A más de dos años del femicidio de la adolescente Chiara Páez, que motorizó la primera marcha de Ni una menos, en 2015; la Justicia de Venado Tuerto condenó a su ex novio a 21 años y medio de prisión. Así lo resolvió el juez de Menores Javier Pardo, quien consideró que el hecho cometido por Manuel Mansilla, en Rufino, fue "espeluznante" y evaluó que el joven no mostró arrepentimiento. Los padres de la víctima se manifestaron satisfechos con la pena, pero apuntaron a que la causa no termina: "Todavía estamos esperando que los adultos sean sentenciados", dijo Fabio Páez a Rosario/12, en relación a los abuelos del chico, su madre y el padrastro. "No lo hizo solo", aseguró. La madre de Chiara, en tanto, reveló en LT8 que cada paso judicial le hace recordar aquel 10 de mayo de 2015, cuando supo que su hija de 14 años y embarazada de dos meses estaba enterrada en un pozo al fondo de la casa de los abuelos de quien era su novio.
La relación de Chiara y Manuel había empezado en octubre de 2014; pero terminó en febrero de 2015. Aunque había contacto. El 9 de mayo de 2015, apenas unos días después de haber cumplido catorce años, Chiara "se reunió con sus amigas y a las doce de la noche fue a encontrarse con Manuel. Fueron a su casa, como habían acordado, y estuvieron en el galpón ubicado en el patio posterior de la vivienda. La voluntad de la niña, al principio, era no dar a luz; y las intenciones de Manuel iban en idéntico sentido". Al parecer, esa noche, Chiara insinuó cambiar de idea. Así rearmó la historia el juez Adrián Godoy, que hace un año declaró responsable de femicidio a Manuel. Ese magistrado reconstruyó que Manuel le aplicó un corte de seis centímetros en el lado izquierdo del cuello a Chiara, con un cuchillo. Luego, "la tomó, con una mano, del cuello; y con otra mano, de la cabeza, para comenzar a golpearla contra el suelo y contra la mesa de trabajo del galpón abierto. Así, hasta que la chica dejó de mover sus piernas".
Ahora, el juez Pardo también analiza la conducta de Mansilla: "Con inmediatez a la muerte de Chiara, Mansilla emprendió maniobras de ocultamiento de su conducta consistentes en el soterramiento del cuerpo, en una impostada preocupación y en una aparente búsqueda que de antemano sabía infructuosa. Cometió el hecho intimado con comprensión de la criminalidad de sus actos y con aptitud para dirigir sus acciones". Y agregó: "Mató a Páez despreciando su condición de mujer y conociendo de su embarazo".
Según pudo saber este diario, la sentencia se encuentra apelada tanto por la defensa, que pedía la absolución, como por la Fiscalía, que reclamaba perpetua y el agregado del agravante por el vínculo, que fue rechazado por la Cámara Penal, en su momento. El juez explicó por qué no dio la pena máxima: "La pena de prisión perpetua no resulta aplicable a menores de edad", dijo; y se refirió a que lo aplicable, como máximo, son los dos tercios de aquella.
En tanto, la Justicia continúa con la causa que involucra a los abuelos, la madre y el padrastro del acusado. "Según la reconstrucción del hecho, él no podía mover solo el cuerpo de mi hija que era más grandota que él", dijo Fabio Páez.