Mientras la justicia trata de avanzar sobre las responsabilidades en el frustrado intento de fuga del convicto Gabriel Lencina, en medio de la cual resultó asesinado el policía Leoncio Bermúdez, su viuda denunció ayer en el velatorio que "lo mataron como a un perro" y expresó su temor de que el crimen "sea uno más" de otros tantos. "Lo mataron y lo dejaron tirado. Uno de frente y por las dudas, otro más", expresó Romina también policía y esposa del suboficial inspector que tenia 42 años. Ayer también se disputó un nuevo round entre el MPA y el futuro gobernador: Maximiliano Pullaro volvió a usar sus redes para retrucar el comunicado de la Fiscalía y respondió que la situación "no se entiende o no se quiere entender". "Los poderes institucionales prefirieron no constituir un comité de emergencia para actuar con todo el peso del Estado y solo había un fiscal en el edificio", dijo. "Nunca dije que no se prestó el servicio de Justicia, sino que ante un homicidio aberrante, de enorme conmoción social, los poderes institucionales prefirieron no constituir un comité de emergencia para actuar con todo el peso del Estado, y solo había un fiscal en el edificio. Los rosarinos esperan otra actitud de sus funcionarios públicos, un mensaje de mayor compromiso. Debo decir que en otras épocas la reacción frente a estos delitos era diferente", aseveró el gobernador electo.

La hipótesis más fuerte es que las dos personas que ingresaron armadas al centro de salud buscaban liberar al preso condenado a 22 años y 2 meses de prisión por dos homicidios, quien había sido trasladado al hospital para tratarse por tuberculosis. Y que pertenecería a la banda de Los Romero, banda narco con territorio propio en Nuevo Alberdi.

La fiscal del caso, Gisela Paolicelli, busca determinar si afuera del hospital, en un auto, había una o dos personas esperando a los agresores. Hasta ahora, ninguno de los participantes en el homicidio de Bermúdez había sido identificado. 

En tanto una fuente de la investigación le confió a este diario que "la hipótesis principal es que lo fueron a 'rescatar' y se basa en que sabían bien donde encontrarlo. La guardia tiene muchos pasillos y si no sabes bien donde ir o no te llevan, es muy posible que te confundas de lugar y ellos fueron directo donde estaba. Después lo tuvieron al alcance, asi que si la idea era matarlo. lo hubieran podido hacer. Pero cuando lo encuentran un agente del servicio penitenciario que estaba de custodia forcejeó con ellos, y es ahi cuando se produce el disparo que de rebote hiere a una mujer que estaba circustancialmente en el lugar. Al agente le pegan, le roban el arma y la fiscalía entiende que se armó tanto revuelo con la gente que estaba en el hospital que salió corriendo para todos lados y que hace que los delincuentes aborten la misión y huyan corriendo. Fue en esa huída que prácticamente chocaron con el policía que ingresaba para ver que pasaba " .

La fiscalía también investiga dos datos que no son menores: porqué Lencina tenía el alta al mediodía del martes y lo fueron a retirar recién después del hecho de fuga frustrado. Y también si era necesario ese traslado al Hospital Provincial por el cuadro de tuberculosis que cursaba, y si en todo caso no era suficiente el tratamiento que le daban en el penal de Piñero. Además, la fiscal pidió informes para determinar si Lencina, condenado por dos homicidios y preso desde 2013, recibió alguna visita en el hospital.

Ayer en tanto durante el velatorio del policía caído, su viuda confirmó que tenían dos hijas de 12 y 4 años y que su hija mayor estaba en la garita ubicada en el frente del hospital donde trabajaba su marido, Romina relató los momentos previos al asesinato de su pareja. Explicó que habían acordado que su esposo la buscaría a la niña a la salida de la actividad deportiva de Jiu Jitsu, y que la llevaría al trabajo hasta que ella la pasara a buscar cuando saliera de su trabajo, alrededor de las 22.15. "Mi nena me manda una foto con él, contenta porque conoció el lugar donde tantas horas pasa su papá", recordó Romina. "A las 22.30, me llama y me dice: No sé qué pasó mamá, papá no volvió más", relató la mujer al referirse a un momento en el que, de acuerdo a la investigación, su esposo ya había sido asesinado.

Además, manifestó con profunda tristeza que se arrepiente de haber visto las imágenes donde quedó grabado el crimen de su marido. "Cometí el error de ver el vídeo que está circulando en todos lados y tengo terror que lo vea mi hija porque lo que me dejó a mí al ver ese video es otra sensación más que dolor", dijo al respecto. Y, añadió finalmente: "Él era mi otra mitad, mi compañero, era un excelente padre. No vas a encontrar una persona que hable mal de él".

Los restos del policía fueron sepultados con honores en el cementerio municipal "La Piedad" y la viuda, en medio de su dolor, pidió "justicia" porque "él no se quería ir de este mundo".

De la ceremonia de inhumación participaron bajo un clima de dolor decenas de familiares, amigos y vecinos de la víctima, como así también trabajadores del Hospital Provincial. El cortejo fúnebre fue acompañado por sus compañeros de la fuerza policial, que escoltaron haciendo honores el ingreso del féretro de los restos al cementerio municipal.

Ayer también hablo el secretario de Asuntos Penitenciarios Walter Gálvez, quien aseguró que " los dos guardias se jugaron la vida" en el ataque. El rol de ambos custodios también esta siendo analizado, a partir del análisis de sus aparatos celulares. En tanto el funcionario intentó explicar que la demora en el traslado del reo de vuelta a la cárcel, se explica por la cantidad de detenidos que deben atender.  “Recibimos la comunicación a las 18.45 y el pedido entró en la lista del departamento de comisiones. El traslado se resuelve a medida que se van desocupando los vehículos”, explicó Gálvez respecto a la dinámica de derivación de presos a hospitales, ante la falta de espacios propios del Servicio Penitenciario para garantizar la salud de los internos.