Abogado y dirigente peronista en Avellaneda, el actual subsecretario de Asuntos Políticos del Ministerio de Gobierno bonaerense, Pablo Vera, antes fue director nacional de Lucha contra el Narcotráfico en la Secretaría de Seguridad de la Nación. Con estudios de posgrado en política criminal, en economía política y en prevención del narcotráfico, Vera analizó los planes de Javier Milei y su equipo. "Me preocupan mucho, como argentino y como bonaerense", dice a Buenos Aires/12.
--¿Cuál sería el origen de la preocupación?
-- Carlos Rodríguez estuvo en el equipo económico de Roque Fernández con Carlos Menem. Hoy es el jefe de asesores de Javier Milei. Inventó un mecanismo de blanqueo llamado “Perdón popular de Mercado”. En mi opinión es una invitación directa al lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
--¿Milei y Rodríguez son parte del aparato narco?
--Digo que sus planes son una invitación al lavado. En Rosario, aparte del dólar blue, el CCL, el oficial y todos los otros ya existe lo que llaman “dólar banana”. El dólar banana es más caro que el blue porque el cuevero sabe que el origen es ilícito. Es el precio que los financistas y cueveros les cobran a los grupos narcos que compran dólares. Saben que su origen es ilícito, y por lo tanto cobran el “costo” de ilicitud. Así se hacen los narcos de dólares físicos. Después los ponen a circular o los blanquean.
--Volvamos a Rodríguez y al Perdón Popular de Mercado.
--El asesor en jefe de Milei propone un blanqueo de capitales que se encuentran por fuera del sistema financiero. Él quiere que cada argentino tenga un voucher de blanqueo que le permitiría exteriorizar, sin dar ninguna explicación de origen, diez mil dólares. Pero la propuesta no termina allí. Si algún individuo (seguramente cientos o miles de personas) necesita blanquear más de 10 mil dólares, podría comprarle el voucher o cupón de blanqueo a otro que no tenga nada para blanquear. Así se generaría un mercado de compra y venta de cupones de blanqueo. No es chiste. Dice Carlos Rodríguez que algunos no van a blanquear nada y que los pobres van a vender su cupo en el mercado. Incluso se ataja y argumenta que hoy se trata a los que tienen dólares no declarados como narcos. Él mismo mete la palabrita en el debate. Por algo será. Con el plan de Rodríguez y Milei, los grupos narcos blanquearían y lavarían sin límites los fondos. Solo deberían comprar todos los cupones de blanqueo que necesiten. Sería el paraíso del dólar banana. Y hay que evitar que la Argentina sea el paraíso del dólar banana de los narcos porque los traficantes completarían el circuito entero de sus finanzas. A confesión de parte, relevo de pruebas. Así es el dicho, ¿no?
--¿Cuál sería la confesión?
--Es de hace poco, y fue pública, pero no sé si todo el mundo entendió la gravedad. En Rosario están juzgando a un señor llamado Julio Rodríguez Granthon. El proceso comenzó a principios de noviembre. Lo acusan de la supuesta participación suya en una acción del narcotráfico, “Cuevas blancas”. Según el fiscal, Rodríguez Granthon era líder de una banda que no solo traficaba sino que operaba con una cueva vinculada a gente que había estado en la Terminal Puerto Rosario. Lo interesante es qué dijo el acusado cuando el fiscal le preguntó por qué operaba con dólares. Repito la frase, porque me la anoté. La leo: “¿Usted no escuchó lo que dijo Milei? El peso argentino es excremento, cualquiera con dos dedos de frente ahorra en dólares”.
--Esa es la confesión. ¿Y la prueba?
--Vamos a las definiciones. ¿Qué es lavar? El dinero de origen ilícito puede venir del narcotráfico, de la venta ilegal de armas, de los robos, de la evasión tributaria o de todo eso junto. Como ese dinero de origen ilegal tiene dificultades de circulación, debe ser sometido a un “tratamiento” para eliminar su origen. Debe ser transformado para poder ser utilizado en negocios lícitos. Por eso hay expertos que definen el lavado como el proceso de esconder o disfrazar la existencia, la fuente ilegal, el movimiento, el destino o el uso de bienes para darles la apariencia final de legítimos. El objetivo siempre es el disfrute posterior del dinero de origen ilegal sin interferencia de las autoridades.
