Con un tono extremadamente pausado y altruista, pero haciendo diagnósticos apocalípticos sobre la crisis económica actual que incluyen un desenlace de 2000 por ciento de inflación, un país que va en un sendero a convertirse en una villa miseria y otros apuntes como modelo corrupto, Estado parasitario, tiranía e incendio, Javier Milei rindió su examen final ante 285 empresarios que lo escuchaban procurando hacer poco ruido para no molestar al precandidato a presidente en el almuerzo que organizó el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp) en salón principal del Hotel Alvear Palace. Debajo del escenario, el círculo rojo coincide mayormente en el diagnóstico del economista, pero no termina de confiar en la aplicabilidad de sus propuestas. El jueves, a tres días del balotaje que definirá el rumbo de los próximos cuatro años del país, le toca el turno a Sergio Massa.
En un discurso que duró poco más de una hora - incluyendo las preguntas que habían preparado los empresarios-, el libertario habló mucho pero dijo poco. Con las preguntas anotadas en un papel, recibió dudas concretas de los representantes del poder económico: le preguntaron cómo iba a corregir la inflación, cuál iba a ser el equilibrio entre la participación estatal y privada, sus planes con la obra pública y la agenda externa y su compatibilización con el Mercosur. Fiel a su estilo de campaña, Milei se enredó entre números y referencias históricas de dudosa fuente.
A pesar de su performance, en el público celebraron su "tranquilidad y claridad" al hablar. Es que la última vez que lo escucharon fue durante el debate presidencial del domingo, al que calificaron como una "masacre" a favor de Sergio Massa. "Milei se siente cómodo acá, es un espacio liberal", contaba a PáginaI12 un miembro del grupo de los 6, "además entendió que no es un lugar para venir a gritar Viva la Libertad Carajo".
En efecto, el tono de Milei sorprendió por lo lento y casi uniforme, salvo cuando se refirió al cepo cambiario: "¿Por qué alguien tiene que disponer del fruto de mi trabajo? Es una aberración", comenzó a encenderse Milei y terminó arengando al empresariado: "Vamos, despierten, no se dejen robar. No dejen que les roben la libertad de esta manera. Hay que revelarse y es ahora". Al igual que con el plan de dolarización, el libertario no puede explicar de dónde sacará los dólares para sostener una salida del cepo que pueda satisfacer a la demanda de un país ávido de divisas.
A pesar de su énfasis, no fue en ese momento donde el candidato a presidente cosechó el único aplauso de la tarde, sino cuando prometió alinearse con Estados Unidos, Israel y lo que él denomina "el mundo libre. No quiero saber nada con comunistas, autócratas y con los que no respetan la democracia liberal”, aseguró.
Además de dar definiciones en contra del cepo, el economista habló concretamente de recortar la obra pública. Debajo del escenario y con un asiento en la mesa principal lo escuchaba Gustavo Weiss, el titular de la Cámara de Construcción (Camarco) que, minutos antes de entrar al evento, había confesado a PáginaI12 que las líneas técnicas del equipo de Milei tienen una narrativa bastante más contempladora con la obra pública que la que el candidato grita en los canales de televisión.
Ruido en los pasillos
A pesar de que la mayoría de los empresarios optan por no mostrar favoritismo por ninguno de los dos candidatos, salvo excepciones como el histórico número uno de Fiat Cristiano Ratazzi que confesó a PáginaI12 "apostar por la libertad"; dio la nota el dueño de Corporación América y miembro más antiguo de la comisión directiva, Eduardo Eurnekian. “Lo vi muy bien”, dijo al salir del almuerzo, quizás para remediar aquello que había dicho antes de entrar acerca de su ex empleado: "Tengo 3700 personas que trabajan para la empresa. Uno salió fallado, ¿qué querés que haga?".
Entre los canapes de salmón, palmitos y ceviche que circulaban por la recepción, los empresarios tienen más preguntas que respuestas sobre el plan del libertario. Por un lado, dudan sobre la factibilidad de las propuestas de Milei como la dolarización o la eliminación de la obra pública. Además, advierten un doble discurso al hablar con sus equipos técnicos.
