En la recta final de la campaña electoral de cara al balotaje, Mauricio Macri y Javier Milei no disimularon su deseo de avanzar con la privatización de los clubes de fútbol. La respuesta de los grandes equipos no se hizo esperar: el rechazo fue enfático y contundente. Pero también los clubes de barrio, que explicaron que esta política va en contra de la idiosincrasia local. En las últimas horas, el libertario y el expresidente defendieron la propuesta.

En concreto, los popes neoliberales de la escena política promueven la implementación de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Es decir, que los clubes sean negocios privados con fines de lucro y que dejen de estar en manos de los socios, como ocurre en la actualidad, donde siempre se destaca el rol social que cumplen en los barrios y comunidades de las que forman parte.

Y las justificaciones de este plan privatizador, como tantas otras propuestas del espacio libertario, carecen de fundamentos profundos. “Si un club quiere ser SAD, que decidan los socios. ¿Lo ves torturados a los hinchas del (Manchester) City?”, intentó explicar Macri anoche durante una entrevista televisiva.

La postura de Javier Milei no goza de muchas más luces. Es más bien un cheque en blanco esperando la firma del expresidente: “La pregunta es, ¿por qué restringir la posibilidad de tener clubes que sean son Sociedades Anónimas? ¿Qué pasa si alguien quiere que su club sea como el Manchester City? ¿Cuál es problema?”.

En declaraciones a la AM750, Juan Sola, secretario de la Asociación de Profesionales de la Actividad Física del Oeste (APAFO), recordó al clan privatizador que “los clubes son la identidad barrial” y que “el que no vivió la vida de club no va a interpretar nunca esa pasión que se siente”.

“Adentro de los clubes hay amor de verdad. Hay solidaridad en los clubes de barrio. Está la escuela, está la familia y están los clubes”, dijo Sola. Y recordó un punto que no está muy presente en la memoria de los hinchas: “En el año '93, Macri quiso comprar el Deportivo Español, no empezó en Boca, empezó ahí y no pudo”.

Es más, Sola fue incluso hacia la propia historia de Macri en Boca y lo acusó de haber manejado el club de espaldas a los socios: “Cuando entró como presidente empezó el Boca fútbol contra el Boca social. Es una locura”.

“Argentina por suerte tiene al peronismo que vino a plantar una bandera que va a costar mucho transformarla. La política deportiva pasa por los clubes. No solamente en el fútbol pasa esto, los pibes que hacen deporte salen de los clubes. Tienen un rol social indiscutido”, finalizó.