El lunes 20 de noviembre, un día después del balotaje presidencial, se conmemora el Día de la Soberanía Nacional, en honor a la Batalla de la Vuelta de Obligado, que tuvo lugar ese día en 1845. Según el calendario oficial 2023, no habrá clases en ninguno de los niveles e instituciones educativas del país, ya que se trata de un feriado inamovible.
En este sentido, esta fecha habilita a que la mayoría de los trabajadores no tengan que asistir a sus empleos, gozando de un día libre remunerado y en una oportunidad para disfrutar de un fin de semana largo, que se extenderá desde el sábado 18 hasta el lunes 20 de noviembre inclusive. Sin embargo, en medio, está el balotaje, al que es obligatorio ir a votar.
¿Se pasa el feriado de noviembre por el balotaje?
Este domingo, 19 de noviembre, se llevará a cabo el balotaje entre Sergio Massa, de Unión por la Patria, y Javier Milei, de La Libertad Avanza, para determinar quién será el próximo Presidente argentino.
Esta segunda vuelta se superpone con el fin de semana largo por el Día de la Soberanía Nacional. Inicialmente, se especuló sobre la posibilidad de trasladar el feriado, por pedido de la Cámara Nacional Electoral, pero el Gobierno nacional ratificó la fecha manteniendo el calendario sin modificaciones.
Por lo tanto, la situación permanece como fue planificado, con un fin de semana XL, del 18 al 20 de noviembre, con el balotaje en el medio. Esta coincidencia podría tener un impacto en el porcentaje de votantes que acudirán a las urnas.
¿Qué se conmemora el feriado del 20 de noviembre?
El Día de la Soberanía Nacional conmemora la Batalla de la Vuelta de Obligado, cuando soldados argentinos repelieron la invasión del ejército anglo-francés, que pretendía colonizar los territorios del país.
El conflicto había iniciado un mes antes, cuando la estrategia política expansionista de Gran Bretaña y Francia trajo a sus naves bélicas hasta Buenos Aires. Ambas potencias europeas buscaban nuevos mercados para colocar sus productos, y a través de la acción naval llevaron a cabo un bloqueo que representó una gran amenaza para los comerciantes argentinos en los puertos de la Confederación.
Las fuerzas invasoras buscaban ingresar por el Paraná. Sin embargo, las tropas nacionales, al mando del General Lucio Norberto Mansilla, se anticiparon en un estrecho recodo de ese río: la Vuelta de Obligado, en el distrito bonaerense de San Pedro.
El número de fuerzas enemigas superaba ampliamente en cantidad y modernidad de su armamento a las argentinas que, sin embargo, no se amedrentaron y pelearon durante siete horas. De este modo, lograron que las tropas adversarias no pudieran ocupar las costas, objetivo necesario para poder adentrarse en el territorio argentino.
Aunque este combate tuvo un resultado negativo para las fuerzas argentinas -250 muertos y 400 heridos en comparación con los 26 muertos y 86 heridos que tuvieron los agresores-, el acontecimiento sirvió para ratificar y garantizar la soberanía nacional, implicó la firma de un tratado de paz entre Argentina, Francia y Gran Bretaña, y quedó grabado en la historia como un símbolo de independencia, libertad y unidad nacional.