“Las puertas del templo de la literatura feminista vuelven a estar abiertas, a más de un año de haber cerrado. Y para esta nueva aventura, cambia su dirección: después de 18 años en la rue de Charonne, la librería Violette and Co renace en el número 52 de la calle Jean-Pierre Timbaud, también en el distrito XI”, informa la prensa francesa, celebrando la reapertura de un lugar emblemático, de referencia por la diversidad, calidad y exhaustividad de su catálogo. Inaugurada en 2004 por las activistas Catherine Florian y Christine Lemoine, Violette and Co es la primera y única librería parisina especializada en temas feministas y LGBTQ+, y devino invitante espacio de reunión para muchísimas personas, congregadas por sus tertulias literarias, sus clubes de lectura, sus talleres de escritura creativa. Además, claro, de recurrir las lectoras a los sabios consejos de estas rebeldes y afables libreras, cuyo mayor orgullo -aseguran- ha sido perseverar contra viento y marea para “crear un sitio donde tanta gente se ha sentido como en su casa”. Se calzan otra merecida cocarda: “Haber mantenido nuestra línea editorial, comprometidas desde el comienzo a ser pluralistas, presentando todas las corrientes del feminismo y reuniendo todos los estilos literarios”.
Así las cosas, a comienzos del año pasado Florian y Lemoine decidieron pasar página. Habiendo alcanzado la edad para jubilarse, optaron por retirarse y bajaron definitivamente las persianas del mítico establecimiento del 102 de la rue de Charonne que, durante casi dos décadas, había servido de refugio para incontables personas, además de acoger a grandes figuras: desde la filósofa Judith Butler hasta la autora de cómics Alison Bechdel, sin olvidar a la irreverente escritora y directora de cine Virginie Despentes.
Por esos días, Lemoine recordaba -no sin cierta nostalgia- algunos momentos inolvidables: las veces que la talentosa Marie-Claire Blais, poeta y novelista quebequense, había presentado allí sus volúmenes, “siempre con infinita generosidad y modestia”. O bien, un encuentro de lecturas organizado en memoria de Violette Leduc (“una de las figuras más atrevidas de la literatura”, en cuyo honor bautizaron la librería), del que participó “ni más ni menos que Françoise d'Eaubonne, figura histórica del eco-feminismo”.
Además, mencionaba como tal cosa algunas de las figuras que habían pasado por el local, ya fuera para participar de algún evento literario o simplemente para consultar por algún título de su vasto catálogo: la cineasta Chantal Akerman, la dramaturga Eve Ensler (autora de Monólogos de la vagina), la realizadora Céline Sciamma, la escritora Sarah Waters (Tipping the Velvet y Fingersmith, entre sus obras más vendidas), la socióloga y teórica Christine Delphy, cofundadora del Movimiento de Liberación de las Mujeres en 1970 y, junto a Simone de Beauvoir, de la revista Nouvelles Questions Féministes, entre tantas otras.
Es que, en sus años regenteando Violette and Co, el dúo se ocupó de curar con mimo sus estantes, nutridos con obras de toda índole -thrillers, novelas históricas, cómics, ensayos de ciencias humanas, bellas artes, etcétera-. Allí, las incisivas obras de las ensayistas Monique Wittig y Adrienne Rich se codeaban con romances lésbicos; El segundo sexo, de Beauvoir, siempre estaba al alcance; al igual que Thérèse e Isabelle, de Leduc. Se encargaron de supervisar cada aspecto de la librería: desde brindar sugerencias a quienes las solicitasen hasta organizar actividades que hacían las delicias de su público, cautivado por la oferta cultural que ofrecía esta petit meca del distrito XI de la cité francesa. Y eso que los primeros años no fueron fáciles: les costaba llegar a fin de mes y debían lidiar con voces ultraconservadoras que las tachaban de facilitadoras de libros pornográficos. “Veinte años atrás, etiquetarse abiertamente como librería feminista y lesbiana no era tan sencillo”, recalca Florian, hoy en sus 60s.
Entonces, lo dicho: las muy queridas Catherine Florian y Christine Lemoine decidieron jubilarse, poniendo punto final de Violette and Co. Punto final que resultó ser tan solo un punto aparte, porque un puñado de fieles clientas se pusieron manos a la obra para rescatar la librería, dispuestas a escribir un nuevo capítulo en nuevo formato: organizadas como una cooperativa para, en sus propias palabras, “garantizar equidad salarial y toma de decisiones horizontal para todo el equipo”.
Olivia Sánchez, librera y editora; Lucile Regourd, emprendedora y especialista en comunicación corporativa; Léa Haurie-Hontas, electricista y exeditora; Hermance Humbert, artista visual y diseñadora; Loïse Tachon, especialista en ensayos feministas y voluntaria en los archivos lésbicos de París, dedicada a promover la historia, cultura e identidad lesbiana; Louise Bihan, autora independiente; Lysa Damon, desarrolladora web, son parte del dream team que el pasado año lanzó una campaña crowdfunding para financiar la reapertura. En apenas tres meses, superaron con creces el monto estipulado, que sirvió para ir preparando la renovada Violette and Co, recientemente inaugurada, en su flamante sede. No podían dejar que desapareciese, explica Sánchez, señalando que allí habían encontrado las palabras justas, hermanadas para entender muchas experiencias personales, para ampliar el universo de las ideas, para armar red, para ser ellas mismas…