--¿Rodríguez tiene en cuenta que la Argentina firmó acuerdos contra el lavado, donde tienen un gran peso los Estados Unidos?
--A tal punto lo sabe que dice, a mi gusto livianamente, que la Argentina puede acordar con el GAFI, el Grupo de Acción Financiera, de carácter internacional, una flexibilización de reglas. El GAFI no es secreto. Tiene normas y definiciones. Para el GAFI lavado es, en primer lugar, la transformación y la transferencia de bienes sabiendo que provienen de actos delictivos. El objetivo sería disfrazar su origen ilícito o ayudar a cualquier persona implicada en la comisión de tales actos con el objeto de sustraerla de las consecuencias legales. En segundo lugar, lavado es encubrir o disimular la verdadera proveniencia de bienes que surgieron de haber cometido una infracción. Y en tercer lugar, para el GAFI lavado es la adquisición, tenencia o utilización de bienes si el que los adquiere los aprovecha sabiendo que provienen de un ilícito.
--¿El GAFI habla de dinero proveniente del fraude fiscal?
--Sí, y de delitos aduaneros. También del dinero que viene de actividades criminales. Al lavar dinero negro, la riqueza pierde su pasado ilegal. Le queda solo el presente. La liquidez. Tengamos en cuenta que el lavado de activos arranca por la obtención, sigue por la colocación, luego se diversifica y finalmente reutiliza los fondos. La obtención y la colocación se basa en introducir dinero en instituciones financieras (bancarias o no bancarias) para que circulen dentro del sistema financiero legal. Esta primera etapa es crucial, ya que el sistema bancario le da la “marca de legalidad” imprescindible para que luego las etapas posteriores lo vayan blanqueando y le den formas de legalidad, a dineros ilícitos. Y él mismo habla de rediscutir con el GAFI porque obviamente sabe que su plan pone en tensión los compromisos de la Argentina con los Estados Unidos. Para Rodríguez tales compromisos deben ser rediscutidos. O no conoce bien ni el GAFI ni lo que pasa en Rosario, o los conoce y se hace el distraído.
--¿La dolarización propuesta por Milei acentuaría o atenuaría ese fenómeno del lavado?
--Lo acentuaría. Si dolariza, el propio Estado configuraría en forma automática un mecanismo de blanqueo/lavado. Si la moneda de curso legal fuera el dólar (con la respectiva dolarización) ya no se necesitaría ningún dólar banana. El dólar de la dolarización sería el único tipo de cambio, cuyo precio sería el que determine el mercado. Todos los dólares serían dólares banana porque en algún momento, según los economistas de Milei, se pasaría de una economía bimonetaria a una dolarizada, y entonces, al no ser necesaria la conversión de pesos a dólares, habría una sola cotización.
--¿Y que sucedería si se eliminara el Banco Central?
--Eliminar el BCRA y el conjunto de sus normativas que regulan la actividad bancaria y financiera sólo generaría mayor laxitud para la circulación de dinero del narcotráfico. El que hizo la propuesta de reforma bancaria fue Emilio Ocampo, que a su vez es autor del plan de dolarización de Milei junto con Nicolás Cachanosky. Quieren convertir el sistema de bancos de la Argentina en la llamada "banca Simons". Es un sistema que se basa en un encaje del 100 por ciento de los depósitos bancarios. Llevaría al funcionamiento de bancos comerciales que operarían de hecho como bancos offshore, teniendo como prestamistas de última instancia a sus casas matrices en el extranjero. Ya sabemos que la banca offshore está muy vinculada a paraísos fiscales. Son paraísos del dinero negro. De nuevo: dinero negro de la evasión y de la droga. Liquidar el Banco Central y dolarizar también serían una invitación generosa a que el narcotráfico se asiente y se expanda. Para colmo, poner ese nuevo sistema en manos de un violento que ya despierta temor, y ni hablemos del temor entre las mujeres, por ellas mismas y por sus familias, sería como tirar una bomba sobre la sociedad argentina.