"Hay que diferenciar entre lo que dice Milei públicamente y las segundas líneas, que no es lo mismo. Los discursos son una cosa y luego se adaptan a la realidad”, aseguró Weiss, que explicó que tienen reuniones con candidato a ministro de Infraestructura libertario, Guillermo Ferraro, en las que el dirigente le aseguró que no eliminarán la obra pública de todas las esferas. “Milei habla de que no va a haber más obra pública y cuando uno se mete en profundidad en el tema se da cuenta de que es imprescindible. Lo que quiere es que venga inversión”, explicó.
Los principales representantes de las cámaras empresariales se mostraron en contra del proyecto de dolarización del libertario. Adelmo Gabbi aseguró: "No soy economista, pero pienso que no hay ningún país de la dimensión del nuestro que haya dolarizado y los que lo hicieron no tuvieron buenos resultados”. Lo mismo dijo Weiss: “En lo personal, no estoy de acuerdo con la dolarización, Argentina se ataría a una moneda y perdería flexibilidad". En general, todos dudan de cómo lo podría implementar. Y Milei no da respuestas.
Un espacio liberal
El conocido "grupo de los 6" (G6), que nuclea a los representantes de las cámaras empresarias más importantes del país, sabe que la presencia de Milei en el evento es un privilegio. Es que el libertario viene de plantar a la Unión Industrial Argentina (UIA) que, con la idea de un formato similar, invitó a ambos candidatos a discutir sus planes para la industria. Sergio Massa le dedicó tres horas de charla a los industriales, pero Javier Milei ni siquiera respondió a la convocatoria.
"Este lugar es representativo de la sociedad", explicaba el titular de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires Adelmo Gabbi en diálogo con PáginaI12, "yo pensaba tener algún indicio en función de la cantidad de inscriptos que se iban a anotar a cada charla, pero fueron casi la misma cantida de gente". De acuerdo a Gabbi, si el grupo de los 6 compartiera cuarto oscuro, habría un empate entre ambos candidatos o la balanza se inclinaría levemente hacia Sergio Massa. Antes de que se suba al escenario, Gabbi le mostró a Milei las actualizaciones de apuestas que hacen miles de personas en Estados Unidos para la segunda vuelta electoral: "Venía dando Sergio Massa pero en los últimos tres días, el favorito es Milei. No quiere decir que el favorito siempre gane, pero es un dato“, explicaba mostrando el celular y agregaba con entusiasmo: "Hasta Javier Milei se sorprendió cuando le mostré".
El liberal llegó al evento pasadas las 13 y acompañado por su hermana Karina Milei, que también se sentó en la mesa principal del Grupo de los 6 (G6), los representantes del poder económico de Argentina. Luego de intercambiar algunos saludos con empresarios, se sentó al lado del titular de la UIA Daniel Funes de Rioja. Del otro lado lo ubicaron al anfitrión del evento y uno de los responsables de la presencia de Milei en Cicyp, Marcos Pereda, Presidente del Consejo. Apenas terminó el discurso y sin probar la carne con verduras asadas que ofrecía el convite, se fue.
Compartían la mesa principal, que se repetirá el jueves con Sergio Massa como disertante, Gustavo Weiss (Cámara Argentina de la Construcción, Camarco); Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio de Buenos Aires), Natalio Grinman (Cámara Argentina del Comercio) y Alejandro Bulgheroni, CEO de PAE. También circulaban el ex cancidato a jefe de gobierno porteño Ramiro Marra, y algunos de sus asesores más cercanos: Guillermo Francos y Guillermo Ferraro.
La actividad de Milei fue la última como candidato en la Ciudad de Buenos Aires. Es que esta vez, a diferencia de las instancias electorales de agosto y octubre, el candidato no cerrará su campaña en el Movistar Arena de Villa Crespo, sino en el centro de la ciudad de Córdoba. Allí pasará sus últimos minutos para seduri a los votantes de Juan Schiaretti, necesarios para consagrarlo ganador del balotaje.