“Vamos a ver qué pasa. Por lo menos, comeremos rico”, dice Nico Cotton antes de tomar el avión a España. Por primera vez en sus 24 ediciones, los Grammy Latinos mudaron su sede de Las Vegas a Sevilla, este jueves. Lo que pretende darle un nuevo aire al premio. Sin embargo, la dificultad sigue siendo la misma. Y es que se trata de un galardón que a lo largo de su historia fue dominado por las figuras de México, el Caribe y más recientemente de Colombia que interactúan con la industria musical estadounidense. Para muestra está el gran candidato a arrasar en esta entrega: Edgar Barrera, compositor, músico y productor de origen mexicano nominado en 13 categorías. Si bien los rubros dedicados al rock fueron en los que el talento argentino logró rivalizar, Gustavo Cerati en 2006 ironizó: “Ojalá que esta vez le pueda mostrar a mis hijos algún premio”.
Sin embargo, en los últimos años la tortilla se dio vuelta. Más allá de que el domingo, en una gala especial, Soda Stereo recibió su primer Grammy Latino (por la “Excelencia musical”, reconocimiento que también le fue otorgado en ese evento a Gustavo Santaolalla), la Argentina cultivó un sonido propio pop y urbano que se tornó en modelo a seguir para el resto de Latinoamérica y España. Incluso para los referentes de sendos estilos. Y Cotton ayudó en su confección. Lo que le valió su inclusión en la categoría “Productor del año”, tras concursar en el mismo rubro en 2022. Aunque en esta ocasión no la tiene nada fácil, porque se verá las caras con Edgar Barrera y con su compatriota Bizarrap. La terna la completan los puertorriqueños Eduardo Cabra (ex Calle 13) y Marcos Sánchez (ya obtuvo dos veces el Grammy), y el veterano Julio Reyes Copelo.
-Aparte de Bizarrap, ¿conocés a los otros candidatos?
-En el caso de Edgar Barrera, tuve la oportunidad de coproducir una canción con él llamada “El merengue” (está interpretada por Marshmello y Manuel Turizo, y fue nominada como “Mejor canción tropical”). Fue una experiencia linda porque lo pude ver trabajando y componiendo. También estuve alguna vez con Edu Cabra trabajando en el estudio juntos. Siempre son cinco nominados, pero este año seremos seis.
-Barrera, Bizarrap y Cabra cambiaron esa imagen del productor encerrado en un estudio y atado a una consola, para ahora estar a la par del artista. De hecho, lo son. ¿Qué opinás de ese punto de inflexión?
-Bizarrap es un gran artista y también un gran productor. Cuando se mezclan las dos cosas, es espectacular. No todos los productores tenemos la pasta para ser artistas. Es muy difícil hacer lo que él hace, de estar al frente y dar la cara. Hay que tener energía para hacerlo. En mi caso, es imposible. Hago tantas producciones que no tengo tiempo. Tampoco sé si lo quiero.
-¿Cómo se hace para estar nominado a un Latin Grammy: te llaman para darte la buena nueva o te postulás?
-Todos los años postulo los trabajos que hice. En esta ocasión, quedé nominado por los álbumes que le produje a María Becerra, Usted Señalemelo (Tripolar, a su vez, participa en el rubro “Mejor álbum de pop/rock”) y Soledad. También me nominaron por varios singles, entre ellos “El merengue”, “Jaula de oro” (colaboración de Leiva y Conociendo Rusia) y “Brinca” (firmado por Young Miko y Cazzu). Gracias a eso llegué ahí.
-Más allá del reconocimiento que significa haber sido nominado al Grammy y a los Premios Gardel, ¿cuánto trabajo te puede generar esto realmente? ¿O sólo te da chapa?
-El trabajo lo genera estar vigente todo el tiempo, estar en movimiento y mejorar el sonido. A pesar de que buena parte de mi agenda la ocupan artistas consagrados, siempre dejo espacio para los artistas emergentes. El boca a boca es fundamental. Me llaman porque me recomendaron. Por supuesto, estar nominado para un premio es increíble y súper valioso. Y más si es como “Productor del año”. Es como tener una medalla en tu currículo. Todo suma. De todas formas, el Grammy Latino está bueno para conocer gente y extender conexiones. Esta vez, por ejemplo, aprovecharé para entrar en contacto con la escena española.
-Pero el sumum debe ser la nominación al Grammy. Ahí la exposición es global. Tras muchos intentos, Fito lo logró. ¿Vos creés que también tenés esa posibilidad?
-El Grammy está más abocado al mercado anglo, y la parte latina es muy chiquita. Así que pocos artistas pueden entrar ahí. La verdad es que mi sueño es producir a un artista angloparlante. Sin embargo, debo reconocer que la industria de la música está cada vez más “latin”.
Nico Cotton se dio a conocer en la escena musical local como alquimista del sonido de artistas jóvenes, incipientes e independientes, entre los que sobresalen Nicki Nicole, Wos, Louta, Conociendo Rusia, Juan Ingaramo, Marilina Bertoldi y Cazzu. El éxito de esta apuesta lo transformó en el novel productor estrella de la Argentina. “Estamos en un momento donde Argentina muestra su talento, y en el que hay un gran mercado para nuestra música”, reflexiona quien a los 16 años fue baterista de MAM, power trío rockero liderado por Omar Mollo (hermano de Ricardo). “Por suerte, me tocó trabajar con artistas nuevos para darles la calidad que merecen e impulsarlos. Haber sido parte de esas producciones me llena de orgullo. Y más aún porque soy tan de barrio como todos estos artistas”. Esto decantó en su debut, en calidad de compositor, de las bandas de sonido de las series de streaming El reino y Días de gallos.
-¿Aún te sorprende que la Argentina se haya convertido en una potencia de la música urbana de habla hispana?
-No me sorprende. Es un estilo que conecta mucho con los jóvenes. En mis roles de productor, compositor e ingeniero de mezcla, siempre trato de aprender del género, y de incorporarlo en otros estilos. Cuando hice Cabildo y Juramento, el disco de Conociendo Rusia, los graves estuvieron influidos por los del trap. Aunque es un trabajo orgánico, en el que no hay computadoras. Traigo ese mundo a uno distinto.
-Si tuvieras que destacar la novedad que te dejo el 2023, ¿cuál sería?
-Canciones internacionales como “El merengue”, que suena en todos lados. También el disco de María Becerra (La nena de Argentina). Estuve con No Te Va Gustar y ahora me voy a Colombia. Se abrió la cancha, pero esta vez cada vez más fuera de Argentina.
-Así como Gustavo Santaolalla o Rafael Arcaute, dos pesos pesados argentinos de la producción musical, ¿te mudarías a Estados Unidos?
-Uno sueña con proyectos inalcanzables, pero estoy muy feliz acá. Hace poco terminé de hacer mi estudio. También tengo a mi familia, a mi novia y a mi perro acá. Así que por ahora eso no está en mis planes. ¿No es mejor que los artistas vengan? Buenos Aires es una de las ciudades más lindas del mundo.