El candidato ultraderechista Javier Milei, durante el último debate presidencial ratificó su admiración por la figura de Margaret Thatcher. Además de repudiar sus declaraciones y reclamar por la memoria de nuestros héroes de Malvinas resulta interesante avanzar en un repaso por la caracterización de su admirado gobierno inglés, desde los ojos del intelectual nacido en Jamaica, Stuart Hall.

En el mes de enero de 1979, a unos pocos meses de la asunción de Margaret Thatcher como Primera Ministra, el sociólogo Stuart Hall publicó una extensa nota caracterizando el liderazgo de Thatcher. En el texto plantea el panorama político inglés y el “giro a la derecha” que vivía la sociedad. Según describe Hall, se puede conceptualizar al “Thatcherismo”, como un “Populismo autoritario”. Finalmente critica las posiciones del progresismo y la izquierda frente al nuevo fenómeno.

En una nota periodística, Hall acuñó el término “Thatcherismo”. El artículo se volvió popular porque fue el primero en caracterizar el avance de la ultraderecha, que se presentaba como un fenómeno novedoso en su época, y que modificó el panorama político inglés. El texto se llamó “The Great Moving Right Show”. Allí caracteriza al “Thatcherismo” a través de los distintos discursos que fueron instalando públicamente, sobre el monetarismo, hasta las teorías nacionalistas conservadoras.

Hall destaca que se realiza un ataque no a un sindicato en particular sino directamente a toda la base misma y la razón de ser del trabajo organizado. Analiza cómo el discurso anti-Estado se renueva y refuerza con el avance del monetarismo. Creando la imagen del bienestar social como un “Demonio popular bien diseñado”. Marca cómo se realizó un trabajo ideológico para construir al “Thatcherismo” como un “sentido común populista”. El elemento antiestatista en los discursos de la ultraderecha es clave para la consolidación de este nuevo populismo, frente a un contexto de crisis.

Otro aspecto relevante del análisis de Hall es la crítica al rol de la prensa, a quienes caracteriza como ventrílocuos de la derecha radical. Según explica el intelectual afrojamaiquino, desempeñan un papel fundamental en este giro a la derecha en la sociedad. No podemos obviar las similitudes con el rol que juegan actualmente algunos integrantes de la prensa difundiendo los mensajes de odio de nuestra “nueva” ultraderecha.

Por supuesto, Stuart Hall no deja de lado el análisis de la raza. Según explica, la ultraderecha retoma los discursos racistas, que ya estaban presentes en la década del 60 en Inglaterra, representados por algunos legisladores marginales que impulsan una agenda racista vinculando los problemas económicos del país con la migración. Aunque ninguno de estos representantes tuvieron una destacada carrera política, lograron instalar cierto sentido común racista en la clase dirigente, explica Hall. Esto fue el caldo de cultivo de los discursos del “Thatcherismo”.

El análisis que realiza Hall no es para caracterizar de forma genérica las derechas, sino para marcar la diferencia de este movimiento donde confluían lo más deleznable del nacionalismo ramplón, con lo más insensible de las teorías monetaristas, como una variante de ultraderecha que desafiaba el panorama político local, e incluso la propia democracia:

“He mirado exclusivamente algunas dimensiones político-ideológicas del surgimiento de esta ultraderecha, no para evocar una admiración por su alcance, sino para intentar identificar algunos elementos específicos de ella, que marcan su diferencia con otras variantes que han surgido desde la guerra”.

A días del balotaje, resulta relevante trazar algunos paralelismos para tratar de entender el nuevo contexto social que se presenta en el país el 10 de diciembre, más allá del resultado de las elecciones. Las reflexiones de Stuart Hall nos permiten entender el contexto de la formación de ciertas ideas de ultraderecha que aunque Milei presente como novedosas, son un refrito de las nefastas ideas que le compró a los invasores de las Malvinas.

De todas maneras, la ultraderecha ha logrado en 2 años ganar terreno en lo discursivo y eso a su vez transforma el panorama político. Discutimos insensateces como la venta de órganos, la dolarización o la renuncia a la paternidad, pero la crisis económica es tan profunda que incluso algunos de estos discursos calan en el malestar general de la sociedad. A pocos meses de que finalmente la ultraderecha se hiciera con el poder, Hall todavía mantenía las esperanzas de cambio, como se trasluce en su texto, nosotros todavía tenemos abierta la ventana de oportunidad, y por eso atendemos al llamado del pensador jamaiquino. Por que es cierto que la ultraderecha ganó terreno en las definiciones de lo “coyuntural”, pero no es menos cierto que: “Ese es exactamente el terreno en el que deben organizarse las fuerzas de oposición si queremos transformar esta situación”

Stuart Hall

¿Quién es Stuart Hall?

Stuart Hall nació en 1932 en Kingston, Jamaica, tras cumplimentar sus estudios secundarios, en 1951 ganó una beca para la Universidad de Oxford. Allí estudió literatura y se especializó en estudios culturales. Luego trabajó como docente e investigador en la Universidad de Birmingham, donde dirigió el Centro de Estudios Culturales entre 1968 y 1979, el año del ascenso al poder de Thatcher. Hall es reconocido como uno de los principales pensadores en el campo de los estudios culturales, investigó y publicó sobre la identidad, la representación, la cultura popular, la teoría política y el racismo. Además de su notable influencia en el ámbito académico se desempeñó como periodista para varios medios, entre ellos la BBC.

Sus ideas influyeron en campos diversos, desde los estudios de medios hasta la teoría literaria y los estudios culturales en general. También fue conocido por su análisis de los medios de comunicación y su papel en la construcción de significados culturales. Entre sus obras más importantes se encuentra "Encoding and Decoding in the Television Discourse" (1973), donde introdujo la noción de codificación/decodificación para examinar cómo los mensajes mediáticos son producidos y recibidos.