando activamente.
Y como síntesis política, la mirada común solidaria. Darle algo al que le falta. Un espacio público para todos y todas.
Dicho directamente, si tenemos que poner plata con la finalidad de sostener un sistema de salud que quizás nunca usemos en la vida, pero es ese sistema el que salva a un desconocido de morir, estamos de acuerdo. La dupla Villarruel–Milei se manifiesta de modo principista en contra de nuestra base fundante. Son ajenos a nuestro devenir, si bien todas las calles forman parte de la democracia, La Libertad Avanza (LLA) juega en la vereda de enfrente.
No nos dejan opción, nuestros proyectos se crearon para el bien común y la transformación social.
Se imagina Milei entonces, que solo debe existir aquello que está rodeado directamente, sin intermediación del estado, con personas con alta capacidad de consumo que lo puedan pagar. No ese sistema solidario de salud público, si no ya un hospital en alguna gran ciudad y prioritariamente para la clase privilegiada. Lo mismo sería su modelo de mapa mediático. Algunos medios comerciales, financiados por el gran capital de las corporaciones. Para Milei, donde no hay alta capacidad de consumo directo, no hay nada.
Hubo algún tiempo en que la comunicación parecía un tema de unos pocos, a casi cuatro décadas de la fundación de las primeras experiencias comunitarias, el pueblo participa dinámicamente de la discusión alrededor de cómo nos hablamos, nos informamos y nos mostramos. Hoy lo comunicacional está en disputa, es un tema de la mesa familiar, de un encuentro de amigxs. Ya no solo con los medios tradicionales, si no con la asimilación de las redes sociales y la diversificación permanente de los contenidos. Nunca convivimos tan paradojalmente con la sensación de libertad para decir y opinar, y pocas veces estuvimos tan atrapados en las lógicas del lobby publicitario, el servicio a objetivos espurios, y la precarización laboral.
Necesitamos medios cooperativos y comunitarios fuertes, eficaces en las formas de hacer llegar contenidos, entretenidos para no agobiar, insertos en el seno de los problemas del pueblo y atentos a nuevas discusiones y demandas.
Que fortalezcan la democracia haciendo llegar mejor información y abriendo espacios para el intercambio de miradas. Y que puedan trazar una frontera clara frente a la profundización de los mensajes de odio, el racismo, la LGTBIfobia y el pánico social. Seguir el camino de enfrentar el negacionismo, el silencio obligado y la reivindicación de la dictadura.
El avance de Milei nos preocupa desde antes de las elecciones, un ejemplo a modo ilustrativo. Radio Futura, de la ciudad de La Plata, se encuentra a cinco cuadras de la comisaría 8va donde fue secuestrado y posteriormente torturado Néstor Busso, comunicador, ex secretario de Derechos Humanos de Río Negro y fundador de Farco. Los represores que se llevaron a Néstor, hoy están entusiasmados como nunca con el triunfo de LLA. Un hecho que traza un límite claro.
Nuestra red es diversa, plural y militante, un grano de arena de lo que suele nombrarse como el campo popular. Y en esa diversidad de miradas, tensiones, trayectorias, principios y memoria, la síntesis es clara: convocamos a ejercer un voto de resistencia y de punto de inicio para lo que vendrá. Llamamos a votar a Sergio Massa.
Que nadie se haga el distraído, el 20 de noviembre mismo estaremos discutiendo y analizando cómo seguir, sea cual sea el resultado. El fracaso de La Libertad Avanza en este escenario es indispensable.
Es prioridad que el futuro nos encuentre trabajando en una democracia con todas las voces, por un sistema plural de medios, por políticas de fomento a la comunicación federal. Nuestro pliego de demandas al oficialismo, y al posible gobierno de Unión Por la Patria sigue intacto.
El 19 llamamos a votar a Sergio Massa.
*Presidente de FARCO, Foro Argentino de Radios Comunitarias.